¿Y tú? ¿Cuánto tiempo pasas realmente jugando a videojuegos? ¿Dices la verdad o tenemos que colocarte un detector de mentiras? Según un estudio realizado por Kaspersky, firma dedicada a la seguridad informática, el 24% de los jugadores españoles miente a sus padres cuando tienen que responder a estas preguntas, ocultando así el tiempo de juego real que dedican a esta actividad. Los resultados se basan en una encuesta a nivel global que ha realizado la compañía, donde han participado más de 5.000 usuarios en 17 países.
Los videojuegos y nuestro tiempo de juego: No siempre decimos la verdad y estos son los motivos
"El 24% de los gamers españoles admite ocultar a sus padres el tiempo que dedican a los videojuegos, debido a los distintos estereotipos y prejuicios que existen sobre esta actividad", expresan desde Kaspersky basándose en los resultados del estudio Generation Game, realizado por Savanta en el mes de noviembre de 2020. ¿Y cuáles son esas malas creencias que siguen pesando sobre los videojuegos? Existe entre los padres, por ejemplo, la percepción de que son malos para la salud (66%) o que daña el cerebro (31%); además de la clásica afirmación de que los videojuegos "son violentos" (23%). Como muchos habréis comprobado, son viejos prejuicios que siguen instaurados en la sociedad.
Por otro lado, el estudio sostiene que la mitad de los jugadores españoles considera que la relación con sus padres mejoraría muchísimo si estos se interesaran por los videojuegos. Si bien sus progenitores valoran algunos aspectos positivos de los videojuegos, como el desarrollo de la creatividad (43%), el aprendizaje de otros idiomas (33%) o la mejora de las habilidades sociales (29%), lo cierto es que no se involucran personalmente con la actividad y tampoco mantienen conversaciones al respecto con sus hijos.
"[Los padres] no son capaces de involucrarse o dialogar con ellos sobre esta pasión, debido especialmente a que la jugabilidad y los elementos sociales de los videojuegos son sumamente diferentes a los que se encuentran en otros productos de entretenimiento, como las películas y la música", sostiene el estudio. "De hecho, cerca de la mitad (47%) de los encuestados piensa que, si sus padres también jugaran, la relación entre ellos sería mejor".
Trampas, acosos y otros males del juego online
La encuesta también pone la lupa en el tipo de problemas que los jugadores enfrentan a la hora de sumergirse en el juego online. Casi una quinta parte de los encuestados afirma a nivel global (19%) que han sufrido algún tipo de acoso mientras jugaban; Rusia es el país en el que esta tendencia está más extendida (44%), seguido de Turquía (28%), Arabia Saudí (27%) y Estados Unidos (27%), quedando España un poco atrás con el 11%.
Cuatro de cada 10 jugadores españoles han tenido que soportar a los tramposos, mientras que el 16% de los encuestados han sido víctimas de estafas, robo de objetos de valor del videojuego (19%) o de su identificación (14%). Esto provoca que un 31% de los jugadores sienta estrés y ansiedad ante la posibilidad de ser estafados, lo que frustra el objetivo final que busca la mayoría (65%) en los videojuegos: que sirvan para relajarse. También jugamos a los videojuegos para experimentar ciertas emociones (64%) y para estrechar lazos con las amistades (65%).
"Los videojuegos han sido un gran apoyo para muchas personas este año, brindándoles consuelo, alivio y cercanía con los amigos durante una época complicada", afirma Andrew Winton, vicepresidente de marketing de Kaspersky. "Sin embargo, para muchas familias, las malas opiniones sobre los videojuegos pueden llegar a ser un obstáculo a la hora de entablar una relación fluida".