Si echamos la vista atrás, las adaptaciones de películas a videojuegos casi siempre han sido o fantásticas o mediocres. Algunos de los mejores plataformas de los 16 bits vienen directamente del cine, mientras que otros muchos intentaron recrear largometrajes de manera tan olvidable que ni nos acordamos de ellos. Dirty Harry era un proyecto de Warner Bros. que nunca sabremos en qué lado de la escala entre «juegazo» y «desastre» habría acabado.
Al mejor estudio
El retorno de Dirty Harry en forma de videojuego fue, de hecho, idea de Warner Bros. Interactive, que le ofreció la licencia a varios desarrolladores para ver quién ofrecía la propuesta más interesante. Al parecer, esto fue a mitad de 2004, y a finales de ese mismo año The Collective se hacía con los derechos para desarrollar el juego. El equipo norteamericano tenía experiencia con licencias como Star Trek, Buffy o Indiana Jones, y en aquel entonces estaba trabajando también en Star Wars, por lo que parecía un buen compañero de negocios para Warner. No sabemos a qué otros estudios se les ofreció presentar su pitch para el proyecto.
The Collective comenzó el desarrollo poco después, en enero de 2005, y el juego se anunció en febrero del mismo año, tan sólo un mes más tarde. Había cierta prisa por sacar el proyecto adelante, ya que tenía que coincidir con el lanzamiento de las películas de Dirty Harry en HD-DVD. Para Warner Bros. era un proyecto muy importante, con Clint Eastwood involucrado como consultor creativo, además de prestando su voz y rostro. Otros actores importantes también aparecerían en la aventura, como Laurence Fishburne, Gene Hackman y Lucy Liu.
Warner anunció Dirty Harry simplemente indicando que llegaría para la «nueva generación», aunque ahora sabemos que era para PlayStation 3 y Xbox 360, con la consola de Microsoft siendo la prioridad durante el desarrollo. Más adelante, en 2006, Sensory Sweep Studios –un estudio bastante desconocido que había trabajado en algunos juegos con licencias conocidas, como Jackass o Tiger Woods– se encargaría de adaptarlo a Wii, PS2 y PC, así como a rehacerlo por completo para Nintendo DS.
Rellenando el vacío
Warner Bros. Interactive tenía grandes expectativas y fe en el proyecto, de ahí que se anunciase tan pronto, pero pasarían bastantes meses hasta que terminase la preproducción y comenzase el desarrollo propiamente dicho. Tras estudiar la posibilidad de hacer un juego de mundo abierto en San Francisco, The Collective decició centrarse en una fórmula más tradicional, dividiendo una historia que transcurriría entre las dos primeras cintas en diferentes misiones más lineales.
A nivel jugable, era una aventura de acción en tercera persona con disparos y combate cuerpo a cuerpo, a medio camino entre Gears of War y Uncharted, incluyendo las coberturas pero no el plataformeo. La historia del juego, diseñada para profundizar más en el personaje, iba a ser fija, pero sí que había un sistema de «reputación» que dependería de cómo nos enfrentábamos a las diferentes situaciones. Generalmente, dependería de si acabábamos con los enemigos a balazos o noqueándolos. Esto afectaría a la percepción de los demás personajes. Por ejemplo, podríamos meternos en problemas con el sheriff si matábamos a demasiada gente o hacer que los malos no nos tomaran en serio por ser demasiado buenos.
El final de Harry
Hasta 2007, Dirty Harry avanzaba sin problemas, pero una visita de Warner Bros. Interactive lo cambió todo. Al parecer, la editora no estaba contenta con cómo avanzaba el juego y decidió cancelarlo repentinamente, incluyendo, poco después, las versiones para otras consolas y PC en las que trabajaba Sensory Sweep. Al parecer, en marzo de 2007 –cuando se canceló– el proyecto estaba al 70%, listo para debutar ese mismo año junto a la remasterización de las películas.
Según un desarrollador de The Collection, Warner les dio a entender que el proyecto se había cancelado, pero lo cierto es que, en realidad, lo estaban cambiando de manos. Así, TimeGate Studios, que venían de terminarF.E.A.R.: Perseus Mandate, tomaron el relevo para reimaginar la aventura casi por completo, gracias a un modo cooperativo para dos jugadores. El problema es que The Collection había usado su motor interno, sobre el que la editora no tenía ningún derecho, lo que implicaba hacer todo desde cero.
Al final, Dirty Harry no llegaba a los niveles de calidad que Warner Bros. Interactive esperaba, y ni siquiera Monolith Productions –responsable de Shadow of Mordor– consiguieron satisfacer a la editora tras sumarse como equipo de apoyo. A mediados de 2008, y tras años de invertir dinero sin ver los resultados que esperaban, el desarrollo de Dirty Harry se detenía por completo y de manera definitiva. Quedan bastantes imágenes de este proyecto pero, por desgracia, no parece que la saga de Clint Eastwood vaya a volver a los videojuegos. Si queréis más información sobre este título, os animamos a echarle un ojo a este artículo.
