Un remake de los Crash Bandicoot originales, Resident Evil volviendo al miedo, Shenmue III, el remake de Final Fantasy VII... y el retorno de Half-Life. Parece que nuestra lista de deseos se está cumpliendo, pero hemos pasado muchos años pidiendo estos retornos hasta que nuestras plegarias han sido escuchadas. Con Half-Life: Alyx a la vuelta de la esquina, no vemos mejor momento para hablar de la saga de Valve.
Half-Life es una saga conocida por su abrupta cancelación. Cuando estaba en lo más alto, desapareció sin dejar rastro, dejando a sus seguidores 13 años en el olvido. Pero Valve tenía mucho más preparado, y el proyecto cancelado que hoy nos ocupa es prueba de ello. Originalmente, Half-Life 2 iba a contar con tres episodios que servirían para expandir y cerrar su historia, con el último de ellos, según la propia Valve, planeado para diciembre de 2007. Dos de ellos los jugamos; el tercero nunca llegó a salir de los equipos de desarrollo.
Después del lanzamiento del segundo episodio y The Orange Box, la compañía empezó a ignorar la existencia de este título en el que, sin lugar a dudas, habrían empezado a trabajar. En 2008 se filtraron algunas ilustraciones del proyecto, y Gabe Newell reveló que estaban trabajando en crear un personaje sordo que se comunicaría con lenguaje de signos para un próximo proyecto, que mucha gente supuso que sería este Episodio 3.
No sería hasta 2010 cuando volveríamos a escuchar algo sobre él. Newell aseguraba que estaban estudiando diferentes maneras de ampliar el rango de emociones que ofrecían sus títulos, o cómo el próximo Half-Life podría aterrorizar al jugador. Está claro que algo estaban haciendo, pero no parece que ni ellos mismos lo tuviesen claro. En 2011 volveríamos a escuchar algo de este tercer episodio por última vez... y no precisamente buenas noticias. Newell confirmaba lo que era un secreto a voces. Valve había abandonado el formato episódico, y con él este tercer episodio. Si estaban intentando reconvertir todo el trabajo que habían hecho hasta entonces en un Half-Life 3 propiamente dicho, si habían entrado en un desarrollo complicado de que no podían salir, o si simplemente habían abandonado la saga, no estaba claro. De hecho, ni siquiera está claro a día de hoy.
No sabemos mucho de cómo habría sido la jugabilidad más allá de que, con toda probabilidad, sería un juego de disparos en primera persona, pero sí que sabemos bastante de la historia. Tras casi una década sin sacar ningún juego, Marc Laidlaw, el escritor de la saga Half-Life, abandonaba Valve. Esto, por suerte, abrió las puertas a conocer cómo habría terminado este arco argumental. En 2017, Laidlaw publicaba en su página personal «un sueño que tuve hace mucho tiempo», llamado Epístola 3, en el que se relataban eventos que, perfectamente, parecían encajar con los del juego perdido, incluyendo personajes con nombres ligeramente modificados para no coincidir con los de Half-Life, pero permitiendo que fuesen perfectamente reconocibles.
Obviamente, para hablar de esta historia tenemos que hacer referencias a títulos anteriores, por lo que si queréis evitar que os destripemos algunos eventos, no es mala idea dejar de leer.
Todo parte de la muerte de Eli Vance en Episode 2. A partir de aquí, Alyx, su hija, y Gordon Freeman, el protagonista de la saga, se embarcan en un viaje para destruir el barco Borealis, mientras otro equipo sigue sus pasos en un transporte diferente. Alyx y Gordon viajan en helicóptero a la posición helada del Borealis, pero de manera imprevista el vuelo sufre un accidente. Al llegar a la zona del navío, los protagonistas se percatan que el ejército Combine lo ha rodeado con una gigantesca estructura.
Tras estudiar cómo se puede acceder a ella, la pareja se lanza a la aventura hasta que son detectados y detenidos por el Dr Breen, antiguo ejecutivo de Black Mesa aliado ahora con el ejército extraterrestre. Sin embargo, la detección no se realiza directamente por el doctor, sino por una especie de ser alienígena que guarda su conciencia y que desconoce, al parecer, que el personaje está muerto. En este proceso, el ser pide a Alyx y a Gordon que acaben con su vida.
Al avanzar la partida, Alyx y Gordon se encuentran a la doctora Judith Mossman atrapada en una prisión. En este punto se produce un enfrentamiento entre Alyx y la científica, a la que culpan de la muerte de su padre en el episodio anterior. Aquí se revela que Judith siempre fue una agente doble de la Resistencia infiltrada en los Combine, que el Borealis cuenta con una tecnología capaz de viajar en el tiempo y en el espacio, y que debe ser rescatada por la Resistencia para aumentar sus posibilidades contra los invasores. Entonces, se produce un nuevo enfrentamiento entre Alyx y Mossman, dado que la primera quiere destruir el artilugio y la segunda utilizarlo.
En este cara a cara, Alyx mata a Mossman y la joven sigue su camino junto a Gordon Freeman para usar este dispositivo que tiene forma de misil contra el Centro de Mando de las Fuerzas Combine. Tras esta decisión, el juego sigue su curso hasta que en un punto en el que los protagonistas están a punto de morir, cuando el enigmático G-Man se presenta a Alyx por primera vez y hace que la coprotagonista siga sus pasos. Mientras, Gordon acaba viajando a un lugar del futuro rescatado por los Vortigaunts.
Laidlaw dijo que su idea era crear siempre finales abiertos, en los que nunca hubiese un cierre claro, y continuar haciéndolo mientras la saga lo permitiese. Esto, además, permitía a los desarrolladores libertad para imaginar nuevos mundos y situaciones, y al escritor le daba las herramientas que concebir nuevas historias casi sin restricciones. ¿Habrá algo de Laidlaw en Alyx?