Mario Party es una de esas sagas que tras unos comienzos muy fuertes y repletos de juegazos, fue perdiendo fuelle poco a poco hasta el punto de quedar relegada a ser una serie menor y sin demasiada importancia. No hay más que echar un vistazo rápido a sus últimas entregas y spin-offs para darnos cuenta rápidamente de que la fiesta del fontanero de Nintendo no pasa por su mejor momento.
Sin embargo, el anuncio de Super Mario Party ha conseguido ilusionarnos, ya que parece que esta vez sí que está siendo un producto mimado y que sus desarrolladores se están tomando muy en serio el proyecto. En un solo tráiler, hemos visto más creatividad, calidad y buenas intenciones que en cualquier juego de la serie lanzado en la última década, lo que nos parece muy buena señal.
De entrada, decir que volvemos a estar ante un juego de tablero para cuatro jugadores en el que tendremos que tirar dados por turnos para poder avanzar por sus diferentes casillas, con la peculiaridad de que al final de cada ronda tendremos que disputar un minijuego, el cual puede ser un todos contra todos, dos contra dos o tres contra uno.
Evidentemente, tendremos varios tableros distintos, cada uno con sus propias mecánicas y detalles únicos que tendremos que aprender a aprovechar para alcanzar nuestros objetivos de la partida (las casillas en las que aparecen las estrellas) y alzarnos victoriosos.
Las novedades no tardan en llegar, ya que esta vez se ha querido distinguir un poco más a cada uno de los personajes jugables para darles un toque único durante los momentos en los que no combatimos en minijuegos. De esta forma, ahora cada uno de ellos podrá optar o bien por tirar el dado normal de toda la vida (con resultados de uno a seis) o el suyo propio. Estos últimos son más arriesgados (Peach, por ejemplo, puede sacar un cero con su dado único), pero también pueden darnos una recompensa mayor y ayudarnos a definir nuestra estrategia para intentar llegar a una casilla concreta. Por supuesto, también contaremos con diferentes ítems para ganar ventajas y entorpecer a nuestros contrincantes.
Los pocos tableros que se han mostrado hasta el momento no parecen ser especialmente grandes, aunque cuentan con multitud de mecánicas, eventos y variantes que prometen partidas muy intensas y con la acción más concentrada para que nunca nos podamos relajar.
En lo que respecta a los minijuegos, esta vez tendremos más de 80 diferentes. Si bien no hemos podido probarlos todavía, por lo mostrado apuntan a ser sorprendentemente divertidos, ya que usan de muchísimas formas distintas las posibilidades de los Joy-Con, haciendo gala de mucha creatividad a la hora de diseñar las pruebas, con algunas ideas muy ingeniosas e interesantes.
No en vano, existe un nuevo modo de juego llamado "Sala de recreo de Toad" en el que podremos conectar dos Switch para participar en minijuegos totalmente únicos. Por ejemplo, en uno de ellos libraremos una batalla de tanques en un mapa que podemos diseñar nosotros mismos según la forma en la que juntemos las pantallas de ambas consolas. Desconocemos cuántos minijuegos de este tipo se incluirán en la versión final y cómo de variados serán, pero se trata, sin duda, de una de las novedades más llamativas de esta entrega y que más posibilidades tiene para sorprender.
Otra gran noticia la tenemos en que, por fin, la saga va a contar con un modo online. Por desgracia, este seguirá sin permitirnos jugar partidas completas a través de internet, por lo que todo quedará relegado a una competición en una serie de cinco minijuegos distintos, los cuales irán rotando de forma periódica para que no sean siempre los mismos. Lo más llamativo es que, a pesar de la simpleza del planteamiento de esta modalidad, se incluirán marcadores en línea, recompensas y tablas de récords.
En lo que respecta a su apartado gráfico, tenemos justo lo que podríamos esperar de un juego de la saga: buenos modelados y muy reconocibles, escenarios variados y una notable dirección artística. Quizá lo que más margen de mejora tiene sean las animaciones, aunque dada la naturaleza del propio juego y de las pruebas, tampoco es que desentonen demasiado ni necesiten de mucho más.
Como veis, Nintendo parece estar tomándose muy en serio el estreno de Mario Party en Switch, y con esta entrega se la ve dispuesta a devolverle el brillo que la saga había perdido con el paso de los años. Todavía nos quedan muchos detalles por conocer sobre él, como el número de tableros que incluirá, así como probarlo por nosotros mismos para poder comprobar cómo de divertidos son realmente sus minijuegos, aunque lo que se ha mostrado hasta el momento nos anima a mantenernos optimistas.
En el caso de cumplir con todo lo que promete, puede convertirse fácilmente en uno de los juegos más recomendables y divertidos de la consola para las reuniones con nuestros amigos y familiares, por lo que solo nos toca confiar en que esta vez Mario consiga montar una de sus mejores fiesta. Estamos todos invitados el 5 de octubre.