El próximo 22 de noviembre llega la esperada sucesora de Xbox 360, Xbox One, y junto a ella un interesante catálogo de juegos, en el que destacan tres principalmente: Forza Motorsport 5, Ryse: Son of Rome y Dead Rising 3, los tres títulos exclusivos de la consola. El primero un imprescindible para los amantes de la conducción, que nos va a demostrar lo que puede dar de sí el género en los próximos años, el segundo toda una demostración técnica de la potencia de la consola, con un apartado gráfico que promete convertirse en un referente en el comienzo de la nueva generación, y el tercero una aventura divertidísima, que como os venimos diciendo desde la gamescom, sin deslumbrar en lo técnico, apunta a convertirse en uno de los mejores juegos de las nuevas consolas.
Dead Rising 3 va a ser un título definitivamente exclusivo de Xbox One, no temporal, como nos aseguró la semana pasada en su visita a Madrid Lisa Humphries, la productora del juego en Europa. Hacemos esta aclaración porque Capcom históricamente es muy dada a anunciar títulos exclusivos que al final acaban llegando a otras consolas –Resident Evil 4, ejem-, pero según palabras de Microsoft, este no va a ser el caso, y solo podremos disfrutar de Dead Rising 3 en Xbox One.
El pasado mes de agosto lo probamos por primera vez, y ya os contamos cuánto nos gustó, algo que no pilló de sorpresa a los amantes de la saga, ya que la base jugable se mantiene, pero aprovecha la potencia de la nueva generación para ofrecer un escenario más abierto y grande que nunca y una cantidad ingente de zombis, por momentos asombrosa. Una aventura de acción con una pinta excelente, con un tono más oscuro y realista de lo que estábamos acostumbrados, aunque también con el humor de siempre. El único pero que le pusimos entonces fue su tasa de imágenes por segundo, baja e inestable, con graves problemas de rendimiento fruto de una versión inacabada, que no sabíamos cuánto iban a ser capaces de pulir.
Pues bien, hoy hemos podido jugar a una demo a un mes de su lanzamiento, y podemos decir aliviados que los problemas con el framerate se han solucionado completamente, y el juego se mueve a unos estables 30 fotogramas por segundo, sin bajadas ni caídas, por más zombis que se muestren en pantalla. Arreglado el único problema que tenía hasta ahora, ¿qué nos queda? Pues un juego tremendamente divertido y completo, que seguro va a encantar a los amantes de la saga, e incluso a quienes no la hubieran probado hasta ahora o nos les acabara de convencer ciertos aspectos de anteriores entregas.
Lo primero que hay que decir es que no es necesario haber jugado a los dos primeros Dead Rising para disfrutar de este, tenemos un nuevo protagonista y una nueva historia, lo que no quiere decir que no vaya a haber sorpresas para los fans de la serie, que todavía se guardan muy celosamente en Capcom Vancouver. La historia se desarrolla 10 años después de los acontecimientos de Fortune City en Dead Rising 2, y nos pondremos en la piel de Nick Ramos, un joven mecánico con un pasado misterioso que deberá encontrar la forma de huir de Los Perdidos (California), una ciudad llena de zombis que el ejército tiene planeado borrar del mapa. Nick deberá aliarse con otros supervivientes para mantenerse con vida y colaborará en el modo cooperativo con Dick, un segundo personaje que esta vez tendrá un rol en la historia y no será un pegote como en la segunda entrega.
Aunque en los dos primeros Dead Rising ya recorrimos escenarios bastante grandes, en esta tercera entrega estamos ante un verdadero juego de mundo abierto, sin que las zonas estén separadas y sobre todo sin constantes y pesados tiempos de carga, una de las grandes pegas de la última entrega. La ciudad de Los Perdidos está dividida en cuatro grandes barrios: Ingleton, un barrio con un gran auge a principios del siglo XX ahora sumido en la pobreza y la decadencia; Sunset Hills, una zona residencial de prestigio con enormes mansiones y edificios modernos; South Almuda, la zona industrial con puertos, almacenes, oficinas, licorerías y toda la industria pesada y naviera; y por último Central City, la zona céntrica y comercial, con tiendas, hoteles y museos. No conocemos muchos detalles de la historia, más allá de que tendremos que intentar escapar con Nick de la ciudad antes de que los militares la hagan cenizas, aunque sí sabemos que vuelven los psicópatas, uno de los grandes aciertos de la saga, una serie de jefes finales a cada cuál más demente y loco, que al parecer aquí serán solo siete, representando cada uno de los pecados capitales.
Los absolutos protagonistas cómo no seguirán siendo los zombis y las armas. De los primeros vamos a tener más que nunca, en cantidades industriales, en la demo que hemos jugado en algún momento hemos intentado contar todos los que aparecían en pantalla, pero irremediablemente acabamos perdiendo la cuenta, son muchísimos, y no nos dejan ni un segundo en paz, es casi imposible en plena calle estar unos segundos parados sin que te aceche alguno. Nos han prometido que no habrá dos zombis iguales, con una enorme cantidad de variaciones, tanto por el tipo de persona, la ropa, las heridas y además ahora habrá diferentes clases, por ejemplo los policías, que te disparan con sus armas de fuego, o unos muy puñeteros de fútbol americano, que te hacen placajes, y te tienes que librar de ellos en el suelo pulsando rápidamente un botón.
Para acabar con tantos zombis necesitamos un arsenal a la altura, y eso no será un problema, tendremos armas para dar y tomar, y además podremos crear nuevas en cualquier momento y lugar combinando objetos, sin necesidad de acudir a las mesas taller. Casi cualquier cosa que veamos se puede utilizar para golpear cuerpo a cuerpo o lanzar a distancia, y los escenarios están plagados de elementos que podemos usar a nuestro favor. Dejando apretado el botón RB desplegamos el inventario, y podemos usar consumibles como el café, para recuperar vida, equipar armas, o combinarlas, de manera muy rápida, hasta en mitad de un combate, algo que no es muy realista, pero sí muy divertido.
Si tenemos una granada y una escopeta, podemos crear un lanzagranadas, si tenemos un machete, podemos colocarlo en el extremo de la escopeta, si tenemos una espada, podemos unirla con el machete creando un arma más potente, si tenemos una maza se puede unir con las granadas creando un mazo con granadas en su parte superior, que explotan al golpear, y si contamos con una motosierra, también podemos unirla a la maza, teniendo un mango más largo para matar zombis a distancia sin ponerte al alcance de su boca o brazos. Las combinaciones prácticamente son infinitas, y te diviertas simplemente probando diferentes armas y buscando objetos para crear nuevas combinaciones.
El escenario por el que nos movemos es más grande que nunca, y por ello los vehículos, 26 diferentes, han ganado mucho protagonismo, podemos coger desde coches, camiones, motos hasta vehículos de obra, y todos se manejan muy bien, incluso pudiendo utilizar alguna de sus partes como arma, como la pala de una excavadora, aunque ya son un arma en sí mismos, y es un placer atropellar a un enorme grupo de zombis con un coche. Pero cuidado, ya que los zombis se agarran, se sujetan al techo e incluso nos intentan sacar por la ventanilla, teniendo que solventar estas situación con un quick time event. Al igual que las armas, los vehículos también se pueden combinar, para crear otros nuevos, como por ejemplo una apisonadora con una moto, y otras combinaciones que estamos deseando descubrir.
El control, tanto del personaje como de los vehículos, se siente más ágil, responde mejor que nunca, en las anteriores entregas estaba un poco "acartonado" y nos jugaba malas pasadas. Y una de las señas de identidad de la saga, el ser una aventura contrarreloj, vuelve, aunque para quien quiera jugar así, en el llamado modo Pesadilla. Para muchos el tener un tiempo límite para cumplir los diferentes objetivos de Dead Rising era una de sus gracias, y lo que le hace diferente a otros juegos, pero para otros se trataba de una condena, un motivo para estar nerviosos, y les gustaría jugar con tranquilidad, explorar el mundo y machacar zombis sin prisas.
En Dead Rising 2: Off the Record ya se añadió un modo libre, en el que podíamos jugar sin límite de tiempo, pero también sin historia, teniendo una serie de retos disponibles, pero sin poder seguir el argumento principal. En Dead Rising 3 en cambio se puede jugar la historia tanto con límite de tiempo como sin él, intentando contentar a todo tipo de público, desde los que buscan un gran desafío y les gusta andar con el agua al cuello, hasta los que quieren jugar sin prisas, y explorar cada palmo del escenario. Veremos si acaba cumpliendo en ambas facetas y si no se resiente el ritmo de la aventura, o descubrimos que un Dead Rising sin límite de tiempo, no tiene tanta gracia.
Como el resto de juegos exclusivos de Xbox One, hará un uso intensivo de SmartGlass, esa aplicación que podemos instalar en cualquier tableta o smartphone, y que nos permitirá interactuar con el juego de diversas maneras. Como nos explicó Lisa Humphries la semana pasada, al poco de comenzar la aventura nos preguntarán si queremos utilizar esta función, y si aceptamos comenzaremos a interactuar con un personaje que nos ofrece todo tipo de ayudas como ataques aéreos, la ubicación de lugares de interés, o incluso misiones exclusivas para SmartGlass. Y por supuesto también usará el nuevo Kinect, en este caso para interactuar con la voz y por ejemplo dar órdenes a otros supervivientes.
En lo técnico ya os hemos dicho que los problemas con la tasa de imágenes están solucionados, moviéndose a uno estables 30 fps, lo que no quiere decir que estemos ante un juego gráficamente deslumbrante, ya que en cuanto a texturas, resolución – diríamos 720p, así a ojo- y modelados, es un juego más bien modesto para lo que puede dar de sí Xbox One, y que a simple vista se podría confundir con un juego de la actual generación, al menos en la demo que hemos probado. Es cuando ves la magnitud del escenario, la cantidad de zombis que pone en pantalla, y la que puedes organizar atropellando y explotando decenas sin que la fluidez se resienta, cuando te das cuenta que no sería posible en Xbox 360.
Fiesta zombi
El primer Dead Rising, allá por el 2006, fue uno de los primeros grandes títulos de Xbox 360, y ahora con su tercera parte, 7 años después, la historia parece que volverá a repetirse. Más preocupado de ser un juego muy divertido y completo que de deslumbrarnos con sus gráficos, Dead Rising 3 es un valor seguro, uno de los títulos más sólidos que llegarán a las nuevas consolas, y por tanto una de las mejores bazas de Xbox One, sobre todo para el público más jugón, aunque que los zombis estén actualmente tan de moda y que hayan incluido un modo sin límite de tiempo, también lo hará atractivo para un público más casual. Llegará el 22 de noviembre junto a la consola, y estamos deseando echarle el guante y pasarnos horas destrozando zombis.
