Dos mujeres han demandado a Riot Games, desarrolladora de League of Legends, por discriminación de género, ya que la compañía les habría negado el mismo pago que a los hombres y sus carreras en el estudio se habrían visto frenadas por ser mujeres.
Las demandantes son Melanie McCracken, que actualmente trabaja en Riot, y Jessica Negron, que ya se encuentra fuera del estudio. Según Kotaku, también habrían acusado a Riot de un clima con acoso sexual, conductas inapropiadas y prejuicios.
La demanda señala algunas de las condiciones de trabajo discriminatorias que fueron reveladas por Kotaku hace tres meses, y que afectarían a aspectos como la contratación, conversaciones, reuniones, asignación de trabajo y conversaciones sexuales explicitas donde las trabajadoras eran las protagonistas.
Riot no se ha tomado en serio las quejas
La demanda también acusa a Riot de esconder estas acusaciones tras aparecer publicadas en los medios, o comentarios realizados por un supervisor en los que se decía que "la diversidad no debe ser un aspecto principal en el diseño de los productos de Riot Games porque la cultura de los videojuegos es el último reducto seguro para los adolescentes blancos".
Algunos de los implicados en el acoso todavía siguen en Riot.
Negron señala que se hizo cargo de los trabajos de un antiguo supervisor sin ser compensada económicamente, mientras Riot contrató a hombres para ese puesto. Su queja fue ignorada y después se le pidió que continuase con ese trabajo sin el aumento de salario que se había ofrecido a los antiguos supervisores.
Las demandantes buscan poner fin a esta cultura discriminatoria en Riot, además de las compensaciones económicas por daños y salario perdido.