Dragon Ball: Sparking! Zero, el nuevo sucesor de la serie Budokai Tenkaichi, va a suponer el punto de entrada a esta emblemática franquicia de videojuegos para muchísimos jugadores novatos. Tal es así, que muchos usuarios ya se están topando con que este título puede ser de lo más desafiante y exigente en muchos de sus combates. Y es que la dificultad es bastante elevada, incluso para algunos jugadores veteranos.
Por suerte, el juego presenta un selector de dificultad, aunque es un poco confuso llegar a él y puedes no entenderlo del todo bien en tus primeras horas. En esta entrada de nuestra guía te vamos a explicar cómo se puede cambiar la dificultad de la CPU o cómo bajar la dificultad en el modo historia, ya que son dos cosas independientes, entre otros detalles.
¿Cómo reducir la dificultad de los combates de episodios?
En el modo combates de episodios, el que vendría a ser el modo historia de Dragon Ball: Sparking! Zero, existen hasta dos niveles de dificultad.
Por un lado tenemos la dificultad normal o predeterminada, que es la general configurada por defecto al empezar a jugar; y por otro lado tenemos la dificultad reducida, la que pretende ser más "accesible" y fácil para cualquier jugador.
Dado que empezarás jugando en dificultad normal, seguramente te interese saber cómo bajar la dificultad de la historia si te atascas. Esto se puede hacer de dos maneras diferentes:
- Puedes bajar la dificultad de cada saga desde la vista del mapa del episodio, pulsando el botón L2 en PS o LT en Xbox (esta opción se puede usar todas las veces que quieras para ir alternando entre las dos dificultades).
- También puedes reducir la dificultad al perder un combate en la historia, ya que aparecerá una opción de reintentar el combate bajando la dificultad.
Hay que decir que la dificultad reducida en el modo historia sigue siendo muy poco condescendiente con los jugadores, ya que la IA en muchas ocasiones no da tregua y puedes perder una y otra vez en los combates más difíciles de cada saga.
Por otro lado, como bien te advierte el juego, lamentablemente si reduces la dificultad de la historia no podrás cumplir con las condiciones secundarias de los combates que tienen caminos alternativos, es decir que no podrás desbloquear los episodios Sparking opcionales jugando en fácil la historia. Así que te tocará aprender a dominar los controles del juego si quieres explorar esas otras rutas. Eso, o también puedes consultar este truco infalible que te compartimos en nuestra guía para aprender derrotar a los oponentes más duros del juego sin demasiados problemas.
¿Cómo ajustar la dificultad de la CPU en combates?
Al margen del modo historia de Dragon Ball: Sparking! Zero, este juego tiene un selector de dificultad para la CPU de hasta cuatro niveles diferentes, que son débil, normal, fuerte y súper.
- Esta dificultad se puede configurar en los combates contra la CPU del modo "Combates" o el modo "Torneo Mundial".
- Para ello debes ir la pantalla de ajustes de partida, en la pestaña de "Ajustes de reglas".
- En este panel verás una opción que dice "Seleccionar nivel de la CPU"; ahí podrás escoger la que consideres más apropiada para ti.
Configurar ayudas de controles
Por último, no queremos olvidarnos de mencionarte que Dragon Ball: Sparking! Zero tiene algunos ajustes de accesibilidad que puedes configurar para hacer algo más fácil el videojuego.
- Desde el menú principal del juego accede a opciones.
- Entra en el apartado "Accesibilidad".
- Aquí puedes mover las opciones de "Ayuda en combate" y configurarla si lo deseas en "Automático".
De esta manera muchas opciones de asistencia para realizar combos, guardias, contraataques o Acometidas Dragón se activarán. Verás que así será algo más sencillo ganar batallas si eres un jugador principiante y todavía no dominas los controles.
En cualquier caso, te recomendamos también ir al centro de entrenamiento y completar todos los tutoriales del juego. Ahí podrás aprender gran parte de los entresijos de los controles de esta entrega, que son muchos y muy variados, y es importante dominarlos para que el juego no sea un suplicio.