Es curiosos que, de todos los juegos de éxito de las últimas décadas, uno de los que menos alternativas ha recibido es Super Smash Bros.. Quitando algunos muy puntuales, como PlayStations All-Stars: Battle Royale, no habíamos visto prácticamente a ninguna de las grandes compañías intentar algo parecido... hasta hace un par de años, cuando Warner Bros. se lanzó con este Multiversus. Tras casi dos años de ausencia tras su primera beta, ahora por fin tenemos la versión «final», entrecomillada porque, como buen juego como servicio, seguro que va a cambiar mucho en los próximos meses.
La guerra de mil y un universos
Multiversus es un juego de lucha uno contra uno o dos contra dos que, siguiendo la fórmula 2D de Super Smash Bros., nos invita a competir contra todo tipo de luchadores extraídos de las licencias de Warner Bros. Estos van desde Hora de Aventuras a Juego de Tronos, pasando por todas las licencias de sus múltiples cómics de superhéroes, Matrix, Looney Toons y un largo etcétera que no hará más que ampliarse durante los próximos meses.
Al igual que el juego de Nintendo, es un título muy fácil de controlar, pero que requiere habilidad para dominar su jugabilidad y, por supuesto, a cada personaje. Su peculiaridad es que está diseñado, sobre todo, con partidas de dos contra dos jugadores, que pueden combinar sus habilidades para ofrecer otra capa de complejidad a la experiencia. Por si fuera poco, también hay un sistema de potenciadores que podemos utilizar para mejorar y modificar las habilidades de nuestro luchador, un concepto muy interesante y que, aunque requiere algunos cambios para terminar de pulirlo y evitar que «rompan» ciertos personajes y movimientos, nos gusta bastante. Todo esto, unido a unos luchadores muy bien diseñados y diferenciados entre sí, nos dan una base magnífica con muchísimo potencial, que incluso siendo muy, muy divertida ahora mismo, tiene también mucho margen de mejora.
Desde el lanzamiento de la beta, hemos podido ver bastantes cambios, algunos más interesantes que otros. Por una parte, creemos que la detección de impactos se ha mejorado muchísimo, y tenemos la sensación de que hemos esquivado correctamente golpes que antes nos habrían impactado erróneamente, haciendo que las peleas sean más justas y emocionantes. Luego, la velocidad se ha visto reducida de manera notable, algo que quizás tiene sentido para las peleas de dos contra dos para intentar hacerlas más estratégicas y menos caóticas. Esto gustará más a unos jugadores y menos a otros, pero creemos que las peleas de uno contra uno sufren un poco como consecuencia de este cambio, sobre todo con la respuesta tan lenta de los personajes. Aun así, para gustos, colores, como suele decirse.
También se ha introducido un modo no competitivo, llamado Rutas, en el que nos enfrentamos a diferentes rivales controlados por la inteligencia artificial y diferentes minijuegos en unas rutas que nos van contando una historia no demasiado elaborada. Es un modo que se agradece, pero que no aporta demasiado, y que se hace repetitivo demasiado rápido. Además, la idea es completarlo varias veces en diferentes dificultades para obtener puntos que podremos canjear por recompensas, siendo la actual el Agente Smith de Matrix. Aunque, como comentaremos más adelante, preparaos para echarle horas si queréis desbloquearlo.
Un paso atrás en varios aspectos, y el mismo abrumador free-to-play
Quizás lo que más nos choca después de haber jugado muchas horas a la beta es cómo ciertas cosas son un objetivo paso atrás. Desde no poder probar a personajes no desbloqueados en el modo entrenamiento (¿cómo sabemos si queremos comprarlos?), a la falta de partidas competitivas, pasando por menos estadísticas, no poder jugar las Rutas en cooperativo local (aun necesitando jugarlas en cooperativo para completarlas al 100%) y, sobre todo, multitud de problemas con el código de red o los servidores.
Jugando en Xbox Series X y en Steam Deck (por cable y por wifi, respectivamente), hemos notado tirones de, fácilmente, un segundo, en el que la imagen se congela y no puedes hacer nada. Además, ahora mismo parece haber cero castigo para los rage quitters, por lo que si vas ganando y cierran el juego o apagan la consola, ni siquiera te cuenta que has jugado la partida. Y vale, no hay partidas clasificatorias, pero cuando el progreso para desbloquear prácticamente depende de hacer tareas específicas, lo último que quieres es tener que repetirlas porque alguien se ha enfadado por perder.
Hablando de esta progresión, el diseño free-to-play es abrumador. Entendemos que tienen que ganar dinero, pero se necesitan muchas horas para desbloquear lo más mínimo. Las Rutas, por ejemplo, requieren subir las gemas de nivel para poder desbloquear niveles de dificultad, y te puedes pegar fácilmente diez horas para desbloquear el tercero de cinco. Cuando necesitas completar 20 Rutas (cuatro Rutas, cinco niveles de dificultad cada una) para desbloquear al Agente Smith, la cantidad de horas que requiere es desorbitada. Encima, las gemas de las Rutas no sirven para el modo jugador contra jugador.
Luego, aparte, no ganamos experiencia para el pase de batalla por jugar, sólo por completar desafíos, y salvo que te dediques única y exclusivamente a jugar a Multiversus todos los días varias horas, y compres personajes para completar los desafíos específicos, es prácticamente imposible completarlo. Todo ello, unido a una interfaz mejorable, en la que vamos persiguiendo exclamaciones, intentando averiguar qué podemos canjear, reducen nuestras ganas de jugar.
Un título divertido con mucho que solucionar
Multiversus es un juego muy divertido que, en nuestra opinión, tiene una base fantástica pero muchos problemas que resolver. Audiovisualmente es una auténtica pasada, con personajes y escenarios perfectamente diseñados y animados, movimientos y estilos de lucha creados con cariño por cada luchador, y muy buenas ideas para ofrecer un digo rival para Super Smash Bros.. El problema es que una mezcla de problemas técnicos, extrañas decisiones y un diseño free-to-play tan agresivo como confuso hacen que esta versión «final» nos parezca un paso atrás con respecto a la beta.
Si no os importa gastaros algo de dinero en un par de personajes o jugar de manera casual, Multiversus puede ser una buena opción, sobre todo si jugáis con alguien, pero si de verdad queréis dedicarle tiempo al juego y volveros competitivos, vais a necesitar mucha paciencia, mucho dinero, o ambas cosas. Los desarrolladores han dicho ya que están trabajando en solucionar muchas de las quejas que tenemos en este análisis, así que, con suerte, en unos meses Multiversus será un título que podemos recomendar sin ningún tipo de reservas.
Hemos realizado estas impresiones en Xbox Series X y Steam Deck descargando el juego de manera gratuita.