Cada vez que Hideo Kojima comenta que no volverá a trabajar activamente en una entrega de Metal Gear Solid, suele anunciarse otro juego bajo su dirección. Esto es algo que se ha cumplido en varias ocasiones, de manera sistemática hasta la fecha. La última vez había sido con Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots, supuestamente su última colaboración activa en las aventuras de Snake, pero por suerte para los jugadores, más tarde se anunció Peace Walker para PSP -Rising únicamente cuenta con él como productor-.
Aunque es cierto que la popular saga ya ha pasado por la portátil en tres ocasiones, no es menos verdad que no ha conseguido igualar el nivel de popularidad y éxito de críticas y ventas que en doméstica. Dos de estos notables juegos cambian completamente de género: Ac!d y Ac!d 2. El último -hasta la fecha- era Portable Ops, mucho más cercano tanto en apariencia como en historia a la saga principal, pero en el que Hideo Kojima no intervino salvo en direcciones de producción. El resultado también fue bueno, aunque, el juego introducía algunas novedades jugables que no fueron del gusto de todos, y en definitiva, tampoco era la prometida entrega principal en versión portátil, además de avanzar muy poco en el marco temporal de Big Boss. La promesa de `un Metal Gear Solid en PSP´ seguía sin estar completamente cumplida.
Metal Gear Solid Peace Walker viene a ofrecer a PSP todo lo que se pedía a Konami. Se ha promocionado como `la verdadera secuela de Metal Gear Solid 3 Snake Eater´, una declaración que automáticamente convierte a Portable Ops como un capítulo menor dentro de la saga -aunque sus hechos sí tengan alguna trascendencia en el argumento general-. El ejemplo más claro de la importancia de Peace Walker está en que originalmente, durante un tiempo del desarrollo -y en la mente del propio Kojima-. estuvo planeado como Metal Gear Solid 5, aunque poco antes de su presentación se desechase esta idea. El equipo detrás del juego tampoco es despreciable, se trata del mismo que realizó Metal Gear Solid 4 en PlayStation 3, lo que demuestra que la atención de Kojima Productions ha sido total.
Este juego vuelve a centrarse en los hechos menos conocidos de Big Boss, y cuenta uno de los capítulos más importantes de toda la historia de la saga, la creación de Outer Heaven. Tenemos a un desengañado Big Boss que ha visto la muerte de su mentora, The Boss, y las traiciones de los Gobiernos, y que además cuenta con un pequeño ejército mercenario bajo su capacidad de liderato conseguido en Portable Ops. Big Boss se va perfilando como el carismático personaje que se nos cuenta en entregas anteriores -posteriores narrativamente- como Metal Gear Solid.
Cuando una fuerza militar equipada con armamento de última tecnología, que representan un peligro global, invade Costa Rica en 1974, Naked Snake y su Militaires Sans Frontières - Militares Sin Fronteras- son llamados para que de manera secreta -no de manera oficial- acaben con esta amenaza. Costa Rica carece de un ejército propio, así que en principio utilizar a los mercenarios de Big Boss, una organización de élite que no causará una confrontación directa entre países, parece la mejor opción. El problema moral de esta situación es desvelada en los primeros minutos del juego, ya que el ejército invasor resulta estar financiado por la CIA, y quienes desean acabar con ellos son fuerzas del KGB. ¿Luchará Big Boss contra su antigua patria? ¿Se convertirá en un enemigo de los Estados Unidos demostrando que realmente forma parte ahora de una fuerza militar que no debe lealtad a ningún régimen?
La versión japonesa de Peace Walker no muestra el juego por completo: se ha eliminado una escena que sí llegará a occidente. Aunque se desconoce el tipo de contenido, Kojima habló de la necesidad de no elevar la edad mínima recomendada del juego a 18 años en su país, pero que se trata de una escena importante en la historia.
En esta aventura seguiremos conociendo también el pasado de algunos personajes clásicos como Kazuhira Miller, `Master Miller´, visto en Metal Gear 2 -de MSX2- , miembro de Foxhound y con una presencia en Metal Gear Solid, aunque esto no sea cierto del todo, como sabrán los jugadores.
Entre los nuevos personajes encontramos a Paz Ortega Andrade, una joven estudiante cuyo nombre evoca directamente a la paz -también Kazuhira en japonés-, que es una de las impulsoras en pedir ayuda a Naked Snake. Ramón Gálvez Mena también participará en esta llamada, aunque esconde otras motivaciones que pronto saldrán a la luz. A pesar de las reticencias de Big Boss a aceptar este nuevo trabajo -no tanto Miller, que tiene una visión de la organización mucho más profesional y menos poética-, Gálvez mostrará algo que hará a Big Boss aceptar de inmediato.
Entre los personajes secundarios encontramos dos que merece la pena reseñar por algunos aspectos curiosos. Uno es Huey, un personaje en silla de ruedas de parecido más que sospechoso a Otacón - Hal Emmerich- de las entregas Solid, que de hecho, está doblado por el mismo actor. Oficialmente no se ha confirmado si existe alguna relación familiar entre los personajes, o si únicamente se trata de una coincidencia, algo que en el universo de Kojima, no suele ser existir. Otro personaje con un doble juego en su nombre es Cécile Cosina Caminades, que en japonés es pronunciado como Seshiiru Kojima Kaminandesu -"definitivamente, Kojima es Dios"-.
Además de una historia más cercana a la principal, y que avanzar realmente los hechos desde Snake Eater, otra de las críticas a Portable Ops estuvo en el sistema de juego y el control, un control pensado claramente para Dual Shock. En PSP existen varias formas de solucionar el movimiento de la cámara, pero Portable Ops no dio con la clave -utilizó las direcciones digitales-. Es decir, el pulgar izquierdo no podía realizar dos acciones tan simples como mover el personaje y simultáneamente girar la cámara para explorar las posiciones enemigas, había que detenerse, algo especialmente molesto en los combates finales.
Peace Walker se ha tomado en serio las críticas y ha redefinido los controles, que aunque en principio pueden chocar al estar acostumbrados al pad de consola, se adaptan mejor a la portátil. Por ejemplo, los movimientos de CQC -que continúan siendo mejorados y ampliados con cada entrega-, ahora se realizan con R, en lugar de cuadrado, reservando los botones generalmente usados en acciones para el movimiento de la cámara, es decir, ahora se sigue avanzando con el botón analógico y con el pulgar opuesto se gira, sube o baja el punto de mira.
El pad digital de direcciones realiza acciones como cambiar arma o agacharse -se ha eliminado la opción de arrastrarse por el suelo, aunque sí podemos tumbarnos-. El botón L se utiliza para apuntar y R para disparar -si no se apunta, se activa un golpe CQC con el arma-, aunque también es posible utilizar una mira automática pulsando Select que tiene sus ventajas e inconvenientes: te hace más fácil dar a un enemigo, atrae la mira como un imán, pero no puedes afinar el tiro a la cabeza, así que gastas más balas que si confías en tu puntería.
Un control que se ha inspirado en algunos juegos más enfocados a la acción, es decir, Peace Walker facilita la jugabilidad -y no hablamos de olvidarnos del sigilo, únicamente que ahora es más cómodo realizar acciones de combate-. Hay cosas que no han cambiado, como la ayuda del radar de sonido -también veremos un prototipo similar al de MGS- y el uso de diversos ítems como las raciones, granadas, los iconos de sorpresa de los soldados enemigos, etc., y que no necesitan ninguna explicación para el jugador habitual. El camuflaje es un factor que también se mantiene, aunque en base al movimiento y la posición -no es posible cambiar de uniforme como en Snake Eater y mucho menos con algo como el Octocamo-.
Otros movimientos en contexto se realizan también con el pad de direcciones, como elevar a un soldado fuera de combate con un globo aerostático. Estos soldados reclutados van a la Base Madre, cuyas instalaciones podemos ir aumentando, para beneficiarnos también de estos ayudantes, que desarrollarán nuevas armas y equipamiento -todo ello sin la pesada carga que suponía arrastrar soldados secuestrados a un camión, como en Portable Ops-. Destacar un detalle: toda la navegación por menús se hace sin pausa, así que se acabó detener un tiroteo para ver un mapa o cambiar el arma, si no se tiene cuidado, la partida puede terminar pronto mientras navegamos, algo que Kojima explicó porque "la vida real no se puede pausar".
Una de las grandes novedades de esta entrega la encontramos en el juego cooperativo, el aspecto más promocionado desde su anuncio, que deja claro que la saga se toma, desde Metal Gear Solid 3: Subsistence, muy en serio la conexión entre jugadores. Peace Walker permite jugar a las misiones principales acompañados de otro usuario, y hasta cuatro en las misiones contra jefes. La solución aportada por Konami es desarrollar cuatro perfiles de Big Boss con diferentes parámetros. Tenemos el Snake con armadura (Battle Dress), lento y bastante visible, pero preparado para el ataque con armas pesadas y una buena defensa, perfecto para el combate directo. Algo menos extremo tenemos a Naked Snake es más rápido y también cuenta con un buen armamento, aunque la desprotección es un serio problema. El modelo Jungle es el más equilibrado de todos en sigilo, velocidad, defensa y armamento, mientras que el traje Stealth está diseñado para el sigilo, a costa de perder ataque -es decir, nada útil contra jefes-.
Las acciones entre varios Snake son muy interesantes para hacer el juego una experiencia casi nueva respecto a una partida en solitario, como por ejemplo compartir ítems o realizar fuegos de cobertura. Incluso hay una caja de cartón pensada para ocultar a dos personajes. Desde luego, completar la historia en cooperativo es una de las mejores novedades de Peace Walker, algo que sin duda nos habría gustado poder experimentar en otras entregas, como el mismo Metal Gear Solid 4.
Por si hacer una entrega de Metal Gear Solid que ya está cosechando éxito de críticas -ha entrado en el polémico club de juegos "perfectos" de Famitsu- y premios -Mejor Juego de PSP en el TGS 2009- que traslada toda la diversión de la serie a PSP como ninguno de los anteriores intentos consiguió fuera poco, Konami ha incluido una sorpresa que a pesar de no ser, en principio, de gran relevancia en occidente, en Japón es sinónimo de furor.
Nos referimos a una región de la jungla del juego que trasladará a Snake y su ejército a los dominios de Monster Hunter, el título de acción de Capcom. Un cruce entre dos juegos completamente distintos que sin embargo no dejan de encajar bien, siempre y cuando entendamos estas misiones como algo opcional y `gracioso´ que nada tienen que ver con la historia principal. Y es que ver a Snake acompañado por los Felyne -gatos ayudantes de los cazadores de Monster Hunter- cocinando y disparando a dinosaurios, dragones y otro tipo de bestias fantásticas o extintas resulta poco menos que chocante, aunque no por ello menos divertido, especialmente si se es seguidor de ambos juegos.
Otra de las sorpresas anunciadas en el último momento ha sido la colaboración con Ubisoft al unir la saga de Snake con Assassin´s Creed, algo que no es la primera vez que vemos -caso de por ejemplo, un traje secreto de Altair en MGS4-. En Peace Walker esta conexión será visible en algunos movimientos de Big Boss, como la ocultación del protagonista en fardos de paja y el típico salto de fe de Altair/Ezio. Los fardos resultan un escondite más práctico que las cajas de cartón, ya que podemos "atravesar" su exterior y atrapar rápidamente a un soldado que pase cerca de nosotros. Pequeños guiños, si, pero no gratuitos, ya que mejoran la jugabilidad.
A simple vista puede parecer que el nuevo equipo de desarrollo no ha mejorado en exceso los gráficos del juego desde Portable Ops, lanzado en Japón a finales de 2006. Es posible que el salto no sea excesivamente grande, pero hay muchos detalles que demuestran que hay mucho trabajo detrás. Por ejemplo, Peace Walker cuenta con más entornos abiertos, y muy detallados, al estilo Snake Eater, que convierten las bases de Portable Ops en mucho más básicas y simples. Esto también afecta al diseño del mapa; mientras Portable Ops transcurría mayormente en bases con edificaciones o en complejos interiores, en Peace Walker la abundancia de escenarios naturales añade algo de imprevisibilidad al recorrido.
También los efectos gráficos han mejorado, tanto en la luz, el agua -detalles como las gotas o manchas en la pantalla siempre quedan bien- o las explosiones, ahora muy potentes. Y aunque Peace Walker también utiliza, como el anterior juego lanzado en PSP, secuencias tipo cómic animado -algo que se puso de moda con las versiones digitales de los cómics de la saga-, en algunos momentos no huye de las secuencias cinemáticas generadas por la consola y primeros planos de las caras, en las que vemos algunos detalles gráficos que evidencian la mejora en modelados y texturas. A todo esto sumar el aumento de personajes en pantalla -entre enemigos y compañeros- que además reaccionan según la parte del cuerpo dañada para ver que el salto técnico está ahí y vuelve a exprimir un poco más a la consola.
También las animaciones han sufrido una beneficiosa actualización, con movimientos como correr agachado, visto en MGS4, las recargas de armas y especialmente el CQC, que ahora se ve mejor que nunca gracias a que la cámara se acerca a la acción cuando realizamos algunos combos esquivando a varios enemigos que nos rodean -algunas escenas de esta coreografía son muy dinámicas, casi inspiradas en las películas de Bourne, con Big Boss realizando llaves y lanzando enemigos con una seguridad asombrosa-. Kojima se ha tomado en serio dar el espaldarazo definitivo a PSP puliendo muchos aspectos que los jugadores de la portátil no habían podido experimentar hasta la fecha, y consiguiendo que las mejoras jugables de Guns of the Patriots se reflejen en cierta manera en Peace Walker -aunque no se llegue a la profundidad de la configuración de armas-.
Las secuencias de diálogo, como hemos comentado, siguen la estética de las ilustraciones animadas de Portable Ops y Digital Graphic Novel de Ashley Wood. No se trata de simples vídeos, son animaciones ejecutadas por la consola y eso significa que tenemos algún grado de interactividad, como hacer zoom o desplazar la vista lateralmente un poco, en ocasiones para descubrir detalles ocultos a simple vista, y en otros momentos, incluso para modificar el curso de la animación. Esta forma de narrar los diálogos y escenas de acción ha dividido a los seguidores de la saga, pero no se puede negar que es una manera atractiva de sortear los problemas técnicos que supondría realizar secuencias similares a lo visto en PlayStation 2 en la máquina portátil.
El apartado sonoro está compuesto por la habitual mezcla de compositores, con los habituales Akihiro Honda -autor del tema principal del juego-, Norihiko Hibino y Nobuko Toda, que dan los toques más electrónicos. Kazuma Jinnouchi aporta los temas de acción y tensión más imponentes del juego y sorprende dos apariciones que son un aire fresco a la música de Metal Gear Solid, Jeremy Soule -imposible olvidar su participación en Oblivion- y Todd Haberman -ha participado en películas como Rambo o juegos como Mortal Kombat- que dan un toque más orquestal y épico que sienta muy bien a esta aventura de Big Boss. El doblaje, como es costumbre, está cuidado tanto en la versión japonesa como inglesa, con Akio Ohtsuka y David Hayter como el eterno Snake/Big Boss.
Guerra y paz por Kojima
Metal Gear Solid Peace Walker se perfila como uno de los juegos más importantes de PSP del catálogo de la consola hasta la fecha. Está desarrollado con una ambición pocas veces vista en portátil, y posee numerosos guiños que gustarán a los jugadores de la saga -y como hemos visto, incluso a otras, como Monster Hunter o Assassin´s Creed-. Se ha colaborado junto a marcas conocidas para realizar las promociones durante el juego -habitual desde Snake Eater-, tanto para items como para los ingenios metálicos a los que nos enfrentaremos, que cuentan con las populares -en Japón- voces sintetizadas Vocaloid.
Con la historia de Solid Snake cerrada en Guns of The Patriots, y olvidándonos de títulos alternativos como Rising, Peace Walker ha sido prometido como el capítulo perdido que faltaba en la historia de Metal Gear. ¿Conseguirá esta vez Konami contentar por completo a los seguidores de la saga en PSP? El 18 de junio, el veredicto final.