Call of Duty: Infinite Warfare es el juego más vendido la última semana en Reino Unido, y el segundo mejor lanzamiento del año detrás de FIFA 17.
Estos datos no ocultan sin embargo que las ventas de la saga se están frenando. Según las cifras, es un descenso del 48,8% respecto a Black Ops III, el Call of Duty de 2015.
Si no incluimos las unidades para la pasada generación de Black Ops III, el descenso todavía es del 43,6%.
No está claro si las ventas digitales compensan estas diferencias, y los primeros análisis especulan con un agotamiento no sólo de Call of Duty, sino también de la temática futurista. El reciente lanzamiento de Titanfall 2 podría haber afectado al juego de Activision.
En comparación, las ventas de su principal rival, Battlefield 1, fueron superiores en el mismo país a las combinadas de Battlefield 4 y Hardline, lo que demuestra una clara tendencia ascendente que podría deberse al cambio del marco histórico -la Iª Guerra Mundial-.
En nuestro análisis hemos concluido que "en Call of Duty: Infinite Warfare tenemos una campaña muy divertida y espectacular, y un multijugador con todos los vicios y virtudes de los últimos años, y para bien y para mal, demasiado parecido al del año pasado".