Hace unos años Nintendo se propuso nutrir a su consola de sobremesa con RPG de calidad, produciendo tres juegos que se han hecho de rogar un poco en Occidente, pero que ya en menos de 15 días tendremos al completo en Europa. El primero llegó el verano pasado, Xenoblade, un título magistral, rol japonés innovador, enorme y para muchos el mejor J-RPG en muchos años. El mes pasado nos llegó la última epopeya del creador de Final Fantasy, The Last Story, rol con una historia, música y aroma de los mejores años del género, pero ofreciendo un revolucionario sistema de combate. Y el tercero de esta gran apuesta de Nintendo es Pandora's Tower, que fue lanzado en mayo del año pasado en Japón, y que llega ahora a Europa perfectamente traducido a nuestro idioma.
Ya hemos podido jugar su arranque, y aunque sabíamos más o menos a qué nos enfrentábamos, nos ha sorprendido su carácter y personalidad, muy japonés, en una interesante mezcla de acción, exploración y plataformas, en definitiva aventura con toques RPG, aunque seguro más de uno tampoco dudará en considerarlo un hack and slash, género tan de moda, pese a que esté muy alejado de lo que puede ofrecer un Bayonetta o Devil May Cry.
Aquí la exploración, los momentos de plataformas, los puzles relacionados con la interactividad con el entorno, e incluso la relación entre los dos protagonistas, tienen mucha importancia, y un sistema de combate con bastante personalidad, en el que una cadena de metal es la principal protagonista.
Pandora's Tower nos cuenta la historia de Aeron y Helena. Él un soldado de Atos, el personaje que controlaremos durante toda la aventura, ella nuestra amada, que ha sido condenada por una maldición que la está transformando poco a poco en un monstruo, que tendremos que parar en una desesperada misión. Ayudados por la bruja Mavda, de desconocidas intenciones, llegaremos a las Trece torres, un lugar situado en mitad de una grieta que separa varios continentes, agarrados a estas torres por las correspondientes trece cadenas. Este misterioso lugar está infectado de monstruos, y la única manera de detener la maldición de Helena será darle de comer carne de las bestias que derrotemos. La carne de los enemigos comunes solo será capaz de detener la infección momentáneamente, pero la de los amos de las torres, si conseguimos vencer a los trece, podrá curar definitivamente la maldición de Helena.
Por tanto el objetivo de nuestro protagonista será visitar las Trece torres, derrotar a los trece amos, y darle su carne a Helena para curar la maldición. Una historia con tintes dramáticos, melancólicos, y por momentos muy oscura, es sorprendente lo desagradable que resulta ver la transformación de Helena y cómo se ve obligada a comer la repulsiva carne de los monstruos que derrotamos. Desarrollado por Ganbarion, son los responsables de las últimas aventuras de One Piece, realizando un radical cambio de temática en esta aventura, con mucha personalidad, y que recuerda ligeramente, aunque sea en estética y planteamiento, a un Castlevania, con el que guarda ciertas similitudes.
En este contacto con el juego antes de su análisis, hemos podido superar la primera de las Trece torres, la Torre arbórea, muy sencilla y que sirve prácticamente de tutorial, bastante lineal aunque sabemos el resto no serán igual. Ya hemos visto puertas cerradas, lugares inaccesibles, y parece que será importante volver a recorrer escenarios ya superados para encontrar secretos, en la buena tradición de los Metroid, lo que encantará a los amantes de la exploración y la aventura. Además de estos trece niveles, con un espectacular jefe final, tenemos el Observatorio, un lugar donde tomarse un respiro, y relacionarnos con Helena y la bruja Mavda. Podemos hablar con nuestra amada, entregarla regalos –con los que irá decorando el Observatorio-, pedirle que nos descifre extraños textos, y en definitiva cuidar la relación. Hay una barra de vínculo entre Aeron y Helena, y dependiendo del nivel de esta, tendremos diferentes finales. Si hacemos regalos a Helena, hablamos con ella a menudo, y sobre todo, no dejamos que la infección avance demasiado, el vínculo será fuerte.
El nivel de infección de Helena, indicado en un medidor circular en pantalla, aumenta en cuanto abandonamos el Observatorio y estamos en una de las trece torres. Tendremos que estar un poco pendientes de que la infección no avance demasiado, de hecho si este medidor llega a cero, Helena se transformará en un monstruo y acabará la partida. Pero también si apuramos demasiado, y vamos a entregar la carne de bestia cuando queda poco para que se complete la infección, el vínculo entre los protagonistas se verá afectado. Esto añade un punto de tensión al desarrollo y le da mucha vida, además de crear un vínculo real entre el jugador y Helena, a la que desearemos cuidar.
A los que os gusta jugar sin prisas estar tranquilos, el medidor no avanza muy deprisa, y de hecho la primera torre la superamos del tirón, sin necesidad de volver al Observatorio. Pero también sabemos que el resto de torres no son iguales, sino más largas, y sí tendremos que abandonarlas antes de completarlas en algún momento para volver con Helena y darle carne de bestia. También en estos primeros compases el inventario del protagonista es muy limitado, y no viene mal volver al Observatorio donde tenemos un cofre en el que dejar objetos. Recogemos muchísimos, y sirven para curarnos, mejorar el equipamiento o para crear otros nuevos mezclándolos.
De esto se ocupa Mavda, la bruja-mercader que nos ayuda en el juego, y con la que podemos crear objetos, mejorar las armas y recibir algunos consejos. Podremos ir aumentando el inventario del protagonista, para cargar más objetos, así como la capacidad para equipar más, ya que comenzamos con una pequeña cuadricula donde apenas podemos situar la espada y un par de amuletos, al estilo Diablo. Comenzamos con una espada, aunque conseguiremos más armas, pero la protagonista de toda la acción será la cadena de Oraclos, el mayor elemento diferenciador en su jugabilidad, que tiene muchos y sorprendentes usos.
Jugamos con el Wiimote más Nunchuk, aunque se podrá jugar con el mando clásico, pero la verdad en este caso en concreto, no creemos que sea lo más adecuado. Con A usamos la espada o el arma equipada, con la Z del Nunchuk nos protegemos o rodamos por el suelo esquivando los ataques, y con la C recogemos los numerosos ítems y observamos los objetos del entorno, que incluye bastante textos y anotaciones. Usa un sistema de cámaras semi-fijas, en la línea de la saga God of War o el último Castlevania, así que no podremos moverla, y el control resulta bastante agradable y sencillo. Es la cadena, que usamos con el botón B del Wiimote, la que añade toda la complejidad y profundidad, con innumerables acciones que convendrá aprender a usar adecuadamente.
Para usarla hay que apuntar con el Wiimote a la pantalla, apareciendo un cursor que nos indica hacia dónde vamos a lanzar la cadena. En caso de que podamos interactuar con algo, ya sea un elemento del escenario o un enemigo, un icono nos lo indica. Podemos agarrar a los enemigos, zarandearlos en el aire y lanzarlos, dejarles apresados y tensar la cadena, cargando un poderoso ataque, atarles a algún objeto como una columna, arrancarles ciertas partes del cuerpo como los brazos, o quitarles sus propias armas, y un largo etcétera, y eso que solo acabamos de comenzar el juego. Cuando estén a punto de morir, si les damos muerte con la espada, soltarán algún objeto, pero si usamos la cadena, agarrándolos y luego agitando el Wiimote, les arrancaremos una parte del cuerpo, la manera más probable de conseguir carne de bestia para dársela a Helena. Cuando dejamos apretado el botón B, un zoom rodea el puntero, viendo más en detalle el lugar al que estamos apuntando, y además la acción se ralentiza ligeramente, lo que nos permite apuntar con más precisión a un enemigo que se esté moviendo.
Por ejemplo una planta que no dejaba de moverse y teníamos que destruir, la manera de acabar con ella fue atarla con la cadena a una piedra, y luego con nuestra espada golpearla. Esto provocará pequeños puzles relacionados con la cadena, el entorno y los enemigos. Podemos con ella recoger objetos aparentemente inaccesibles, o incluso escalar, agarrándonos a rocas y salientes. El salto del personaje es automático, así como escalar a lugares altos, y parece que el elemento plataformero estará relacionado también con la cadena, así como los puzles.
Existe un ciclo de día y noche, que todavía desconocemos a qué afecta exactamente, aunque ya hemos descubierto un detalle. En la primera torre hay unos enemigos en forma de planta que por el día nos atacan, y que por la noche están adormilados, así que parece que dependiendo de si es de día o de noche, habrá enemigos que estén más o menos activos. Obtenemos experiencia y subimos de nivel, pero las estadísticas y los elementos roleros no parecen demasiado protagonistas, aunque sí en el apartado de los objetos. Recogemos muchos, el inventario se llena, y podemos crear otros nuevos combinándolos, lo que parece es bastante importante en el desarrollo.
Hemos hablado mucho de la cadena, pero el combate con la espada no está nada mal. Tiene un sencillo sistema de combos, y podemos cargar los ataques dejando pulsado el botón. Al hacerlo, si sincronizamos los posteriores ataques adecuadamente, podremos realizar un poderoso combo. El uso de la espada, en combinación de las enormes posibilidades de la cadena, hacen que los combates sean muy interesantes. Bastante más tácticos y estratégicos que en otros juegos de acción donde priman más lo reflejos y aprenderse ciertos combos. Aquí lo importante será observar el entorno, buscar el punto débil de los enemigos y la mejor manera de usar la cadena contra ellos.
Al final de la primera torre encontramos un espectacular jefe final, una enorme criatura en forma de planta que al vernos no se inmutó, y no nos atacó. Esto nos pareció muy sorprendente y atípico, e hizo que la historia cobrara muchísimo interés. ¿Estamos haciendo bien en derrotar a los trece amos de las torres para curar a Helena, pese a las terribles consecuencias que ello pueda conllevar? Eso sí, en el momento en el que le dimos el primer espadazo, este ya sí se defendió, y comenzó un combate en el que tuvimos que buscarle su punto débil. Unos combates que prometen ser muy emocionantes y difíciles.
En el apartado técnico, quizás no estemos ante lo mejor que hemos visto en Wii, pero sus gráficos nos convencen plenamente, gracias a la poderosa dirección artística. Los escenarios y entornos son muy bellos, con un buen uso de la luz, muy detallados, y su mayor punto negro son unas texturas un poco borrosas y un exceso de dientes de sierra. Parece que la tasa de imágenes es bastante estable, y los escenarios pese a ser casi siempre en el interior de las torres, aunque con algún momento también al aire libre, no creemos que vayan a ser demasiado repetitivos o monótonos, ya que cada torre tiene una ambientación completamente diferente a la anterior. Es difícil explicarlo, y a lo mejor algo muy personal, pero la ambientación te atrapa, te hechiza en cierta manera, y estamos deseando meternos a explorar de lleno estas Trece torres. Nos recuerda, para que os hagáis una ligera idea, a la poderosa ambientación de juegos como ICO o al que pasó demasiado desapercibido, La Torre de las Sombras para Wii.
El apartado sonoro es muy peculiar, con mucha personalidad, ya que son melodías de música clásica, modificadas en algunos casos y con coros, muy épicas, dramáticas, como si estuviéramos siendo los protagonistas de una ópera. Un apartado que llama mucho la atención y que sentimos curiosidad por ver cómo se desarrolla, aunque apunta muy alto y no dejará indiferente. El doblaje en inglés es muy correcto, aunque parece ser que no se han incluido las voces en japonés, y llegará con subtítulos en cinco idiomas, como acostumbran todos los RPG que trae Nintendo a Europa.
Una de las últimas grandes aventuras para Wii
Lo mejor que se puede decir de un juego, tras haber disfrutado de su primera hora y media, es que te deje con ganas de seguir jugando mucho más, y esto es lo que nos ha pasado con Pandora's Tower. Enigmático, con carácter, te atrapa por su ambientación, con un interesante planteamiento argumental, y una jugabilidad con muchas posibilidades y bastante original gracias a la cadena. Pese a pertenecer al "trío RPG", junto con Xenoblade y The Last Story, muy poco tiene que ver con ellos. Esto es más una aventura de acción, con algunos toques de rol, y por lo que hemos visto hasta ahora, muy lejos de lo que podría considerarse un hack and slash al uso. Los amantes de los RPG y la aventura al estilo japonés, no se pueden quejar de los que les ha dado y está dando Wii, con un impresionante catálogo de este tipo de juegos, que se han puesto de acuerdo para llegar en su recta final. A falta de Dragon Quest X, Pandora's Tower será la última gran aventura de Wii, y estamos deseando poder superarla y contaros qué nos ha parecido. Ya habrá que esperar muy poco, el 13 de abril estará en las tiendas.