Análisis de GRIS (PC, PS4, Xbox Series X/S, iPhone, PS5, Xbox One, Switch)
Es fácil ver cómo los juegos independientes buscan un aspecto artístico con el que destacar. No obstante, los pioneros como Braid, Limbo o FEZ ya lo hacían. Pero eran mucho más que una cara bonita; eran auténticos juegazos. Éste es el caso de GRIS, el juego de Nomada Studio, que además de tener una apariencia preciosa esconde una entretenida y sorprendente jugabilidad.
Videoanálisis
La vida detrás de las acuarelas
GRIS es un juego de exploración, puzles y plataformas que se centra en apostar por una narrativa totalmente implícita en la aventura, sin recurrir a una sola línea de diálogo para contárnosla. Es un título que se centra en la experiencia, en las sensaciones, y que deja que el usuario conecte con la protagonista a través de las imágenes.
Pero hay mucho más. GRIS es un juego como otro cualquiera, en el que vamos progresando, desbloqueando nuevas áreas y consiguiendo nuevos poderes. Hay desafíos, secretos y jefes finales, aunque la dificultad es bastante accesible. La complejidad reside en no terminar de entender un puzle o no encontrar el camino, pero simplemente tenemos que aprender a leer el escenario. El equipo se ha asegurado de darnos siempre las pistas para indicarnos cuál es el siguiente paso.
Esto es una de las cosas que más nos ha gustado. Es un título que respeta al jugador y que confía en la capacidad de éste para avanzar sin que un cartel le diga cómo. Todo ello contribuye a crear esta atmósfera tan especial, casi absorbente, que nos sumerge en el precioso mundo basado en las ilustraciones de Conrad Roset.
La experiencia es tan importante que ahora nos encontramos con un pequeño dilema. Explicar en profundidad las mecánicas de GRIS es la única manera de contaros cuántas cosas hace y lo bien que las hace, pero supone arruinar las sorpresas constantes con las que nos vamos encontrando, y el jugar a ciegas es como conseguimos que de verdad las sensaciones se multipliquen. Si habéis visto el tráiler de la jugabilidad oficial ya habéis visto la mayoría de posibilidades jugables; si no, os recomendaríamos que no lo hagáis y descubráis todo por vosotros mismos jugando.
A modo de resumen libre de spoilers, os diremos que Gris, la protagonista, va adquiriendo nuevas habilidades a lo largo de la aventura, permitiéndonos resolver nuevos tipos de puzles y desplazarnos por el escenario de nuevas maneras. Todo está hecho de manera muy orgánica, con mucho acierto, y siempre de manera lógica e intuitiva.
Como decimos, para ampliar el desafío contamos con una serie de secretos en forma de esferas ocultas en el mapa, que podemos encontrar para ponernos a prueba y extender la duración. A nosotros el juego nos ha durado unas tres horas y media encontrando un 75% de los secretos, pero tras completar el juego desbloqueamos un selector de capítulo para poder terminar de encontrarlos todos. El tema del backtracking podría estar mejor solucionado, pero suponemos que es el precio a pagar por una interfaz tan minimalista.
Aparte, hay una serie de desafíos secretos, pruebas integradas en la experiencia como pueden ser escapar de un jefe sin que nos toque. Son alicientes añadidos para quienes quieran aprovechar al máximo GRIS.
Música y pintura se dan la mano
Dejando la jugabilidad aparte, GRIS es una delicia para los sentidos. Desde el primer segundo hasta el último, la pintura y la música se dan la mano para crear una experiencia que envuelve al jugador, y hace que cada momento duplique su impacto. Todo está medido a la perfección para que audiovisualmente funcione como un reloj, y ver cómo las acuarelas cobran vida al ritmo de las melodías de Berlinist es un auténtico placer.
Queremos destacar esto porque, como hemos dicho antes, jugablemente es muy sencillo. La palabra experiencia va a resonar en el texto porque es el pilar de este título, y queremos dejarlo claro porque quienes busquen la satisfacción en simplemente encontrar el camino desde el punto A al punto B van a tener que expandir sus horizontes para disfrutarlo.
Al fin y al cabo, GRIS es un juego sobre sensaciones. Es la historia de una chica que redescubre el mundo que la rodea para poder enfrentarse a una dolorosa experiencia. Desde que iniciamos el juego, tenemos que abrazar las metáforas y las alegorías, subir el volumen y dejarnos llevar.
Desde un punto de vista más técnico, hay que indicar que el juego se controla de maravilla, respondiendo siempre tal y como le pedimos. Se mueve a 60 imágenes por segundo, y aunque técnicamente es muy sencillito, es muy impactante, gracias a la elaborada animación que hay detrás y a algunos efectos muy atractivos. También queremos mencionar que la versión de Switch se ve sorprendentemente bien en una pantalla a 4K, algo que nos ha llamado la atención al ser un título con muchas líneas y detalles.
Los colores de Gris
GRIS es un título especial, hecho con muchísimo cariño y dedicación. Es mucho más que un juego bonito, con niveles interesantes y desafíos bien diseñados, cuya calidad se acentúa gracias al precioso envoltorio en el que nos llega. Nosotros creemos que cuanto menos sepas de él más lo vas a disfrutar, y os aconsejamos que, si lo que os contamos en nuestro análisis –que apenas destripa nada– os atrae, os lancéis a por él. Relajaos, dejad que la música os envuelva, y ayudad a Gris a recuperar los colores de su vida.
Hemos realizado este análisis en Nintendo Switch con un código de descarga proporcionado por Cosmocover.