Kingdom Come: Deliverance se desarrolla en el Reino de Bohemia en pleno siglo XV. El juego cuenta con gran cantidad de elementos realistas tanto en su diseño como en el desarrollo de la jugabilidad. A lo largo de nuestra partida nos vamos a encontrar con escenarios medievales de todo tipo, en un gran mundo virtual con una extensión de 16 kilómetros cuadrados. Warhorse Studios ha utilizado el motor gráfico CryEngine de Crytek para recrear este territorio del pasado que vive una invasión por las luchas internas entre la familia del monarca fallecido y la nobleza. Los pobres, como suele suceder, son los que lo sufren.
En este entramado histórico que es fiel a los hechos sucedidos en aquella época en el Reino de Bohemia conocemos a Henry, el hijo del herrero que reside en un pequeño pueblo llamado Skalice.
Nuestro día a día como joven de la Edad Media transcurre con normalidad hasta que nuestra villa sufre el ataque de unos extraños soldados extranjeros. El asalto acaba con la mayoría del pueblo muerto, incluidos nuestros padres, y Henry tiene que huir con las tropas enemigas pegadas a los lomos de un caballo robado.
El protagonista se salva por los pelos, es recogido por un señor al que advertimos de la llegada de las tropas enemigas. Nos da cobijo, cura nuestras heridas y reconoce nuestro valor. Aquí comienza realmente la aventura del jugador de Kingdom Come: Deliverance, cuando decidimos cumplir con nuestro deber y dar sepultura a nuestros padres y clama venganza contra quienes han asediado nuestro pueblo. Un par de horas después habremos conseguido nuestro caballo y podremos comenzar a recorrer el mundo a libertad.
La estructura del mundo es natural y está compuesta por múltiples villas, campamentos y castillos que están poblados por personajes controlados por la inteligencia artificial que tienen sus propias rutinas de vida. El juego presenta ciclos día/noche en los que cambian las actividades que realizan los personajes. Los guardias, por ejemplo, realizan rutinas específicas de protección por las noches para controlar que las tabernas no tienen conflictos con los últimos parroquianos que quedan bebiendo alcohol.
Es importante tener en cuenta estos ciclos porque la posición de los NPC cambiará en cada momento del día según sus actividades, de ahí que en un instante del día el personaje que nos da misión esté realizando trabajos y por la noche no lo encontremos porque está en su casa, cerrada, durmiendo. Si ves que no aparece un NPC, prueba a acelerar el tiempo e investiga.