Sony posicionará PlayStation 5 como una consola orientada al público más experto o hardcore. De hecho, Kenichiro Yoshida ha descrito PlayStation como un producto de nicho orientado a jugadores serios y ha destacado la creciente importancia de alcanzar un gran nivel de detalle en las producciones con recursos técnicos avanzados como el uso de ray tracing.
La compañía, que tendrá enfrentarse a la competencia de Nintendo y Microsoft, pero también al desembarco de modelos de negocio como el de Google Stadia, sigue colocando a Microsoft como su principal rival. Microsoft espera lanzar su próxima consola en la recta final de 2020. En cuanto a Nintedo, no la han considerado rival directa aduciendo el estereotipado discurso de que persiguen un grupo demográfico más joven.
Sony cree que entre las razones para comprar una de las nuevas consolas estará el disfrutar de juegos con gráficos más avanzados, razón por la que también están potenciando sus acuerdos con las grandes compañías del sector, capaces de producir juegos de alto presupuesto porque creen que eso atraerá a jugadores por encima de los títulos pequeños e independientes.
Como parte de esa estrategia, también esperan ampliar el volumen de producción de proyectos internos de alto presupuesto, aunque analistas como Hideki Yasuda se han mostrado críticos con esta estrategia de Sony al creer que restringirá la variedad de los videojuegos en el sistema y puede hacer que el público busque esa variedad en las rivales, como Nintendo. Frente a esos temores de Yasuda, en Sony aseguran que la fuerza de la marca y las ventas de la consola serán suficientes como para seguir atrayendo a esos proyectos diferentes y, en consecuencia, también a más público.
