Google Stadia, la plataforma de juego en streaming anunciada esta semana, promete llevar juegos punteros a todo tipo de dispositivos conectados a internet. Esta tecnología tiene que resolver un problema clave para la jugabilidad: eliminar los problemas de latencia.
Según los datos que maneja Google, se espera que la transmisión estándar de la señal sea de 1080p y 60 frames o superior en conexiones con alrededor de 25 Mbps de ancho de banda, aunque Phil Harrison, vicepresidente de Google, ha comentado que la media es de unos 20 Mbps, pero que depende de la escena.
"Sé que Stadia no alcanzará a todos los jugadores", comenta el directivo. "Pero sospecho que esa gente que no tuvo una gran experiencia con Youtube ahora puede que tengan una buena con Netflix. La buena noticia noticia es que internet continúa creciendo en calidad y alcance".
El problema de la latencia
Durante una partida, el retardo puede significar la diferencia entre una victoria o una derrota. Harrison no ha detallado las medidas tomadas por Google para reducir la latencia pero comenta que "diferentes juegos tienen diferente sensibilidad".
El secreto se encontraría en "innovaciones que hemos puesto en los centros de datos a nivel de hardware que no son visibles para el resto del mundo", la codificación y las colaboraciones con los proveedores de servicios de internet.
En los aspectos no relacionados con los centros de datos, Harrison dice que Google "podría dar consejos a los jugadores de cómo optimizar su experiencia y tener el hardware adecuado en sus casas", por ejemplo la compra de un router diferente.
Además, utilizar el pad de Stadia con Wi-Fi ayudará a reducir la latencia. "El Bluetooth es lento. Tiene pasos que no son necesarios y añadiría latencia innecesaria a la ecuación. Un pad con Wi-Fi nos permite integrar cosas como el asistente de tecnología Google a un nivel nativo. Es la mejor arquitectura, nos da la mejor flexibilidad y te permite como jugador un movimiento sin cortes entre pantallas".