Caroline Dinenage, ministra británica de cuestiones digitales y cultura, ha confirmado que el Gobierno de Reino Unido está estudiando una propuesta de prohibición de reventa de consolas para evitar así la especulación con el hardware de videojuegos como el que se ha dado tras el lanzamiento de PS5 y Xbox Series X/S. El texto que están analizando es el que presentaron seis miembros del Partido Nacional Escocés el pasado mes de diciembre.
Los encargados de leer y estudiar el texto están manteniendo conversaciones con representantes de la asociación de comercio de la industria del videojuego para conseguir una solución favorable para todas las partes; aunque parece que la proposición no acabará convirtiéndose en ley, sí ayudará a que el Gobierno preste atención a esta problemática y cree formas de atajar la especulación de consolas en el país.
Prohibición contra especulación
Se propone una especie de regulación similar a la prohibición de reventas de entradas, algo que está más extendido no sólo en Reino Unido, sino en otros países como España.
La problemática de la especulación con PS5 y Xbox Series X/S ha llegado al parlamento británico después de que un grupo especulador nacional se jactase de haber revendido más de 60.000 consolas de nueva generación a un precio muy superior al recomendado.
Además, esta especulación está encontrando una mina de oro en los problemas de stock de PS5 y Xbox Series X/S, que además se prevé que durarán bastante: mientras menos consolas haya, menos compradores tendrán acceso a ellas de manera oficial y más intentarán acudir a la reventa. Es un modelo que, según analistas, puede dañar el futuro de las consolas porque las unidades que haya disponibles estarán "paradas", es decir, no generarán beneficios en compra de juegos o servicios.
En otros países como Japón han sido las propias tiendas las que han establecido límites para impedir la reventa: una popular tienda de Akihabara limitó la compra de PS5 a una por persona y con pago exclusivo con tarjeta de crédito para así poder comprobar que eran ellos los titulares de la compra, que no habían comprado otra y que no habían adquirido antes grandes cantidades de otras consolas como Nintendo Switch.