Microsoft ya está preparando su nueva generación de Xbox. Conocida internamente como Scarlett, la nueva máquina de la empresa de Redmond será la sustituta de Xbox One y Xbox One X, y tal y como se anunció en el pasado E3, marcará un antes y un después en la industria. A través de varias fuentes -entre ellas Brad Sams, uno de los mayores expertos de Microsoft-, se ha filtrado gran cantidad de información que nos ayudaría a comprender el cambio de paradigma que está gestando Microsoft en sus oficinas y que tiene una palabra clave en mente: el streaming.
Dos modelos de consola: tradicional y otra enfocada en la nube y el streaming
Que no cunda el pánico. Microsoft está diseñando dos modelos de su nueva Xbox. Una de ellas, pensada de forma tradicional, como ya anticipó Phil Spencer en la citada feria de Los Angeles. La otra máquina, también nacida del proyecto Scarlett, buscará apoyarse en la ejecución remota de juegos en servidores y en el streaming. Scarlett, en sus dos vertientes, está siendo diseñada por el mismo equipo que concibió Xbox One X y tendría una fecha de lanzamiento prevista para 2020, aunque de momento, no hay más detalles al respecto.
Sus especificaciones técnicas finales, dado que hablamos de un proceso lento y que debe hacer coincidir temas tan variados como el coste de fabricación, el tamaño o el acceso a según qué componentes de determinados fabricantes, siguen siendo una incógnita. Hablar de teraflops en estos momentos, según la fuente consultada, es como construir castillos en las nubes. De hecho será la nube y el streaming el eje de ambas máquinas, especialmente de una de ellas, que contará con la posibilidad de ejecutar videojuegos de gran calidad de forma remota. Este servicio se conoce de manera interna como Scarlett Cloud y se trata de la plataforma que Microsoft anunció el pasado E3 2018.
Este dispositivo de juego remoto, que buscará renderizar los videojuego a través de procesos y elementos de streaming, será más barato que el sistema tradicional con hardware local, y será el primer paso de Microsoft hacia su visión del juego en cualquier lugar, momento y situación sin importar el dispositivo que se tenga.
Para conseguir este logro, impensable con la tecnología actual, el equipo de ingenieros de Xbox y Project Scarlett ha diseñado una técnica y un sistema de software exclusivo que ejecuta tareas de forma local y evita problemas como el input lag. "Nuestros ingenieros en la nube están creando una red de juegos en streaming para poder disfrutar de los juegos de consola en cualquier dispositivo", comentaba Spencer el pasado junio sobre el servicio que funcionará en Xbox, PC o teléfonos.
La máquina sería capaz de calcular elementos muy variados como el procesado de imagen, la colisión, las físicas y la respuesta del mando en tiempo real, minimizando de manera evidente algunos de los problemas que acarrea hoy en día el juego en streaming. Si bien esta máquina será más barata que la versión clásica de Xbox, Microsoft seguiría ajustando el precio para que no ascendiera demasiado y se convirtiera en una consola 'entry-level' dentro de la línea y gama de máquinas de nueva generación. Algunos rumores afirman que se trata de una reinvención de la línea Xbox Hobart, que se comenzó a diseñar hace dos años a nivel interno, y que iba a ser una edición de Xbox One sin lector óptico, más barata, y enfocada al juego bajo demanda. Misteriosamente, confirmaban varias fuentes en su día, se canceló en su ciclo final del desarrollo para dar paso a otras ediciones como Xbox One S y Xbox One X.
Dos sistemas equivalentes: sin consumidores de primera o segunda
Un aspecto importante de estas dos hipotéticas consolas, es que Microsoft no quiere consumidores de primera y segunda. Todos los títulos que se diseñen para Scarlett en sus dos ediciones, tradicional y streaming, serán de la misma calidad, sin problemas de compatibilidad. Una vez más, y como la compañía viene diciendo desde hace meses, los juegos de Xbox, Xbox 360 y Xbox One serán retrocompatibles con esta nueva generación de sistemas, perpetuando la biblioteca viva de la marca en términos de videojuegos. La aparición de estos rumores confirman la tendencia de mercado que comienza a vislumbrar la desaparición o minimización del formato físico en la industria del entretenimiento.