La cancelación de Scalebound fue, en su momento, una de las noticias más duras y una de las decisiones más difíciles de Microsoft. Durante años, se ha culpado casi exclusivamente del hecho a la empresa de Redmond y a Phil Spencer, máximo responsable de la división de Xbox. Ahora, en una entrevista a Atsushi Inaba de PlatinumGames, el creativo japonés reconoce que el estudio también tuvo su parte de culpa en esta delicada situación que acabó privando a los usuarios de Xbox One de uno de los exclusivos más esperados.
Una situación en la que ambas partes son responsables
Scalebound se anunció en el E3 de 2014 como una exclusiva para Xbox One. Durante muchos años, el propio Spencer mostró su interés en el proyecto y la desarrolladora, PlatinumGames, señalando que "Scalebound es el juego más ambicioso que jamás han creado". Sin embargo, todo acabó mal.
"Ver a los aficionados enfadándose con Microsoft por la cancelación no fue fácil para nosotros. La realidad es que cuando un juego en desarrollo no puede ser lanzado, es porque ambas partes fracasaron en el proceso", explicaba Inaba a videogameschronicle.
"Creo que hay áreas en las que podríamos haberlo hecho mejor y estoy seguro de que hay áreas en las que Microsoft, como socio de publicación, desearía haberlo hecho mejor. Al fin y al cabo, nadie quiere que un juego sea cancelado", añadía. Al mismo tiempo, Inaba recalca que no hay intención alguna de revivir el videojuego, mucho menos de lanzarlo en Nintendo Switch como se llegó a creer erróneamente hace unos meses. La licencia es propiedad de Microsoft y será ella la que decida sobre el futuro del juego.