Shigeru Miyamoto está muy presente últimamente debido a la presentación oficial de Super Nintendo World, una sección temática dentro del parque de atracciones de Universal Studios en Japón. Con motivo de esta apertura ha concedido una entrevista a The Newyorker en la que habla acerca de una curiosidad relacionada con sus hijos: preferían los juegos de Sega a los de Nintendo.
Miyamoto, padre del universo Super Mario, ha contado en la entrevista que cuando sus hijos eran pequeños jugaban mucho a videojuegos de Sega. Esto es algo curioso desde el punto de vista de los consumidores, ya que durante esa época había una guerra abierta entre esa compañía y Nintendo: ambas competían por intentar hacerse con el mercado de consolas de videojuegos.
Mientras esa batalla comercial se libraba en las tiendas, en casa de Miyamoto había una consola de Sega a la que sus hijos no paraban de jugar.
"Jugaban a un montón de juegos de Sega también, por cierto", explica el legendario diseñador de videojuegos en la entrevista. Sin embargo, eso no era algo negativo para él, sino todo lo contrario: "No me daba tanta envidia como lo que me inspiraba para intentarlo con más ganas", explica Miyamoto, quien asegura que ver a sus hijos jugando a los juegos de Sega le animaba a querer desarrollar mejores títulos. "Así acabarían prefiriendo los que yo hacía".
Out Run y Space Harrier, los preferidos de los hijos de Miyamoto
En cuanto a los juegos que jugaban, los hijos de Miyamoto estaban muy enfocados en juegos de conducción, según explica su padre, y Out Run era uno de sus preferidos. También jugaban a Space Harrier, un frenético juego de disparos sobre raíles en tercera persona.
Esta pequeña anécdota viene acompañada de una reflexión que Shigeru Miyamoto realiza de cómo los niños se relacionan con los videojuegos; en la entrevista explica que los padres han de monitorizar los períodos de juego de sus hijos, pero entendiendo por qué les divierte tanto ciertos juegos y en qué momento pueden dejar de jugar. Explica que sus hijos siempre tuvieron buena relación con el medio ya que entendían que las consolas que había en casa eran de su padre y estaban recibiendo un préstamo, así que cuando hacía buen tiempo Miyamoto sólo tenía que retirarles la consola y mandarles a jugar fuera.