Ahora no es tan frecuente, pero en las casas de los años 70 y 80 era casi imprescindible que hubiera un Juegos Reunidos (casi siempre de la marca Geyper), una caja en la que había múltiples tableros de juegos tradicionales y fichas de todo tipo para 25 o hasta 55 entretenimientos de mesa. Al final es cierto que las partidas familiares acababan limitándose a cinco o seis juegos porque eran los más conocidos y algunos de ellos casi nunca salían de la caja porque no apetecía aprenderse unas normas nuevas o eran demasiado complejas para entenderlas en una lectura rápida. 51 Worldwide Games sería el equivalente a aquellos Juegos Reunidos en su versión más amplia y variada que es probable que logre animar a jugar a esos juegos tan desconocidos.
51 Worldwide Games sustituye y amplía todo lo que se podía encontrar en aquellas grandes cajas de recopilación de múltiples juegos de mesa, una idea que la propia Nintendo ya desarrolló en 2006 con 42 Juegos de Siempre para DS, porque lo indudable es que se trata de un concepto que encaja mucho mejor en una consola portátil que en una sobremesa. El valor está en jugar en cualquier parte aunque también es cierto que en la pantalla del televisor luce muy bien.
51 juegos son muchos, tantos que siempre habrá al menos uno que se adecúe a las necesidades de los jugadores y de la ocasión: partidas largas multijugador, partidas cortas para una persona, juegos en los que priman la estrategia, los reflejos, la agudeza mental… y para jugadores de todas las edades. Hemos probado unos 30 juegos, algunos en las modalidades para una consola y otros en el multijugador y las sensaciones han sido muy buenas, aunque el juego para un jugador tiene algunos aspectos en los que queremos profundizar más como la dificultad de la inteligencia artificial.
Una avatar y "expertos" que ofrecen diferentes juegos
Aunque todos los juegos están disponibles desde el principio, para quienes quieran seguir el ritmo recomendado, el juego parte del concepto de que un experto de cada región del planeta explique los juegos específicos de ese continente o que tengan alguna característica especial. Al empezar a jugar aparece un globo terráqueo y hay que elegir un avatar para el usuario de entre una serie de personajes que parecen pequeñas figuritas de plástico brillante que son masculinos y femeninos y representan distintas franjas de edad y estilos de vestir. No son demasiados en realidad y como opciones de personalización está la variación del color de la piel y del pelo. También hay que elegir una comida favorita y un deseo de una larga lista que contempla las preferencias de todas las edades, aunque lo cierto es que esta información, que hayamos visto, sirve solo para saber cuántas personas hay cerca con gustos similares.
El avatar en realidad se utiliza solo para saber de dónde es el jugador y conocer los detalles de la evolución de la partida mientras el globo terráqueo se va poblando de esos otros personajes "expertos" en un tipo de juegos. Así, en Japón hay uno que muestra juegos clásicos de Nintendo, el de Australia enseña juegos para llevar o en Francia está el experto en juegos con control táctil. Pero esta opción se utiliza únicamente en el modo para un jugador; cuando ya hay dos aparecen todos los juegos disponibles en línea o, de forma más visual, como un mosaico.
Cada juego incluye un vídeo inicial en algo parecido a un tutorial en el que dos personajes muestran algunas mecánicas básicas y las condiciones de victoria, y luego se pueden repasar esas normas básicas. El vídeo es ameno en la mayoría de los juegos que hemos probado aunque en ocasiones sirve más para transmitir las sensaciones del juego que para aprender sus normas. Las instrucciones que se pueden consultar después son más clarificadoras y están bien explicadas e incluso incluyen algunos consejos para conseguir la victoria. La mayoría de los juegos que hemos probado incluye distintas opciones que afectan a la duración de la partida, la dificultad de la inteligencia artificial o el número de rondas.
Es una especie de modo historia, aunque sin orden realmente, que va recompensando por ganar a la máquina con distintas medallas y recompensas. A falta de comprobarlo con más partidas y más juegos, en alguno puntual de los que hemos probado, la diferencia de la IA entre el nivel de dificultad bajo y el siguiente es muy elevada. Es difícil encontrar el equilibrio para que el jugador sienta que va mejorando las mecánicas con cada partida, y lo cierto es que a veces no lo logra y pierde el carácter meramente de pasar el rato que tiene 51 Worldwide Games en el multijugador para suponer un verdadero reto. Para animar a seguir se ha incluido un sistema de progreso en el que se consiguen medallas y se desbloquean nuevas barajas.
La IA también da la sensación de ser demasiado intensa en ocasiones. En todos los modos de juego hay algunas ayudas opcionales para saber qué cartas se pueden jugar o qué ficha conviene mover para no tener que estar contando, pero hemos conseguido ganar una partida de "Cartas Hanafuna" (sin duda el juego con las reglas más complicadas de todo 51 Worldwide Games ) simplemente dándole todo el tiempo al botón A.
La verdadera diversión llega con el multijugador
Este modo está pensado para irse acostumbrando a las mecánicas de cada juego pero la verdadera diversión llega en los modos multijugador, en los que la selección de juegos queda, claro está, limitada según se trate de juego en una consola o en varias y sea en modo local o a través de internet. El control que hemos encontrado de momento más cómodo es utilizando la pantalla táctil; los botones son más incómodos; sobre todo jugando en el modo televisor.
En el juego local cada jugador puede tener su propia versión del juego y jugar con su usuario y avatar o se puede utilizar la Guest Edition, en la que hasta cuatro personas pueden jugar en modo local usando una sola copia del juego; aunque el resto de jugadores necesita realizar una descarga de la Guest Edition en la Nintendo eShop. En el modo Tatami hay varias combinaciones con entre dos y cuatro consolas y hasta cuatro jugadores.
El multijugador online que hemos probado hasta el momento va casi siempre fluido, tanto en las partidas con cualquier jugador como las privadas, siempre hasta para cuatro jugadores. Solo en una ocasión en una partida privada hubo serias ralentizaciones, el resto de sesiones no planteó ningún problema. Tampoco hubo ocasión para el aburrimiento al jugar en partidas abiertas ya que se eligen hasta tres juegos y, mientras aparecen otros jugadores para alguno de ellos, se puede ir practicando jugando contra la consola. Una vez que hay un rival hay un tiempo hasta completar el cupo de cuatro jugadores; si no se llena la partida, se rellenan esos huecos con jugadores controlados por la CPU:
51 Worldwide Games es compatible con la aplicación Nintendo Switch Online para contar con chat de voz durante las partidas y dar así más emoción a la sesión de juego.
Una selección realizada con mimo
La selección de los juegos está realizada con mucho mimo, hay algunos juegos muy cortos, que duran apenas segundos, como "La liebre y los perros" y otros largos como "Ludo", una especie de parchís simplificado, juegos para niños como "Cuadritos", otros desenfadados como "Boxeo" y otros más habituales en gente de más edad como el "Dominó", juegos de cartas, tradicionales de todo el mundo… prácticamente el catálogo no deja palo sin tocar.
La música tiene un estilo adecuado para la edad y el tipo de persona para quien se supone está elegido ese juego. Algunos de los juegos tienen nombres ligeramente modificados de cómo se suelen llamar en España; por ejemplo, el cinquillo se llama "Sietes" ya que al jugarse con la baraja inglesa la mitad de cada palo está en ese número. Además de los 51 juegos, hay un añadido algo extraño que convierte la pantalla en las teclas de una octava de un piano.
La misma sensación que con los tableros físicos
El modo para un jugador parece indicado únicamente para desbloquear nuevas barajas y expertos y para aprender las normas de cada juego (tal vez es hora de aprender definitivamente cómo se juega al backgammon, las damas chinas o al molino). La inteligencia artificial se percibe natural en los juegos de cartas, pero hay otros en los que no transmite estas buenas sensaciones y sí logra hacer sentir al jugador que está jugando en desventaja o que gana porque la máquina se lo ha puesto demasiado fácil. Jugando contra otra persona, ya sea en la misma consola u online (no hemos podido probar con más consolas en modo local) es tan divertido como lo sería una partida con tableros físicos.
51 Worldwide Games se pondrá a la venta el 5 de junio.
Estas impresiones se han escrito tras jugar con un código proporcionado por Nintendo y haber jugado diversas sesiones multijugador online organizadas por Nintendo.
