Tras una larga etapa centrado en Kinect, Rare finalmente deja atrás el periférico de Microsoft para volver a hacer un juego tradicional. Sea of Thieves está a la vuelta de la esquina, y nos ha parecido una gran oportunidad para volver a recuperar la historia de Dream. Y sí, decimos "volver" porque no es la primera vez que hablamos de él.
Hace tres años no sabíamos mucho de este título. Sabíamos que existía y habíamos visto una pantalla, y que finalmente se había convertido en Banjo-Kazooie. Con el lanzamiento de Rare Replay el estudio cambió de política por completo, y no sólo dejó el secretismo por completo, sino que abrió las puertas de sus archivos para mostrarnos algunos de los proyectos cancelados en los que había trabajado. Uno de esos proyectos es Dream: Land of Giants.
Con este título comenzó como una especie de aventura rolera para Super Nintendo, en la que el equipo quería darle buen uso a los equipos que habían utilizado para prerrenderizar los gráficos de la saga Donkey Kong Country. Con este nuevo proyecto iban a llevar el apartado visual todavía más allá, con más detalle en los personajes, animaciones más elaboradas y elementos de tamaño gigantesco en pantalla.
A diferencia de Donkey Kong Country no era un juego de desarrollo lateral, sino que apostaba por una vista algo más isométrica, que nos permitía tener mayor sensación de exploración. El equipo quería crear una mezcla entre los juegos de rol japonés y las aventuras gráficas de LucasArts, aunque a decir verdad, no sabemos exactamente cómo iba a funcionar esa mezcla. Cabe esperar que hubiese zonas con puzles que resolver, usando objetos y demás.
A juzgar por los vídeos publicados, los pilares principales iban a ser la exploración y el combate. Como decíamos anteriormente, este título acabó convirtiéndose en Banjo-Kazooie, y el dúo protagonista ya estaba presente desde el principio, sólo que originalmente eran un joven llamado Edson (o Edison) y su perro llamado Dinger. Edson sería el personaje que controlaríamos, mientras que Dinger nos serviría de apoyo para ayudarnos con los enemigos o encontrar objetos ocultos en el escenario.
La historia iba de un grupo de piratas que querían construir un barco volador, ya que pensaban que sería más fácil conquistar territorios si no tuviesen que moverse por el agua. Así, nuestro objetivo era encontrar una serie de flotadores (¿mágicos?) que permitirían que nuestra nave se mantuviese en el aire.
Técnicamente, como podéis ver en el vídeo, es un auténtico prodigio para SNES. Uno de los elementos más espectaculares era una especie de pata de dinosaurio que aparecía en algunas zonas para aplastarnos y que, suponemos, daban nombre al título. Los árboles temblarían, las hojas caerían, y ése sería nuestro aviso para huir del pisotón que prácticamente ocupaba toda la pantalla. Poco después de implementar esto, el estudio decidió que era el momento de mover el desarrollo a la nueva consola de Nintendo, Nintendo 64.
En SNES, Dinger se había quedado con todas las habilidades, mientras que Edson sólo podía moverse y atacar, así que Rare decidió dejar un único personaje que tuviese todas las habilidades. En Nintendo 64, el estudio pensó que tendrían un público más adulto, y dejaron de lado la parte fantástica de la temática original para centrarse en la parte pirata. Las mecánicas seguían siendo parecidas, con la exploración y el rol siendo los pilares principales.
En esta etapa fue cuando se introdujeron personajes como el Captain Blackeye de Banjo-Kazooie, y al empezar a introducir nuevos personajes, se estudió también cambiar al protagonista. La barrera de lo humano desapareción, y Edson se convirtió en varias criaturas, incluyendo un conejo, hasta que finalmente, un oso humanoide acabó quedándose con el puesto.
Rare pasó 16 meses trabajando en Dream, pero el proyecto era demasiado ambicioso para Nintendo 64. Ya con el oso como protagonista decidieron hacer algo más pequeño y que se ajustase mejor a las habilidades del estudio. Es así como decidieron experimentar con algo más plataformero, en la línea de Donkey Kong Country, pero en 3D. Eso sí, originalmente, Banjo-Kazooie era bastante más lineal de lo que acabó siendo, aunque como se suele decir, ésa es una historia para otro día.
Es curioso cómo Gregg Mayles, uno de los más veteranos de Rare –lleva casi 30 años en el estudio– va a ver finalmente su sueño de hacer un juego de piratas hecho realidad con Sea of Thieves. Mayles no sólo participó en Dream: Land of Giants, sino en otro juego de temática pirata cancelado. ¿Ésa? También una historia para otro día.
Apéndice:
Ilustraciones y storyboards:
Vídeo de Rare en el que discuten el proyecto: