Dentro de un mes, el 27 de octubre, es una fecha marcada en el calendario de muchos jugadores, por tres motivos tan diferentes como interesantes. Ese día se lanzarán Super Mario Odyssey, Assassin's Creed Origins y Wolfenstein II: The New Colossus, este último el más esperado para los amantes de la acción más frenética y espectacular, porque el anterior dejó un excelente sabor de boca, y este promete más y mejor de lo mismo.
Tanto Wolfenstein: The New Order, que se lanzó en mayo de 2014, como su excelente expansión Wolfenstein: The Old Blood, que llegó un año después y que tenía tal tamaño que lo consideramos un juego con entidad propia más que una simple expansión, fueron dos excelentes juegos de acción, con una enorme personalidad y carisma, y con los que los suecos MachineGames demostraron su enorme talento.
Ahora llega esta secuela que por lo que ya hemos podido probar es un juego muy continuista, que no va a cambiar demasiado respecto a lo que vimos en los dos primeros, pero cuya nueva historia, ambientación, enemigos, armas y una mayor variedad de situaciones serán motivos suficientes para volver a pasárnoslo en grande machacando nazis.
En esta ocasión la aventura se desarrolla en Estados Unidos, en un país que lleva 14 años ocupado por los nazis. B.J. Blazkowicz vuelve malherido a su nación natal, y mientras se recupera de las heridas se unirá a la resistencia, que está formada por una serie de personajes a cada cual más excéntrico. Aquí también se reencuentra con su amada Anya, que está embarazada y espera gemelos, y juntos tendrán que luchar contra Frau Engel, la gran villana de esta entrega, quien ha jurado vengarse de B.J., que mató a su amado en el primer juego.
Aunque en una aventura de acción como esta la historia puede parecer anecdótica, MachineGames se toma muy en serio la narrativa de sus juegos, y la carga argumental es muy notoria, incluso demasiado en ocasiones, con escenas cinemáticas bastante divertidas y bien resueltas, pero a veces demasiado largas, en nuestra humilde opinión.
Ya avisaron al poco de anunciarse que Wolfenstein II: The New Colossus contaría con tres horas de cinemáticas, y nos parece algo un poco excesivo en un juego de acción como este que pretende ser intenso y espectacular, ya que puede afectar al ritmo. En cualquier caso es algo que tendremos que juzgar cuando ya tengamos el producto final, porque en los dos anteriores lo hicieron bastante bien, y suponemos que sabrán muy bien lo que se hacen.
El nuevo escenario de la aventura es casi una de sus mayores novedades, ya que la verdad es que da mucho juego. Sus guionistas se lo han pasado en grande imaginando ese Estados Unidos alternativo en los años 60 dominado por los nazis, y hay un sinfín de detalles muy curiosos, en una aventura en la que los tiros son el ingrediente principal, pero que también aprecia al jugador más aventurero que quiere explorar los escenarios, con coleccionables, documentos y bastantes secretos.
La tecnología a la que accedemos en The New Colossus es más avanzada que en la anterior entrega, y contamos con nuevas armas, algunas muy potentes y que nos permiten volatilizar literalmente a lo enemigos, aunque estos ahora son también más variados y peligrosos, y nos encontraremos todo tipo de ingenios mecánicos que nos harán la vida imposible. También nosotros tenemos algunos gadgets un tanto peculiares, como unas piernas mecánicas que nos permiten dar grandes saltos y subirnos a lugares elevados.
Las armas además de ser muy numerosas y variadas también se pueden personalizar con diferentes tipos de accesorios y mejoras, así que además de mejorar a Blazkowicz mediante un sencillo pero efectivo sistema de perks, también tendremos que ir mejorando nuestro arsenal. Además, como una de las novedades de esta secuela, en esta ocasión podemos llevar cualquier combinación de armas en cada mano, y ya no tienen que ser dos del mismo tipo como en el primer juego.
Las situaciones que hemos disfrutado son muy similares a lo que ya conocíamos de los anteriores Wolfenstein. A veces hay escenarios bastante amplios que ofrecen diferentes rutas y que nos permiten jugar son sigilo, teniendo que acabar primero con los comandantes para que no den la voz de alarma y vengan más enemigos. Y otras veces la acción es más pasillera y lineal, pero más espectacular e intensa, por ejemplo, montándonos en algún tipo de vehículo.
La ambientación de esta nueva entrega es uno de sus puntos fuertes, es una pasada el trabajo que han realizado al imaginar determinadas localizaciones de los Estados Unidos en los años 60 con los nazis gobernando y campando a sus anchas, y visitaremos lugares tan diversos como Nueva York, Nueva Orleans o Nuevo México.
A esto ayuda la mejora gráfica que se ha producido en esta secuela, que no es enorme pero que se nota, con escenarios más detallados y una iluminación mejorada, que proporciona imágenes muy espectaculares, al menos en la versión de PC, que es la única que hemos podido disfrutar hasta el momento. En consola volverá a moverse a 60fps como el primero, algo importante en un shooter tan frenético como este, y contará con voces en español, algo a lo que Bethesda nos tiene bien acostumbrados en sus juegos.
Más y mejor
Como decíamos al principio del texto, Wolfenstein II: The New Colossus es una secuela muy continuista, y que nadie se tome esto como algo malo, ya que ha transcurrido el tiempo suficiente como para que podemos volver a disfrutar de más y mejor de lo mismo. No sabemos si la falta de frescura le acabará pasando factura, pero la nueva ambientación, historia y personajes seguro que podrán compensarlo, y esperamos que MachineGames sea capaz de sorprendernos con las situaciones que nos plantee a lo largo de la aventura.
Confiamos muchísimo en el talento de este estudio, y estamos seguros que como poco va a ser un juego de acción muy divertido y espectacular, que va a volver a encantar a los muchos jugadores que ya disfrutaron del primero. Dentro de un mes saldremos de dudas, el 27 de octubre en PC, Xbox One y PS4, y el año que viene también en Nintendo Switch.
Hemos escrito estas impresiones tras jugar a la versión de PC en un evento celebrado en Londres al que fuimos invitados por Bethesda.
