Las versiones de Gears of War 5 de Xbox One y Xbox One X presentan diferencias debido a la diferencia de potencia entre la consola estándar y la intergeneracional. Un vídeo analiza qué cambios hay entre una y otra.
El canal de YouTube ElAnalistaDeBits ha puesto frente a frente el rendimiento y la calidad gráfica de la campaña ambas versiones del juego, y podéis verlo a continuación.
La diferencia más evidente es la diferencia de fluidez en el modo campaña. Mientras que en Xbox One funciona a 30 FPS (el modo enfrentamiento sí funciona a 60 fotogramas por segundo), en Xbox One X va a 60 FPS.
Otra diferencia clave es la resolución. En Xbox One va variando entre 720p y 1080p. En la máquina más potente, en ocasiones se alcanzan los 2160p (4K), pero lo más habitual es que esté en 1440p (2K) o 1800p.
Diferencias en la nitidez y la iluminación
Esto se traduce en una de las mayores diferencias entre ambas versiones: la nitidez de todo lo que vemos en pantalla. En la consola estándar todo es más borroso, sobre todo si prestamos atención a pequeños detalles como las plantas, o a enemigos que se encuentran alejados.
Otro punto clave que separa ambas versiones, aunque de manera menos contundente que en los anteriores casos, es la iluminación. En Xbox One X esta se comporta de manera más realista en las caras de los personajes y en los reflejos de ciertos objetos, pero se nota, sobre todo, al mirar hacia los rayos de sol o en situaciones de mucha intensidad lumínica.
Gears 5 llega el 10 de septiembre a Xbox One y PC (Tienda Windows y Steam). Desde ese mismo día estará disponible en Xbox Game Pass.
Los suscriptores de Xbox Game Pass Ultimate o quienes compren la Ultimate Edition del juego pueden jugar desde el 6 de septiembre.
Podéis leer nuestro análisis de uno de los juegos más potentes del catálogo de Microsoft Games Studios en este enlace.