Un 12 de septiembre de 1998, hace veinte años, se lanzó Pokémon Amarillo en Japón. Conocido de forma oficial como Pokémon Yellow Version: Special Pikachu Edition, se trataba de un cartucho mejorado para Game Boy de las versiones Pokémon Azul y Pokémon Rojo -Verde y Rojo en el país nipón-. Era un videojuego prácticamente idéntico al juego base lanzado con anterioridad, pero apostaba por un apartado gráfico algo más depurado y vistoso, buscando parecerse a la serie de animación de Pokémon, todo un éxito en aquel momento en las televisiones de medio mundo.
Pikachu como el eje de todo
Pero quizás el elemento más reconocible de esta edición fue la decisión de centrar el protagonismo en Pikachu, que se convertía en el Pokémon más emblemático y todo un símbolo de la saga y el anime.
"Vinieron con la idea que querían que Pikachu fuera protagonista, porque Pikachu en ese momento estaba siendo muy popular entre los niños en los colegios. Era un pokémon difícil de encontrar, así que los niños estaban informados sobre él", explicaba Junichi Masuda, máximo responsable de la saga Pokémon en Game Freak.
Además, esta edición también se decidió a añadir a los icónicos Jessie y James como miembros del Team Rocket, con quienes tendríamos que librar varios combates a lo largo del juego. El cartucho para Game Boy fue un auténtico boom en Japón, y se lanzó un año después, un 19 de octubre de 1999 en Norteamérica. El videojuego tardó incluso un año más en salir en Europa, donde pudimos disfrutarlo el 16 de junio del año 2000.
Pokémon Amarillo, que ha tenido varias reediciones a lo largo de los años -incluso una versión para la consola virtual de Nintendo 3DS-, consiguió vender 14 millones de copias. Su influencia es tal que, años después, The Pokémon Company y Game Freak han decidido que sea el corazón de la nueva entrega de la saga, Pokémon: Let's Go, Pikachu! / Let's Go, Eevee! para Switch, que llegará a la consola el próximo noviembre.
Tenéis más detalle de esta entrega, aquí.