Para Phil Spencer, jefe de la marca Xbox, una de las peores cosas de la industria del videojuego es lo que él denomina como "tribalismo": la lealtad tóxica a una marca y la creencia de que, para que a una compañía le vaya bien, otra debe fallar. En una entrevista con The Verge asegura que esto es lo único que le podría hacer abandonar una industria donde, dice, el mayor competidor no son otras marcas, como Sony y Nintendo, sino el desinterés.
"Estamos en el negocio del entretenimiento. El mayor competidor que tenemos es el desinterés sobre los productos, servicios y juegos que hacemos", dice en la conversación con el medio mencionado. El directivo cree que el enfrentamiento entre los leales a una u otra marca no ayudará a la industria del videojuego en el largo plazo.
"Cuando un equipo lanza algo al mercado para que... el mundo lo despedace en internet, es simplemente valiente por parte del equipo", reflexiona. "Nunca voy a votar para que ningún equipo creativo o ningún equipo de producto lo hagan pésimamente porque tengo un producto competitivo". No piensa que "nos ayude a largo plazo en la industria".
Otras marcas no tienen que fallar para que otras triunfen, según Spencer
Así, Spencer rechaza la idea de que Microsoft u otras marcas de la industria "tengan que ver a otras fallar" para triunfar. "Ese tribalismo en la industria, si hubiera algo que alguna vez pudieran sacarme de la industria, es realmente eso". Asegura que hay un "núcleo" (de usuarios) que realmente "simplemente odia al otro consumidor de productos". "Eso es tan repelente para mí... Para mí, es una de las peores cosas en nuestra industria".
El jefe de Xbox defiende que su compañía ha evitado establecer una competencia agresiva con las otras marcas con iniciativas como el juego cruzado o crossplay: la defensa de que los jugadores de títulos online deberían poder jugar juntos sin importar la consola o dispositivo desde el que lo hace cada uno. En una entrevista anterior, Spencer reflexionó con que los competidores de su marca son Google y Amazon.
Microsoft lanzó el pasado 10 de noviembre sus consolas de nueva generación, Xbox Series X y Xbox Series S, en España y el resto del mundo, a un precio de 499 € y 299 € respectivamente.