El Ministerio de Cultura y Deporte ha anunciado hace escasas horas una nueva partida en los presupuestos destinadas a ayudar al desarrollo de videojuegos y la cultura digital en España. Dotadas de 2,5 millones de euros, y con algunos detalles por comunicar, El País confirma que la idea es convocarlas a lo largo del primer semestre de 2019.
Una nueva inyección monetaria para el sector
Según ha explicado Adriana Moscoso del Prado, directora general de industrias culturales, se trata del compromiso directo del propio ministro José Guirao, que desde su intervención en la pasada Gamescom de Alemania, confirmó que este sector tenía la misma importancia que el cine o la literatura. "Desde el inicio de su mandato, el ministro ha apostado por el sector del videojuego. La idea que subyace a estas ayudas es precisamente una apuesta específica por apoyar y desarrollar el sector del videojuego", explicaba Adriana Moscoso del Prado, directora general de industrias culturales.
Por su parte, Luis Quintans, presidente de la patronal del sector, la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos (DEV), también ha querido valorar este nuevo presupuesto en términos positivos. "De nuevo el desarrollo español vuelve a estar de enhorabuena. Aunque a expensas de que sean aún aprobados los Presupuestos Generales del Estado, estas ayudas son una muestra más de la decisión y el apoyo que se quiere dar a la industria del videojuego en España desde organismos oficiales", añadía.
"Desde DEV esperamos que esta nueva línea de ayudas se consolide y que sea una constante dentro del ministerio. Ahora nos toca a nosotros hacer buen uso de las mismas, demostrar que somos un sector maduro y sentar las bases de la futura industria española de videojuegos" concluía Quintans.
Las ayudas serán bien recibidas. Pese a que 2018 ha sido el año también degrandes éxitos de crítica y público del sector, como GRIS, Do not feed the monkeys, Flat Heroes, Moonlighter o They are billions, la industria del videojuego supuso el primer año desde la realización del libro blanco del videojuego en España en el que el sector se contrajo, cerrándose hasta 30 estudios y peligrando la viabilidad de hasta 90 equipos y oficinas.
