Shigeru Miyamoto es una de las figuras más importantes del mundo de los videojuegos. El creativo japonés, padre de algunos de los personajes y sagas más reconocidas de la industria como Mario, Donkey Kong o Zelda, es también un tipo bastante especial en el trabajo. Varios veteranos de la Gran N como Shinya Takahashi y Hisashi Nogami han dado su opinión al periódico The Guardian.
Así es trabajar con Miyamoto
"No está involucrado en los detalles del desarrollo, pero supervisa proyectos completos e identifica problemas importantes: esta parte es mala, esta parte es mala, ESTA parte es mala", comenta entre risas Takahashi. "Si él dice que algo está bien, es raro, y sabes que lo es.
Aunque haya estado diciendo que algunas cosas son buenas. Miyamoto es una persona muy tímida, e incluso cuando piensa que algo está bien hecho, es muy probable que no se lo diga a nadie directamente", apunta.
Es tal el respeto que tienen a Miyamoto, que aunque su figura es imponente, sigue siendo parte clave dentro de la aprobación y el desarrollo de determinados juegos, y aunque puede parecer un poco distante, también tiene buenas palabras. "Miyamoto jamás ha sido capaz de elogiarme", apunta Nogami.
"Tal vez no te lo diga a la cara, pero sí va diciendo por ahí que está muy satisfecho contigo", concluía riéndose Takahashi.