El modo ratón de los Joy Con 2 ha captado buena parte de la atención de la presentación de Nintendo Switch 2, y hemos de deciros que teníamos muchas ganas de comprobar su potencial. Ya os contamos lo bien implementado que estaba en Metroid Prime 4, aunque hay otro título que hacía un uso más intensivo de esta funcionalidad: Drag x Drive. Pasó algo inadvertido, pero su presencia fue notoria en el Nintendo Direct y recuerda a lo que consiguió ARMS en su momento, al apostar tanto por una nueva forma de control.
El concepto de juego es muy básico, pero con potencial. Manejamos una silla de ruedas en partidos de baloncesto 3v3 dentro de escenarios cerrados y sin apenas reglas de juego. Todo lo que debemos hacer es conseguir encestar más que el equipo contrario en un plazo de tiempo de 3 minutos.
El apartado audiovisual es como lo habéis visto: de lo más austero, pero también efectivo. De hecho, ahora mismo tiene más aspecto de demo técnica que de videojuego final, aunque todo será cuestión de conocer todas sus posibilidades.

Así es el particular Rocket League de Nintendo
La primera toma de contacto con Drag x Drive es a través de su tutorial. A estos efectos, se trata del videojuego perfecto para familiarizarse con el modo ratón. Arrastrando los Joy-Con izquierdo y derecho accionamos cada una de las ruedas de nuestra silla, girando a un lado u otro. Si se empujan hacia adelante ambos mandos a la vez, conseguimos ir en línea recta, y si lo hacemos hacia atrás, retrocedemos. Si presionamos los gatillos ZL y ZR frenamos en seco. Para encestar simplemente debemos pulsar R, levantar el controlador e imitar un lanzamiento a canasta.
Aquí ocurre como en Metroid Prime 4, en que puedes alternar entre el modo ratón (para moverte) y el modo giroscopio (para encestar) al vuelo, algo que nos sorprendió, y que en el caso de Drag x Drive podemos aseguraros que funciona de forma sensacional. Respecto al control al estilo mouse, decir que Nintendo había dispuesto una alfombrilla sobre la mesa, y que por tanto esperaban que arrastrásemos los Joy-Con 2 sobre la misma. Así lo hicimos. Es un juego que hace un uso intensivo de esta función, lo cual es ideal para hablar de algunas cosas.

En primer lugar, el modo ratón funciona bastante bien, preciso la mayor parte del tiempo. Dependiendo del grado de movimiento, podíamos girar más o menos. Lo mismo con los desplazamientos en línea recta, que modificaban su velocidad dependiendo de la intensidad del recorrido de los mandos. El lanzamiento a canasta mediante giroscopios no tenía mayor misterio, aunque no logramos discernir de qué dependía exactamente que la bola fuera dentro o fuera de la canasta (suponemos que una mezcla entre posicionamiento y distancia de la misma).
En cualquier caso, el sistema funciona, aunque no sin objeciones. A veces la silla no iba hacia donde queríamos. Eventualmente se giraba hacia un lado, cuando en realidad queríamos ir en línea recta. Puede que la razón estuviera en que manejar este juego con los controles sobre una superficie plana no fuese la solución más natural. De hecho, en el propio evento descubrimos que el modo ratón se podía jugar arrastrando los Joy-Con 2 sobre nuestras piernas, haciendo un movimiento más cercano al de estar manejando una silla de ruedas.

En lo que se refiere al juego en sí, las partidas 3v3 resultaron de lo más emocionantes. Puedes robar el esférico con solo chocar con un adversario (a cierta velocidad) y realizar pases manteniendo pulsados L y R, lo cual resulta una acción indispensable, aunque todos tardamos en comprenderlo. También el posicionamiento en la cancha influye, con lo cual no sirve de mucho que todos andemos detrás de la pelota. Importa más que alguien siempre se quede esperando un rechace, o simplemente se posicione en defensa protegiendo la canasta.
Otro aspecto interesante es que los límites de la línea de fondo tienen una rampa a lo Rocket League, y es que las inspiraciones en el juego de Psyonix parecen notorias. Aprovechando estas formas half-pipe podemos realizar lanzamientos acrobáticos y mates que suman décimas adicionales a nuestro marcador, algo que puede marcar la diferencia cuando los encuentros están reñidos. Es imposible que el balón se salga del terreno de juego, y la única limitación la tenemos en los 14 segundos de posesión que se nos otorgan.

Como decimos, la jugabilidad es muy básica y recuerda a la de Rocket League, solo que aquí con baloncesto y una forma de control bastante peculiar. En cuanto a modos de juego no sabemos absolutamente nada, y esa es ahora mismo la gran incógnita. Para que tenga interés a medio plazo, debe incorporar razones para jugarlo. Descontamos a este respecto el modo online, que seguro que incorporará, pero este igualmente debería estar trabajado para tener un recorrido, al igual que ocurre con el juego de fútbol con vehículos motorizados.
En el aspecto estético no está mal, pero su acabado dista mucho de lo que Nintendo suele ofrecer en sus productos. Los diseños parecen clónicos y poco inspirados, sin alma ni personajes carismáticos. ARMS por ejemplo tenía mucha más personalidad. Tampoco sabemos su precio… En realidad, hay muchas incógnitas sobre Drag x Drive, pero con toda seguridad las iremos conociendo a medida que se vaya acercando su fecha de lanzamiento, fijada para este mismo verano.
Hemos realizado estas impresiones tras haber probado una versión del juego en un evento organizado por Nintendo en París.