Ya queda menos para que PlayStation Vita esté en nuestras manos, concretamente el 22 de febrero será cuando llegue a Europa, y las compañías ya nos van dejando probar los primeros juegos que acompañaran el lanzamiento de la nueva portátil. Este es el caso de Virtua Tennis 4, que en su versión para Vita se apellidará World Tour Edition. Una diferenciación en el nombre que no es casual, ya que incluye bastantes novedades respecto al juego que pudimos disfrutar en el mes de abril para PlayStation 3, Xbox 360 y Wii, y que llegaría un poco más tarde, en junio, a PC.
En lo que respecta a jugabilidad y gráficos, es sorprendentemente parecido a la versión de sobremesa, con sus virtudes y sus carencias, aunque el hecho de poder jugar en cualquier parte a un título de deportes arcade tan divertido ya supone un plus en sí mismo.
Pero lejos de limitarse a realizar una simple conversión a la pequeña y potente portátil de Sony, Sega ha querido aprovechar las muchas y muy variadas nuevas posibilidades de Vita, y vaya, no se han dejado ni una sin experimentar.
Acudimos a las oficinas de Sega en España para probarlo, y tras una breve presentación de las nuevas y particulares características, nos dejaron una PlayStation Vita y pudimos jugarlo a fondo. Después del impacto inicial que produce la consola, que no cede tras haber jugado ya muchas veces con ella, por su ligero peso y lo bien que se ve la pantalla, nos sumergimos en Virtua Tennis 4 y curioseamos por todos sus opciones. World Tour, Arcade, Exhibición, Práctica, Minijuegos, VT Apps, Network y My Club nos reciben, contando con todos los modos de la versión de sobremesa, pero además el nuevo VT Apps, una serie de minijuegos que aprovechan las características de la consola.
Antes de nada nos metimos en el modo Arcade y nos echamos unos partidos. El plantel de tenistas es exactamente igual al de la versión de hace unos meses, es decir, 22 estrellas de este deporte, once jugadores masculinos actuales, siete mujeres y cuatro leyendas. Rafael Nadal, Roger Federer, Novak Djokovic, Andy Murray, Venus Williams, Ana Ivanović y Maria Sharapova se unen a viejas glorias como Boris Becker, Stefan Edberg, Patrick Rafter y Jim Courier. La recreación de estos, en los planos cortos o en las repeticiones, es un poco menos detallada que en la versión de PlayStation 3, pero mientras estamos disputando el partido y metidos de lleno en la acción, estas diferencias son menos patentes y el juego luce muy bien.
Una de las novedades más importantes de esta versión es poder jugar con la pantalla táctil, sin pulsar ningún botón. Esto realmente no es una configuración ni una opción, ya que está en todo momento activado, y cuando queramos podemos optar por jugar de manera tradicional, con el stick analógico y los botones, o usar la pantalla táctil, o bien una mezcla de ambas maneras como hicimos en una ocasión, dándonos completa libertad. Para sacar dando un toque a la pantalla lanzamos la bola, y con otro toque y estando atentos de la barra de potencia, la golpeamos. Para mover al tenista basta con mover el dedo por la pantalla, pulsando a dónde queremos que se desplace o bien arrastrando el dedo, lo que nos pareció más cómodo, natural e intuitivo.
Cuando nos devuelvan la pelota, podremos realizar distintos tipos de golpes dependiendo de los gestos que hagamos con los dedos. Un simple toque a la pantalla realizará un golpeo normal; deslizar el dedo hacia abajo realiza un golpe cortado; deslizar hacia abajo y luego hacia arriba consigue que hagamos un globo; y por ejemplo para activar el super tiro que se sigue rellenando en una barra, habrá que pulsar con dos dedos a la vez. A pesar de nuestras reticencias iniciales, a base de practicar y disputar varios partidos, acabamos dominando el control táctil, y no se juega nada mal. Conseguimos ganar varios enfrentamientos y es bastante cómodo, aunque como comprobamos en uno de los minijuegos, puede que en algunos casos facilite demasiado las cosas. Esto pasó en el famoso minijuego de golpear los bolos, que al poder elegir con el dedo dónde mandar la pelota exactamente, era mucho más fácil que de costumbre.
El control clásico con el stick y los botones es muy bueno claro, y es con el que jugarán la mayoría de los jugadores todo el tiempo, pero al ser una novedad, probamos el táctil a conciencia y comprobamos lo bien que funciona. También echamos un partido controlando al tenista con el stick analógico, y realizando los golpes deslizando los dedos por la pantalla de Vita, y se podía hacer perfectamente. Contamos para seguir la acción con tres cámaras, y en términos de rendimiento gráfico y jugabilidad, nos dejó muy satisfechos. Un juego muy divertido y apropiado para una portátil.
Después tocó probar todos los nuevos minijuegos, las llamadas VT Apps. VR Match consiste en disputar un partido en primera persona, moviendo la consola. Gracias a los giroscopios, al moverla, desplazamos también la cámara en primera persona, casi como si estuviéramos viendo la acción desde una cámara de vídeo. Si apuntamos con la consola hacia arriba vemos la parte superior y el cielo sobre los estadios, si apuntamos con Vita hacia abajo vemos el suelo, y de esta manera tenemos que disputar un partido, sintiéndonos dentro de la acción moviendo la consola. No pasa de simple curiosidad, como el resto de Apps, ya que no se pueden disputar torneos y solo es para partidos sueltos, pero todas estas pruebas sirven para hacerse una idea del potencial de la consola y lo versátil que es.
También tenemos Touch Vs, un partido con vista aérea, cenital, en la que dos jugadores pueden enfrentarse desde la misma consola, utilizando sus dedos sobre la pantalla táctil. Dividiéndose la enorme pantalla de cinco pulgadas en dos, cada jugador tiene que tocar y mover a su tenista en su lado para devolverle la pelota a su rival. Rock the Boat es como uno más de los divertidos y clásicos minijuegos de la saga, en este caso un barco lleno de dianas a diferentes alturas que tenemos que golpear para hacer puntos. Para facilitarnos las cosas, tendremos que inclinar la consola hacia a los lados para que el barco haga lo propio y así poder acertar en las dianas más complicadas. Bastante curioso y divertido.
Y por último VT Cam, una aplicación de realidad aumentada con la que podemos situar a cualquiera de los tenistas del juego en el mundo real, eligiendo entre diferentes posturas y tamaños, y así hacer simpáticas fotos. ¿Quiere tu hermana hacerse una foto al lado del modelo poligonal de Rafa Nadal? Podrá hacerlo. Este no es el único uso de la cámara, ya que también podremos fotografiarnos el rostro para incluirlo en el jugador que creamos en el modo World Tour, teniendo así un tenista igualito a nosotros.
Todos sus posibilidades no acaban aquí, ya que contará desde un primer momento con modo online, incluido chat durante los partidos, y la posibilidad de jugar de manera local hasta cuatro jugadores a través de Ad Hoc, ya sea en partidos o minijuegos. Vamos, que como veis no le falta de nada, y Sega se ha puesto las pilas para sacarle todo el partido posible a PS Vita. Tanto en lo jugable, como en lo técnico, es un juego de lanzamiento que da la talla, y si los ports o conversiones de su hermana mayor PS3 son de tanta calidad como este, su futuro es muy prometedor, en este ámbito al menos, ya que en el de títulos originales también nos ha convencido hasta el momento. Un juego de esos que hacen catálogo, necesario, y que seguro se hará un buen hueco entre los numerosos lanzamientos de calidad que acompañarán la llegada el 22 de febrero de PlayStation Vita.