Electronic Arts anunció ayer que Battlefield V retrasaba su lanzamiento al 20 de noviembre, un mes más tarde de la fecha prevista. La noticia ha provocado que en este momento las acciones caigan un 9,79 %.
La compañía también se vio obligada a cambiar sus previsiones para el año fiscal, que termina a finales de marzo, dado que se trataba de uno de sus juegos más importantes para los próximos meses junto a FIFA 19 y Anthem.
El cambio de fecha no es del todo malo, ya que muchos analistas habían alertado de las bajas reservas del juego y el peligro que competir en unos días con grandes superproducciones: Assassin's Creed Odyssey (5 de octubre), Call of Duty: Black Ops IIII (12 de octubre) y especialmente Red Dead Redemption 2 (26 de octubre). Ahora el juego de DICE tendrá aproximadamente un mes para realizar cambios en respuesta a la beta y mejorar la promoción, aunque también deberá hacer frente a Fallout 76 -14 de noviembre-.
La amenaza de Fortnite
Bloomberg también señala la presión de Fortnite Battle Royale, un fenómeno del multijugador que ha obligado a Call of Duty y Battlefield a adaptarse a este modo de supervivencia. Además, el juego de Epic cuenta con una ventaja clave: es gratuito, y atrae a un público menos interesado en el realismo histórico o la simulación.
"Queremos tomarnos tiempo para continuar haciendo algunos ajustes en la jugabilidad y asegurarnos de que se pueda ofrecer el potencial de Vientos de Guerra. Sabemos que mover la fecha del juego significa que debéis esperar algo más, pero queremos tomarnos el tiempo necesario para hacer las cosas bien", dijo DICE en el anuncio del retraso.
