Es difícil acercarse a Metal Gear Survive sin prejuicios, porque los seguidores de Metal Gear adoran a Kojima y éste será el primer juego de la saga sin él, tras una ruptura muy poco amistosa entre el bueno de Hideo y la compañía para la que ha trabajado treinta años. Metal Gear Survive es un extraño videojuego que toma como base las mecánicas de combate y sigilo e incluso los escenarios de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, y lo convierte en una experiencia de supervivencia en el que tendremos que pelear cooperativamente contra oleadas de monstruos.
Eso es al menos lo que hicimos en el E3, en una demostración en la que jugamos junto a otros tres jugadores para enfrentarnos a tres oleadas de monstruos de lo más extraños, colaborando entre nosotros, interactuando con el escenario e intentando defender nuestra base de esta incesante inundación de enemigos. El juego se ambienta en el mundo de Metal Gear 5, pero en una realidad alternativa en la que monstruos de otra dimensión están conquistando la Tierra. Nosotros formaremos parte de lo poco que queda para defenderla.
Adaptando las mecánicas de sigilo y combate
Antes de entrar en materia y jugar en cooperativo pudimos elegir entre cuatro tipos de soldados. Divididos entre guerreros y tiradores, además de los aspectos estéticos y de los generales (salud y resistencia), básicamente la gran diferencia entre ellos radicaba en el armamento. Mientras que los tiradores tienen principalmente armas de fuego y arcos como armas principales, los guerreros cuentan con armas cuerpo a cuerpo. Todos tienen pistolas como armas secundarias.
Tras pasar unos minutos haciendo el ganso en el lobby y familiarizándonos con los controles, comenzó la misión, en la que teníamos que llegar a una especie de fuerte, construir un generador y defenderlo. Metal Gear Survive se juega muy parecido a The Phantom Pain, con cambios menores en el control (pulsando dos veces X nos echamos al suelo, por ejemplo), pero ahora contamos con un repertorio de armas mayor, eligiendo tres armas principales (cadera, cuerpo a cuerpo y espalda) y dos secundarias. En el caso de nuestro soldado, era un tirador armado con una escopeta y un arco. Está habiendo una especie de burbuja de arcos en el mundo del videojuego, pero en la mecánica de Metal Gear encaja muy bien, y no nos explicamos cómo no se le había ocurrido a nadie antes.
A la hora de jugar nos enfrentábamos a oleadas de zombis de diferentes clases. El zombi estándar es tonto y lento, y es fácil acabar con ellos tanto con ataques cuerpo a cuerpo como con armas de fuego. Es especialmente divertido usar el arco para ello. La cosa se complicaba más tarde con la presencia de dos zombis especiales. Uno de ellos, el bombardero, era especialmente resistente a los ataques, salvo si le apuntabas a las rodillas. Al morir hacía una gran explosión que era interesante aprovechar para acabar con los enemigos cercanos. El otro zombi especial, el acorazado, era muy resistente a las balas, y la forma de acabar con él eficientemente era con ataques cuerpo a cuerpo.
Esta diversidad de enemigos y estos puntos fuertes y débiles son la excusa perfecta para que el equipo tenga que estar compensado y no todo el mundo se coja a los tiradores. Los guerreros, expertos en ataques cuerpo a cuerpo, son especialmente devastadores, y lo suyo es jugar en equipo, con estos guerreros acabando con los enemigos mientras los tiradores evitan que sean sobrepasados por la marabunta. Sobra decir que en la demostración del E3 cada uno de los cuatro desconocidos fuimos por nuestra cuenta, a lo loco, probando cosas, y todos éramos tiradores.
Posibilidades de recolección y construcción
Entre cada oleada de enemigos teníamos tiempo para reforzar la base y para cumplir misiones secundarias. En la primera de ellas logramos una caja de munición (vital, porque se nos había terminado), mientras que en la segunda logramos conseguir unos D-Walker, tremendamente útiles para luego hacer frente a esos enemigos acorazados. Durante la partida, además, recolectábamos todo tipo de materiales que luego podemos usar para construir munición y otros elementos.
Realmente solo rascamos la superficie de este sistema porque no hubo tiempo para navegar por esos menús y ver las posibilidades. Además de contar en tu propio repertorio de ítems con construcciones (trincheras, verjas y hasta una torreta), podemos craftear las nuestras propias. Uno de nuestros compañeros se hizo un nido de francotirador, y parece que las posibilidades serán incluso mayores.
Raro y diferente, pero interesante
No sabíamos qué esperar de Metal Gear Survive y la verdad es que nos ha sorprendido bastante y para ser sinceros tenemos que confesar que hemos pasado un gran rato. Sin ser una revolución en los juegos de acción, sus dinámicas son bastante divertidas y parece que cuenta con muchas posibilidades. Lo que no entendemos es por qué se la han jugado usando la marca Metal Gear, con el riesgo de devaluarla, en vez de darle al título un par de capas de pintura más y crear una saga nueva.
Como juego de Metal Gear tiene bastante poca justificación y aquéllos que veneren la saga ideada por Kojima huirán de Survive por una cuestión de principios, pero lo cierto es que tras probarlo no es un mal juego en absoluto, al contrario, resulta muy entretenido, y parece algo así como un acercamiento japonés a los juegos cooperativos que tanto abundan en PC. Llegará a principios de 2018, con la losa de tener que hacer olvidar a Kojima, con una propuesta interesante y muy divertida, aunque tenga muy poco que ver con lo que los usuarios esperan de Metal Gear.
Hemos escrito estas impresiones tras probar el juego en el stand de Konami en el E3 2017.