Forza Motorsport se acerca cada vez más a la línea de salida, aunque aparentemente su fecha de lanzamiento, nunca especificada, se ha pospuesto. Microsoft anunció el año pasado que llegaría esta primavera, pero tras el Developer_Direct emitido el 25 de enero el estreno se ha quedado en un más difuso 2023. No hay de qué lamentarse. Los detalles del título comentados en ese vídeo cargado de momentos inéditos de gameplay prometen un juego de coches increíble.
Los simuladores de conducción son una de las demostraciones más directas de las capacidades técnicas de una consola, y este hará lo propio con Xbox Series X/S (también saldrá en PC). Esto se debe a que permiten mostrar vehículos, escenarios y climatologías fotorrealistas, pero también a que la simulación de la mecánica de los coches y lo fidedigno de las físicas mejoran exponencialmente con cada salto generacional.
Turn 10 Studios promete que Forza Motorsport es "el juego de conducción más avanzado técnicamente que se haya hecho". Chris Esaki, director creativo, asegura en la última emisión de Forza Monthly que el juego se ha reconstruido desde cero. No es una continuación de Forza Motorsport 7 como este lo fue de Forza Motorsport 6. Es un reboot, un salto de gigante producido por los cambios sustanciales en el motor gráfico, en las herramientas que utiliza el equipo, en multitud de los sistemas, e incluso en los modos.
La espectacularidad visual de Forza Motorsport se muestra por sí sola, pero lo que permiten las posibilidades técnicas de las consolas de última generación de Microsoft y los ordenadores más modernos va más allá de reflejos chulos y de marcas de barro en los bajos del coche.
La idea es que todos estos retoques que han alargado tanto el desarrollo (tanto que los anteriores juegos de la serie han sido ya retirados de las tiendas digitales y de Game Pass por la pérdida de licencias) se notarán al pisar al acelerador, al tomar una curva y al cambiar pintura con otros pilotos. La importancia de todo eso es lo que intentamos explicar en este artículo.
Cifras que anticipan un simulador inacabable
Forza Motorsport tendrá en el lanzamiento más de 500 coches que se podrán personalizar con 800 mejoras y modificaciones únicas que, además de cambiar su diseño visual, afectarán a la conducción: un alerón no es solo para fardar. De esos vehículos, más de 100 son nuevos para la serie, y habrá muchos más coches "modernos", en palabras de Chris Esaki, que nunca antes. Entre ellos se han anunciado el Cadillac Whelen Racing DPi, el Ginetta LMP1 de 2019 (que también estrena esta marca en la saga) y el Porsche Mission R de 2021.
Cada coche, no solo los nuevos, se ha rehecho para adaptarlo al nuevo motor de físicas y al nuevo motor gráfico. Los nuevos shaders y materiales se han diseñado para que conjuguen con el sistema de ray tracing, y con los sistemas de pintura, suciedad y daños. Se ha utilizado espectrofotómetro para "capturar múltiples puntos de datos en el comportamiento de la luz en una superficie", lo que permite que los modelados se perciban más realistas por cómo reacciona la luz en los distintos tipos de pintura y en distintos colores. Los coches se dañan (con arañazos y leves abolladuras) y se ensucian dependiendo de cada vehículo, del contexto de la carrera, del circuito, de la climatología, de la presión y de otras variables como la aerodinámica, por lo que los desprendimientos de la pintura, la densidad de la suciedad, y la colocación del barro (más abundante en los recovecos y los bordes de los salientes) será verosímil.
Como decíamos, esto va más allá de lo estético; se aprecia a los mandos, ya que las físicas, según Esaki, son "el núcleo del gameplay". "Es realmente importante que este juego tenga esas físicas de vanguardia porque eso, para mí, es gameplay. Es donde la goma toca la carretera, es la experiencia momento a momento", dice el director creativo en una entrevista con Polygon, donde afirma que estas innovaciones contribuyen a que Forza sea "un juego centrado en la habilidad y la maestría".
Por eso la nueva entrega del simulador de conducción tiene más cálculos de físicas que en los anteriores tres juegos de la serie juntos. En anteriores Forza Motorsport se tenía en cuenta un punto de contacto de cada neumático con el asfalto. Ahora son ocho puntos de contacto por neumático, que se recogen seis veces más rápido que en Forza Motorsport 7. Básicamente, el juego sabe si la rueda está en terreno listo o si hay un bache, o si durante un segundo la rueda trasera izquierda ha pasado por encima de una china.
Por eso se ha reconstruido el sistema de frenado y de suspensión. Y por eso se ha añadido un sistema de neumáticos fabricados con distintos compuestos (blandos, medios y duros) que se desgastan de modo que afecta al manejo del coche doblemente: por el estado del neumático y por la suciedad que va acumulando la pista. "Prácticamente todo lo que afecta a las dinámicas de los vehículos se ha rehecho completamente", asegura Esaki en Forza Monthly.
Fotogrametría para captar hasta el último bache de pistas clásicas y nuevas
Hablando de pistas: Forza Motorsport tendrá 20 entornos, cada uno con múltiples trazados. Vuelven algunos favoritos como Maple Valley, Laguna Seca y Spa-Francorchamps. De ellos, cinco son totalmente nuevos, entre los que está Hyalami Grand Prix Circuit, en Sudáfrica, y uno ficticio, Circuit Hakone, en Japón. Pero también hay novedades en los que ya conocemos. Por ejemplo, en Laguna Seca se ha añadido un trazado que existía en los años 60, pensado para vehículos de la época.
Los desarrolladores explican que las pistas elegidas para el estreno se han escogido para ofrecer distintas experiencias de "acción en la conducción". Mientras que Hakone ha sido diseñado para ofrecer rectas donde poner los bólidos a máxima velocidad y hacer adelantamientos en estas situaciones. Por su parte, Kyalami es una pista con muchos cambios de ritmo y grandes diferencias en la altura de la pista que dejan en poca cosa el sacacorchos de Laguna Seca.
Todos los circuitos, también los que vuelven de anteriores ediciones, se han rehecho con fotogrametría (que ya se utilizó para algunos elementos de los entornos de Forza Horizon 5) y con escaneos láser. Esto supone que los escenarios serán diez veces más realistas, según Turn 10 Studios, lo que afectará a las distintas superficies del trazado.
Un trazado en el que ahora se calculan muchas más cosas, además de los restos de neumático antes mencionados. El nuevo sistema de climatología y el ciclo día-noche dinámico influyen en la temperatura de la pista, lo que impacta en el control. Habrá partes del circuito en las que el agua de la lluvia se acumule de manera natural, obligando a cambiar la estrategia al volante, y momentos en los que la presión influya de manera positiva o negativa en la velocidad. La premisa es que nunca una vuelta a un circuito será igual que la anterior.
Un espectáculo visual y sonoro
El estudio de Redmond promete que el juego estará "renderizado" a resolución 4K, funcionará con una fluidez de 60 fotogramas por segundo y tendrá ray tracing en las carreras. La utilización de esa palabra, "renderizado", deja la puerta abierta a que la resolución sea dinámica y/o a que haya distintos modos de rendimiento. Pero más allá de eso, cada captura de pantalla y cada vídeo de Forza Motorsport muestran las escenas más fotorrealistas que jamás hayamos visto en un videojuego, con permiso de The Matrix Awakens: An Unreal Engine 5 Experience.
Y parte de la culpa la tiene el uso del trazado de rayos no solo para mostrar reflejos vistosos o sombras realistas, sino para el RTGI, es decir, para la iluminación global por trazado de rayos. No hay muchos ejemplos en consola que utilicen esa técnica de manera correcta, pero para que os hagáis una idea de su importancia os animamos a comparar Metro Exodus con y sin el parche next-gen, Fortnite antes y después de la actualización de diciembre, y la versión para PC de Dying Light 2 en comparación con la de consola. Su uso da gran empaque a cualquier título, y en Forza queda patente con cada imagen.
En lo sonoro también hay cambios relevantes. El que más titulares genera es que, por primera vez, se ha diseñado pensando en códecs de audio tridimensional como Dolby Atmos y Windows Sonic. Pero también han rehecho todos los efectos: el roce de los neumáticos con el asfalto, la suspensión, el tubo de escape, los turbos y muchos otros. Además, por primera vez, los presentadores de la carrera serán regionales para cada circuito.
La guinda del pastel: renovación de modos y de la inteligencia artificial
Hay un detalle ligado a lo técnico, a la potencia de las nuevas consolas y los PC de gama alta, del que no han dado demasiados detalles todavía. La inteligencia artificial ha sido completamente rehecha, asegura Chris Esaki, por lo que los pilotos controlados por la inteligencia artificial se comportarán de manera todavía más realista. El director creativo, que promete dar más detalles antes del lanzamiento, asegura que los oponentes serán más rápidos, sin utilizar ningún tipo de potenciador, trampas o cosas injustas para el jugador.
Igual que darán más información sobre otro punto clave de la experiencia renovada de Forza Motorsport: la estructura del juego. El modo multijugador será distinto, pero también la campaña para un jugador, que se basará en ir construyendo coches; además, se están implementando medidas para los nuevos jugadores que les incite a mejorar paulatinamente. Iremos descubriendo todos estos detalles en los meses que quedan hasta que el semáforo se ponga en verde y una de las grandes apuestas de Xbox para 2023 llegue por fin a los mandos y los volantes de los jugadores.
