El otro día salía la noticia de que Concerned Ape, desarrollador de Stardew Valley, se hacía más indie aún y dejaba de estar "controlado" por la empresa Chucklefish. Este movimiento no es demasiado raro (de memoria recuerdo el caso de Angry Birds y Chillingo / Rovio), ya que no hay nada que le guste más a una empresa independiente que ser… realmente independiente.
Aunque podemos preguntarnos que qué es lo que hace más independiente a un creador, si realizar todo el trabajo por su cuenta o ceder la comercialización y poder centrarse realmente en la creación de videojuegos, tal vez ese tema lo dejaremos para otro día. Hoy prefiero echar un ojo a los equipos de desarrollo que a veces ceden la comercialización de sus juegos en otras empresas, y que ya han demostrado de manera notable que que sus obras no son flor de un día, sino que repiten éxito cada cierto tiempo.
Edmund McMillen
Empezamos por el que resulta ser una de las caras más conocidas por la escena de videojuegos independiente, tal vez por su aparición en el famoso documental Indie Game: The Movie. La historia de Edmund McMillen es relativamente conocida, así que nos quedaremos con lo más importante. Tras participar en el exitoso Super Meat Boy la propiedad intelectual de este personaje parece haber quedado en manos del otro creador (Tommy Reffenes), y Edmund se ha dedicado a realizar otros videojuegos igual de exitosos, que suele acabar cediendo al estudio Nicalis (Binding of Isaac, The End is Nigh), y ahora está desarrollando The Legend of Bum-bo, mientras que su otro proyecto, Mewgenics, está sufriendo un proceso más lento.
WayForward
Podemos considerar a WayForward la empresa independiente menos independiente de todas. Y es que además de hacer juegos como Shantae o Mighty Switch Force, también realizan un montón de juegos para otras empresas. Prueba de ello es el juego de The Mummy Demastered, la cuarta entrega de Contra, un par de juegos para SEGA con las licencias de Aliens y Thor, y un montón de obras muy interesantes, incluso algunas de ellas alejadas de los espacios que suelen dominar (las plataformas y los disparos en dos dimensiones). Incluso en ocasiones han publicado juegos de otros desarrolladores, como Mystic Belle.
Deconstructeam
Estos valencianos tienen dos vertientes, por un lado suelen hacer juegos en Jams o por libre, y muestra de ello son juegos recientes como Eternal Game Floristry, 11.45 A Vivid Life o Behind Every Great One, que se pueden obtener de manera gratuita desde su página de Itch.io, y por otro lado sus juegos comerciales, que en ambos casos han aparecido bajo el sello de Devolver Digital, y muestra de ello son sus éxitos Gods Will Be Watching y The Red Strings Club.
Double Fine
La empresa de Tim Schafer y compañía resulta ser una de las que más varía entre publicarse a sí mismos, y recibir cierta ayuda por parte de empresas externas, además de ayudar a otros desarrolladores en algunas ocasiones. Headlander se hizo gracias a un acuerdo con Adult Swim, el primer Psychonauts con Majesco, y el segundo con Starbreeze, y también repitieron con Majesco con la secuela de
Croteam
Seguramente la empresa croata más conocida del panorama internacional, lo cierto es que hablamos de una empresa con varias décadas de historia, pero con dos periodos bien diferenciados. En el primero se dedicaron a hacer juegos de fútbol para PC y Amiga, y en el segundo se juntaron con Gathering of Developers primero, y con Devolver Digital después (hay que decir que los fundadores en común entre ambas empresas), para sacar adelante la saga Serious Sam (de disparos) y The Talos Principle (de puzles filosóficos). Tienen un par de juegos anunciados fuera de este binomio, pero veremos en el futuro que tal les funciona este apartado.
Giant Sparrow
Según parece también hay una relación entre Sony Santa Monica y la división de interactivos de Annapurna, y en ambos casos este estudio californiano ha trabajado con ellos. En el primer caso realizaron un juego llamado The Unfinished Swan, que si bien fue conocido no llegó a tener el mismo tirón que tuvieron los proyectos de Thatgamecompany (la cual no sale en este listado porque su caso es bastante especial por ahora), pero con el segundo juego, What Remains of Edith Finch, por un lado consiguieron un éxito enorme a nivel de crítica, y por otro lado ayudaron a posicionar a Annapurna Interactive en el mapa de los videojuegos.
Super Megateam
Otro equipo valenciano que suele trabajar con editoras internacionales, aunque en este caso han ido variando tanto de plataformas como de editoras. El primer juego que realizaron fue Pro Zombie Soccer, un divertido juego de acción en el que el jugador tenía que defenderse a balonazos de un ataque zombi, y lo distribuyó Chillingo. El segundo, Supermagical, con el que comparte mecánica básica pero poco más, lo distribuyó Gala en dispositivos móviles. Y el tercero, Rise & Shine, es un juego muy conocido para consolas y PC que tuvo a bien editarlo Adult Swim.
Funomena
Otro estudio californiano, en este caso sito en la misma ciudad de San Francisco, que cuenta entre sus componentes algunas personas tan conocidas como Keita Takahashi, padre de Katamari Damacy, Noby Noby Boy y otros juegos muy peculiares, y Robin Hunicke, a la que tal vez recordéis de Los Sims o el mismísimo Journey. Tras montar Funomena han trabajado con Google en proyectos como Woorld, con una universidad de California en Terra, un proyecto educativo, y finalmente será Annapurna quien distribuirá Wattam, mientras que con Luna han preferido seguir el camino de la independencia total.
Tequila
Este equipo madrileño está considerado un equipo independiente a pesar de su relativo gran tamaño (unas 50 personas). No en vano han llegado a editar juegos de otros desarrolladores, como The Sexy Brutale, además de ver cómo uno de sus juegos, Rime, acabó volviendo a sus manos desde Sony, y fue editado por una triple entente entre Greybox, Six Foot y Badland Publishing. Además, Deadlight, su primer proyecto al principio fue editado por Microsoft, aunque su versión mejorada fue editada por Deep Silver /Thq Nordic.
White Owls
Acabamos el repaso con este estudio nipón, comandado por el simpar Hidetaka Suehiro (también conocido como Swery), el cual primero lanzó un juego de realidad virtual de manera independiente, pero posteriormente ha lanzado The Missing: J.J. Macfield and the Island of Memories junto a Arc System Works, y seguramente en la distribución de The Good Life haya contado con el apoyo de Microsoft, algo que se nota en el lanzamiento directo del juego en Xbox Game Pass.
Como podréis ver, hay bastantes desarrolladores de los considerados independientes que prefieren centrarse en su trabajo creativo, y no tener que realizar faena de venta de cara al público. Incluso los hay que sabiendo las complicaciones que ésto tiene, cuando pueden ayudan a otras empresas desarrolladoras. ¿Hay algún caso que queráis compartir con nosotros?
¡Hasta la semana que viene!