BioWare ha respondido al artículo publicado por Kotaku en el que se detalla el problemático desarrollo de Anthem, y que investigará las maneras de mejorar la cultura del estudio de ahora en adelante.
En un amplio texto, Jason Schreier revela con numerosas fuentes los periodos de crunch -las jornadas laborales intensivas- y describe un estudio en crisis, con talento que abandona BioWare por el estrés, depresión o ansiedad.
"Docenas de desarrolladores, muchos de ellos veteranos con décadas de experiencia, han abandonado BioWare en los dos últimos años".
Además de los problemas del equipo, Kotaku también repasa los problemas de dirección con el proyecto que terminaron por afectar negativamente a las críticas, incluyendo la dificultad de trabajar con Frostbite -la tecnología de DICE-.
"En el estudio hay algo llamado 'magia BioWare'. Se cree que no importa lo poco pulido que esté la producción de un juego porque tendrá forma en los últimos meses. El juego siempre tendrá cohesión. Pasó con la trilogía Mass Effect, en Dragon Age: Origins e Inquisition".
"Tras los grandes fallos de Mass Effect Andromeda y Anthem, se ha hecho evidente para los actuales y antiguos empleados de BioWare que esta actitud ya no funciona. En los últimos años BioWare ha hecho un daño importante a su reputación de destacado desarrollador de RPG",
BioWare promete mejorar
En un mensaje del blog oficial, el estudio ha respondido al texto de Kotaku señalando que "la salud y el bienestar de nuestros miembros del equipo es algo que nos tomamos muy seriamente".
"Hemos construido un nuevo equipo de liderazgo en el último par de años, empezando con Casey Hudson en 2017, quien nos ha ayudado a dar grandes pasos para mejorar la cultura del estudio y nuestro objetivo creativo".
BioWare asegura que escuchará las críticas y comentarios de sus encuestas internas, pero dice que el tiempo de crunch no era uno de los problemas mencionados por sus miembros. "Hacer juegos, especialmente licencias nuevas, siempre es uno de los retos de entretenimiento más difíciles. Hacemos todo lo que podemos para que sea un proceso sin estrés, pero también sabemos que siempre hay margen de mejora".