Psygnosis creó en 1995 uno de los que serían estandartes de PlayStation, Wipeout. La recién adquirida desarrolladora por Sony cosechó buenas críticas y creó una legión de fans, no muy numerosa, pero si fiel a la apuesta de la compañía británica. Con versiones de sus dos primeras entregas para PC incluso para las consolas de la competencia directa (Saturn y N64), Wipeout gozó de buena salud en la era 32 bits, consiguiendo un hueco entre Ridge Racer, Gran Turismo y F1 (de la propia Psygnosis).
La idea no dejaba de seguir las pautas del clásico F-Zero en versión poligonal, pero la compañía británica supo dar una personalidad propia (especialmente por su gran banda sonora y los diseños de The Designers Republic que hizo de Wipeout una leyenda con fuerza propia.
A 900 Kilómetros hora
Wipeout Pulse es la segunda entrega para PSP (tras el título que estuvo en el lanzamiento de la consola, Wipeout Pure), y sus desarrolladores han intentado ir un paso más allá a todos los niveles.
Sin duda, lo que hemos podido ver en la breve versión beta son sus gráficos, que una vez más impresionan por su cuidado diseño visual, más que por la tecnología o el motor del juego. Si, Wipeout Pulse incluye efectos de transparencias y efectos especiales muy llamativos, entre ellos un bloom (quemado de la imagen por la luz) muy destacable a la salida de los túneles. Pero Wipeout es más.
El motor gráfico consigue una suavidad digna de mención, con alguna pequeña bajada de framerate en casos excepcionales (una gran explosión y varios accidentados en pantalla), defectos que esperamos sean pulidos en la versión final. Las imágenes muestran así mismo algo de dentado propio de la falta de anti-aliasing, pero no hacen justicia a la calidad del juego en acción, que se ve nítido en todo momento.
El diseño de las naves (hay nuevas incorporaciones, como el equipo EG.X) ha sido mejorado con nuevos detalles, aunque su simple aspecto puede engañar. Los efectos especiales para lar armas siguen siendo explosivos (literalmente), desde los lásers o misiles guiados al escudo o el espectacular seísmo que dobla el terreno situado frente a nosotros. El turbo creará un desenfoque que afectará no solo a la imagen del circuito, también a la interfaz.
Los circuitos presentan gran variedad (dentro de lo que es el mundo Wipeout), desde circuitos limpios y claros sobre el mar a centros urbanos, fábricas tecnificadas, secciones sobre cristal, y autopistas nocturnas iluminadas por focos en movimiento, que apuntan tanto a la pista como a edificios al fondo del escenario. Con luces de neón iluminando toda la carrera, ya sean de avisos o señales de direcciones, el juego es una explosión de colorido exagerada por ese efecto de destello visible en el paso de la oscuridad a la luz y las estelas dejadas por nuestros rivales.
En cuanto al sistema de juego, pocas novedades revolucionarias y si pequeñas mejoras que pulen el anterior título visto en PSP. Wipeout, consiste, como sabrán los seguidores, en rápidas carreras con vehículos que alcanzan gran velocidad, especialmente al pasar por unos aceleradores marcados en la superficie de las pistas. De igual forma, se obtienen ítems (armas, protecciones y turbo) que pueden ser usados para incluso eliminar a rivales. Y ellos pueden entorpecernos a nosotros.
Wipeout Pulse incluye un sistema de competiciones, distribuidas en un panel, en el que seleccionar nuestra siguiente prueba, y desbloquear siguientes, lo que da acceso a desbloquear una nueva lista de pruebas en otro panel. Por ejemplo, en el primero (que consta de seis pruebas), jugaremos en tres circuitos (algunos con sus versiones ambientales cambiadas) y a través de dos modos de juego (el competición y una prueba contra reloj). Al final de las cuatro series, habremos disfrutado de la mitad de circuitos y siete modos de juego. Esta elección permite adaptar la dificultad a cada jugador (al igual que los diferentes niveles de IA) para hacerlo asequible, tanto a novatos como expertos.
Muchas curvas de 90º obligarán al jugador a utilizar los frenos "de emergencia", y en varias chicanes a mantener más un control en la nave que una velocidad exagerada. En varias de las pistas que hemos podido disfrutar encontramos estas partes técnicas que pondrán a prueba la destreza, y la habilidad para utilizar el armamento disponible en ese momento.
Respecto al modo multijugador, Wipeout Pulse soporta ocho jugadores ad-hoc y on-line, pero se espera que este número se vea incluso incrementado. Se prometen futuras descargas, de forma similar a Pure, para añadir nuevas pistas, entre ellas algunas clásicas que han desaparecido en la nueva entrega.
Otra de las incorporaciones nuevas se encuentra en un curioso modo fotografía. No tan evolucionado como los incluidos en otras sagas de conducción y limitado a pocas opciones, pero útil para inmortalizar momentos en repeticiones o incluso durante una prueba.
La banda sonora incluye dieciséis temas en la línea habitual de la saga, quizás algo menos cañeros que últimas entregas y menos impactantes que los dos primeros títulos de la saga. Una cuestión puramente personal entre Kraftwerk o los temas clásicos de Chemical Brothers o Prodigy, que se solucionará con la muy agradecida opción de utilizar los temas en formato MP3 alojados en la tarjeta de memoria como música para el título; una medida que sin duda gustará a todos los usuarios.
En conclusión, estamos ante un posible título esencial para los poseedores de PSP. Su apartado técnico impecable y la jugabilidad refinada tanto de los mejores capítulos vistos en PlayStation como de la anterior aparición para la portátil de Sony, permiten ver mucho potencial en la versión final del juego, prevista para finales de año. Si nada se tuerce, Wipeout Pulse podría ser un serio candidato a convertirse en la entrega más completa y divertida de la saga. Y eso son palabras mayores.
