La historia de Black Rock Shooter es cuanto menos peculiar. El personaje como tal nació como una simple ilustración de un artista conocido como Huke. Éste subió dicha ilustración con el título de Black Rock Shooter a una famosa comunidad de internet a finales de 2007. Por otro lado Ryo, fundador del grupo Supercell y conocido principalmente por ser el creador de Hatsune Miku (Project Diva) y su utilización del sintetizador de voces conocido como Vocaloid para crear canciones, decidió crear una canción inspirada en el personaje creado por Huke tras ver la ilustración en internet. Huke acabó adhiriéndose a Supercell y creó las ilustraciones para el vídeo musical que salió a la luz en 2008. En alrededor de un año la canción tenía más de 2 millones de visualizaciones en el conocido portal nipón Nico Nico Douga y la bola de nieve comenzó a rodar.
En julio de 2010 se produjo la primera OVA (Original Video Animation) de 50 minutos de duración producida por los estudios Ordet, dirigidos por el controvertido Yutaka Yamamoto. Anteriormente Yamamoto criticó el exceso de infantilismo y diseños Moe en el anime y manga y japonés y ofrece su propia visión con un resultado más que aceptable.
Poco más tarde publicada por Kadokawa Shoten se publicó la primera serie manga denominada Black Rock-Chan que ofrecía unos diseños super deformed de los personajes, y un mes más tarde se publicó otra serie de cómics con el nombre de Black Rock Shooter: Innocent Soul. Ambas series actualmente siguen editándose.
Por último, y lo que nos toca, desarrollado por los estudios Imageepoch nos llega el videojuego del famoso personaje, un título que no hace demasiada justicia a otros contenidos publicados en otros soportes, siendo un videojuego extremadamente simple y repetitivo en sus mecánicas. El título ha sido publicado en agosto del presente año en Japón, y ya existe la confirmación sobre su localización a otros territorios aunque de momento no haya ninguna fecha establecida.
Caótico futuro
Lo primero que debemos indicar es que el argumento de Black Rock Shooter está basado en un universo completamente diferente al mostrado en otros soportes, así como la OVA y los diferentes mangas también llevan su propio camino.
En este caso nos situamos en 2032, un momento en que la Tierra es objetivo de una invasión alienígena. Una vez conocida la amenaza, un grupo de humanos trabaja en la construcción de una nueva arma que pueda hacer frente a la amenaza, pero nunca llega a usarse. 19 años después sólo un pequeño grupo formado por doce humanos varones parece ser la única resistencia humana que queda viva. Éstos han encontrado una de aquellas armas creadas para hacer frente a los invasores, una pequeña joven con cualidades especiales creada a partir de la clonación.
Este es el punto de partida de Black Rock Shooter, una aventura catalogada dentro del JRPG cuyo único modo historia nos llevará a conocer tanto el pasado de nuestra protagonista como el oscuro futuro que se cierne sobre los humanos debido a la invasión de la maquinaría extraterrestre.
Mecánica simple
La jugabilidad del título se plantea como el peor apartado del conjunto sin lugar a dudas. En las diferentes misiones que tendremos que afrontar en diferentes ciudades de la tierra como Nueva York o Moscú, controlaremos a la particular chica prefabricada enfrentándonos a los diferentes enemigos alienígenas. Podremos movernos libremente por unos escenarios excesivamente lineales donde veremos pulular a los oponentes, pasando al modo de combate en el momento en que entremos en contacto con ellos.
En este modo combate nuestro personaje permanecerá estático y sólo podremos mover un pequeño punto de mira para apuntar nuestra enorme arma hacia nuestro enemigos. Una vez tengamos al enemigo fijado sólo tendremos que disparar mediante el botón cuadrado y cuando hayamos acabado con él cambiaremos a otro objetivo y vuelta a empezar. El hecho de que el punto de mira, una vez en contacto con el enemigo, se mantenga fijo en él hace que apenas tengamos que presionar el botón de disparo y poco más para poder eliminar a los alienígenas. Por otro lado el botón X pondrá en guardia a nuestro personaje y el botón círculo servirá para realizar un paso lateral. La mecánica se basa en conocer a los diferentes enemigos y sus secuencias de ataque. Así por ejemplo un enemigo realiza una animación específica antes de dispararnos unas bolas de plasma. Dispararemos al enemigo sin cuartel y cuando veamos que hace dicha animación nos pondremos en guardia para reducir el daño o bien daremos un paso lateral para esquivarlo y vuelta al disparo sin cuartel. Un sistema de combate aburrido, monótono y sin pizca de atractivo.
Se añaden también una serie de habilidades que iremos desbloqueando con la subida de nivel y que podremos ir asignando a la secuencia de comando L+botón (triángulo, cuadrado, círculo y X). Estas habilidades nos permitirán entrar en estados temporales donde nuestros disparos tengan más potencia o nuestra defensa se vea aumentada, así como nos permitirán efectuar una serie de disparos especiales de gran daño.
Por último y como único atisbo de verdadera dificultad se encuentra una barra denominada Hit Gauge. Esta barra se irá rellenando a medida que disparamos o efectuamos movimientos laterales y cuando llegue al máximo entraremos en un estado en el que nuestra arma se ha sobrecalentado (Overheat). En este estado no podremos realizar ninguna acción de ataque o defensa, estando completamente vendidos a los enemigos, por lo que tendremos que estar pendientes de nuestra vida y utilizar una serie de objetos sanadores si vemos que nuestra salud se reduce demasiado.
En resumen tendremos que superar un buen número de combates a base de disparar y disparar, presionar el botón círculo para esquivar los ataques y vuelta a apretar el gatillo sin cuartel, eso sí teniendo cuidado de no sobrecalentar el arma. Quizás el mayor atractivo se encuentra en el momento en que nos enfrentemos a los jefes finales, una serie de robots humanoides con cierto parecido a la protagonista, y los cuales tienen un número de ataques más amplio y una dificultad algo más elevada aunque nada que plantee realmente ningún reto.
Para sacarnos de la redundancia del combate se incluyen también unas fases al mando de una motocicleta de aspecto futurista que conducirá nuestra protagonista. Sin embargo las fases en dicho vehículo continúan con la línea más que regular de jugabilidad. En estas fases la motocicleta se moverá automáticamente y lo único que tendremos que hacer es utilizar el pad direccional pulsando izquierda o derecha para cambiar de carril y esquivar los obstáculos que aparezcan en la carretera. Un tipo de jugabilidad basado en nuestros reflejos cuya fórmula ha sido usada hasta la saciedad en diferentes tipos de títulos a lo largo de toda la historia de los videojuegos.
Por todo ello el resultado es una jugabilidad mediocre que no hace ninguna justicia al atractivo personaje creado por el artista Huke o al peculiar universo planteado en el videojuego.
Ápices de buena realización
En lo que respecta al apartado gráfico, a pesar de que el título está acompañado de buenas secuencias de anime creadas por los estudios Ufotable (God Eater, Tales of Xillia), el motor del juego muestra unos gráficos aceptables (notables en el diseño de los personajes) pero sin nada que destacar. Muchas de las fases basadas en centros urbanos nos resultarán francamente similares debido a la repetición de elementos gráficos y tampoco se muestra un nivel de detalle que pueda impresionar.
Por otro lado la recreación del personaje está bastante bien conseguida y se nota un especial cuidado y buenas maneras en el apartado de la realización audiovisual. La elección de perspectivas de cámara que aportan mayor espectacularidad y realismo así como un buen manejo de silencios y melodías que entran en conflicto con el mejorable aspecto gráfico.
Por su parte la banda sonora nos ha parecido uno de los puntos fuertes del título. Una buena variedad de melodías que se adaptan perfectamente al universo generado, creando una serie de atmósferas que facilitan mucho la inmersión en el título. Además contamos con un doblaje notable, en este caso al japonés, aunque se espera que llegue doblado al inglés al viejo continente.
Carente de casi todo
Black Rock Shooter es un buen ejemplo de cómo la adaptación de mangas o anime al mundo de los videojuegos no siempre es aceptable. El interesante personaje creado atrás se ha visto malogrado en su intento por crear un título de PSP diferente, acabando finalmente como un producto excesivamente simple y sin muchas pretensiones.
El sistema de batalla es demasiado sencillo y aburrido y las fases en motocicleta siguen una fórmula utilizada hasta la saciedad desde la década de los noventa. Para aquellos seguidores del manga, entusiastas de la OVA o de cualquier producto relacionado con el popular personaje, con toda seguridad el título de PSP no será digno de las esperanzas puestas en él.
