Desde el comienzo de la cuarentena y el aislamiento provocado por la pandemia del coronavirus, Nintendo ha atravesado dificultades para dar respuesta a la enorme demanda de Nintendo Switch que ha suscitado el contexto actual del mundo. Y parece que los problemas de la compañía japonesa a este respecto están todavía lejos de acabar: parece que los cierres en las fabricas de Filipinas y Malasia también estarían dificultando la producción de los componentes de la plataforma híbrida.
Nintendo, Switch y la pandemia del COVID-19
Tal y como se informa desde Bloomberg, los cierres en Malasia y Filipinas estarían ralentizando la producción de Nintendo Switch, una de las plataformas más demandada de esta pandemia que ha llevado incluso a que en Japón se organicen loterías para sortear su compra. Nintendo, por su parte, ha depositado su confianza en una fábrica de Malasia para producir las placas del circuito (PCB), mientras que otra en Filipinas se ocuparía de la conexión de los diferentes componentes a las placas.
Si bien Nintendo ha disfrutado de ciertas ventajas gracias a no centralizar toda su producción en China, ante una pandemia global esta estrategia ha provocado que la Gran N sufra el impacto del coronavirus en diferentes puntos de su cadena de producción.
Si bien China ha reabierto sus fábricas, muchos puntos de Asia se encuentran todavía sumidos en un severo aislamiento.
"El stock puede recuperarse durante el verano, pero podemos prever de nuevo fases de escasez hacia el final de año, porque Nintendo no podría producir suficientes unidades para la temporada de compras", es lo que el analista Hideki Yasuda de la firma Ace Research Institute ha expresado al medio. Las restricciones actuales en la producción dificultarían que Nintendo superara su pronóstico de 19 millones de ventas de unidades de Switch en el actual año fiscal; parte de la escasez se ve motivada por el lanzamiento de juegos como Animal Crossing: New Horizons, que debutó en pleno confinamiento y se ha convertido en uno de los entretenimientos por excelencia de esta pandemia.
"Esperamos que el impacto del COVID-19 en nuestra producción desaparezca para el verano", dijo el presidente de Nintendo, Shuntaro Furukawa, en la reunión financiera de la compañía el pasado jueves. Los pronósticos de ventas para Nintendo se sitúan por debajo de los 21 millones de ventas que consiguió alcanzar el pasado año fiscal; conseguir remontar esta situación dependerá de cómo se desarrolle el avance de la lucha contra el coronavirus en los próximos meses.
La semana pasada, Nintendo señalaba que los retrasos en la producción y en los envíos se están recuperando "de manera gradual". Sin embargo, admiten que esta es una situación difícil de predecir, a pesar de sus intenciones por aumentar la producción de Switch para dar respuesta a la demanda. No bastando con eso, estas circunstancias también tendrían un impacto en su calendario de lanzamientos: "Existe la advertencia generalizada de que no podremos proceder con el lanzamiento de los productos de Nintendo y sus servicios según lo planeado".