Análisis de Metal Gear Survive (PS4, Xbox One, PC)
La saga Metal Gear vuelve con un spin-off que mantiene aspectos narrativos y mecánicas heredadas de la quinta entrega, pero que modifica por completo su enfoque jugable y nos ofrece un interesante videojuego de supervivencia, gestión y crafting. Desde que Metal Gear Survive fuese anunciado, ha estado rodeado de polémica, primero por romper con la tradición jugable de la saga y después por la truculenta marcha de Hideo Kojima. Sin embargo, es momento de olvidarse de los prejuicios y analizar en su conjunto la nueva obra de Konami.
Una historia de Metal Gear
Metal Gear Survive comienza poco después del final de Metal Gear Solid V: Ground Zeroes, siendo nosotros parte del personal que fue atacado en la Mother Base. De esta forma, asumiremos el papel de un capitán del ejército de Big Boss. Pero, después de esta breve conexión inicial, la trama dará un giro completo para adentrarnos en una aventura de ciencia ficción. El videojuego transcurrirá en Dite, un planeta ubicado en una dimensión paralela que ha absorbido partes de la tierra y que está habitado por terribles criaturas.
Aunque el peligro nos acechará en todo momento, habrá una mayor presencia de seres en las zonas de polvo. Para acceder a estas áreas del planeta necesitaremos un equipo especial de oxígeno, teniendo que controlar en todo momento el nivel de carga para evitar morir.
Dentro del planeta, nuestro objetivo será descubrir qué ha sucedido con el anterior equipo de exploración y recuperar toda la información posible sobre el extraño fenómeno dimensional.
Para ello se ha estructurado una historia con un inicio muy prometedor y cargado de referencias a la quinta entrega, pero que a medida que avanza pierde fuerza por la falta de profundidad de la trama y poco carisma de los personajes, quedando el conjunto muy deslucido debido a un desarrollo narrativo plano y repetitivo. Algo parecido sucede con las cinemáticas que, aunque al principio son extensas y buscan el estilo que Hideo Kojima otorgó a la saga, con el tiempo acaban reduciendo su extensión y frecuencia, algo que inevitablemente resta espectacularidad.
La ley del más fuerte
A nivel jugable, hay que dejar muy claro que Metal Gear Survive es un título de supervivencia, por lo que nuestra labor principal será recolectar materiales, cazar, hidratarnos, gestionar la base y sobrevivir a los ataques enemigos. Para ello se han utilizado las bases jugables de Metal Gear Solid V, por lo que gozaremos de un control preciso y tremendamente pulido, siendo igual de eficaz en la acción directa que en el sigilo. Gracias a esto tendremos un enorme abanico de posibilidades para superar todo tipo de situaciones.
Las misiones principales de la campaña estarán divididas en capítulos y, aunque el inicio es variado y consigue mantener la tensión, con el tiempo va perdiendo fuerza y las misiones, salvo casos puntuales, serán demasiado repetitivas y carentes de emoción. Algo semejante sucede con las secundarias, ya que, aunque podremos cazar, encontrar portales de viaje rápido, rescatar NPC u obtener grandes cantidades de energía Kuban, acaban siendo demasiado monótonas.
Contando con todos estos elementos, hay que indicar que completar la trama principal no nos llevará más de 20 horas, pero, lógicamente, esta duración aproximada dependerá de las tareas que realicemos y del tiempo que invirtamos en desarrollar la base de operaciones. Otro factor determinante es el poco acertado sistema de guardado, ya que solo podremos salvar nuestros progresos al llegar a la base de operaciones, pudiendo perder horas de juego si no somos capaces de finalizar las misiones.
Construyendo nuestro arsenal
Metal Gear Survive ha dado una enorme importancia a las armas físicas (bates, martillos, machetes o lanzas), siendo fundamental dominar el sistema de ataques y esquivas. Es por ello que, aunque tendremos armas de fuego, como pistolas o escopetas, estas perderán protagonismo debido a su escasa munición y relativa poca eficacia en el combate. Para gestionar nuestro arsenal será fundamental utilizar los bancos de creación disponibles en la base.
Este espacio estratégico estará ubicado cerca de las ruinas de la antigua Mother Base, pudiendo aquí, no solo desarrollar las instalaciones, sino también utilizar la energía Kuban que vayamos obtenido del entorno o nuestros enemigos. Gracias a ella podremos desarrollar objetos o subir de nivel a nuestro personaje, consiguiendo con ello aumentar las estadísticas, y desbloquear nuevas habilidades que nos permitirán mejorar las cualidades físicas, dominar mejor las armas y aprender nuevos movimientos.
Si nos centramos en el desarrollo del equipo, Metal Gear Survive nos permite reparar nuestras armas, reforzarlas para mejorar sus estadísticas y crear nuevas, necesitando para ello los correspondientes planos de diseño. Cualquier creación también requerirá de una serie de materiales, por lo que será fundamental recopilar todo tipo de materias primas. En este sentido, el peso que podremos portar será limitado, aunque en la base dispondremos de un depósito para aligerar la carga.
Cada objeto creado tendrá un nivel de rareza: Común, Poco común, Raro, Legendario y Épico, los cuales modificarán sustancialmente sus propiedades. Pero no solo podremos fabricar armas, sino también elementos de curación y ropa, una protección fundamental para el combate. Por último, crearemos estructuras defensivas como vallas, torretas o accesorios, las cuales serán realmente útiles para superar aquellas misiones basadas en oleadas.
Además del crafting, Metal Gear Survive pone mucho interés en la gestión de nuestra base, teniendo para ello que organizar bien la disposición de los distintos talleres, protegerla de ataques enemigos y dotarla de las instalaciones necesarias. La introducción de esta vertiente es paulatina y, aunque por momentos no requerirá de mucho interés, a medida que la trama avance irá ganando en importancia, siendo necesario posteriormente organizar plantaciones de verduras, gestionar ganado o construir instalaciones hidrográficas. Para su correcto desarrollo también ubicaremos a los miembros de la base que hayamos ido rescatando en los distintos puestos disponibles.
Un mundo desolado
Para disfrutar de toda esta jugabilidad se ha diseñado un mundo abierto desértico bastante grande. Aquí encontraremos zonas despejadas y otras con polvo, siendo casi imposible orientarnos correctamente en estas últimas debido a la ausencia de radar y escasa visibilidad. En nuestros constantes desplazamientos nos encontraremos con todo tipo de enemigos, siendo los más habituales los llamados Errantes. Estos zombis estarán dotados de una buena perspicacia auditiva y visual, por lo que pese a su limitada IA tendremos que ir con mucho cuidado.
En este páramo también encontraremos todo tipo de animales y plantas que serán fundamentales para mantener estables nuestros niveles de hambre y sed, ya que la supervivencia es un punto fundamental de esta nueva entrega. Para ello, no solo tendremos que cazar y recolectar, sino que habrá que cocinar y preocuparnos de no tomar nada en mal estado. Estas tareas son muy exigentes, algo que añade una enorme carga de tensión a la propuesta.
Sin embargo, esto también puede ser un gran punto negativo, ya que aquellos jugadores menos exigentes se verán lastrados al tener que realizar tareas tan repetitivas. Uno de los principales problemas es que hay muy pocos animales para cazar, agotándose las escasas zonas disponibles una vez completadas. Además, los niveles de hambre y sed se reducirán drásticamente, por lo que en ningún momento podremos jugar con tranquilidad. En definitiva, nos queda la sensación de que estamos ante una mecánica algo desequilibrada que perjudica a la experiencia global.
Debido a los constantes desplazamientos y largas distancias, podremos ir desbloqueando agujeros de gusano que nos permitirán viajar rápidamente entre los distintos puntos. Además, contaremos con vehículos como coches o Walker Gear, un transporte bípedo equipado con armamento pesado realmente eficaz. Sin embargo, estos vehículos no serán muy numerosos y su resistencia será limitada, por lo que no supondrán un factor determinante en nuestra movilidad.
Universos conectados
El multijugador de Metal Gear Survive estará directamente conectado con la campaña, ya que todos los recursos y progresos que vayamos consiguiendo se irán manteniendo al cambiar de modo. Dicha vinculación será interesante, ya que supone una muy buena forma de ganar recursos para el modo historia, sin embargo, también es un poco estresante tener que gestionar constantemente los objetos y el estado de nuestro personaje, algo que nos impide disfrutar de la vertiente online con la tranquilidad habitual que otorgan este tipo de modos.
La propuesta es muy sencilla: en equipos de cuatro jugadores tendremos que activar un martillo de perforación y protegerlo durante tres oleadas, pudiendo utilizar para ello todo nuestro arsenal y las estructuras defensivas que hayamos fabricado. Las oleadas estarán compuestas por gran variedad y cantidad de enemigos, por lo que será fundamental que tengamos una muy buena coordinación. Además, durante las rondas habrá eventos puntuales para adquirir armamento especial o ventajas, consiguiendo con ello un plus competitivo.
Cada mapa estará equipado con bancos de creación de equipamiento, armas y protecciones, disponiendo también de un almacén compartido con el resto de jugadores. De esta forma, una vez superado el reto, recibiremos una serie de recompensas según el rango que hayamos conseguido en relación a nuestro rendimiento. Estos premios también aumentarán según el nivel de dificultad de la partida, pudiendo elegir entre varias opciones según el nivel del personaje y nuestra exigencia.
Además, no solo habrá partidas normales, sino que también gozaremos de eventos especiales realmente interesantes. Sin duda, el multijugador de Metal Gear Survive no supone una revolución y, aunque su vinculación con la campaña lo vuelve un complemento casi indispensable, la poca variedad de mapas y la monotonía de sus objetivos lo convierten en un modo con poco recorrido jugable.
Visualmente solvente
El título utiliza el motor gráfico Fox Engine, el mismo del que hizo gala la quinta entrega de la saga. Esta potente herramienta dota al videojuego de un acabado visual muy solvente y realmente estable, gozando de una experiencia plenamente estable a 60 fotogramas por segundo en todas las plataformas. Metal Gear Survive también cuenta con buenos modelados, excelentes texturizados, notables efectos de partículas, mayores resoluciones en PlayStation 4 Pro y Xbox One X, y un llamativo sistema de iluminación que consigue muy buenos resultados en espacios cerrados, y una realista recreación de los ciclos día/noche.
Sin embargo, estamos ante un videojuego visualmente pobre, sobre todo debido a una paleta de colores demasiado gris. El diseño artístico tampoco ayuda, ya que encontramos entornos repetitivos y poco inspirados, algo que también es aplicable a las criaturas que, aunque ofrecen un buen acabado, no tienen mucha variedad ni llegan a sorprender. A esto le debemos unir animaciones algo pobres y un conjunto de cinemáticas que no terminan de alcanzar el nivel habitual de la saga.
El título llega con voces en inglés o japonés y subtítulos en castellano, por lo que podremos disfrutar plenamente de la aventura. A nivel sonoro gozaremos de una composición musical que pasa muy desapercibida, con melodías de acompañamiento algo oscuras que no consiguen crear una atmósfera a la altura. Por último, los efectos de sonido son buenos y aportan la fidelidad necesaria al armamento, dotando también a las criaturas de una presencia imponente.
Conclusión
Metal Gear Survive es un videojuego de supervivencia, gestión y crafting que se aleja radicalmente de lo que siempre había sido la saga y nos ofrece algo nuevo. Teniendo esto claro, y dejando de lado todos los prejuicios que se han generado, lo cierto es que estamos ante una propuesta realmente interesante. Es cierto que encontramos errores importantes, como una historia que no termina de mostrar su verdadero potencial, mecánicas de supervivencia descompensadas, misiones repetitivas, multijugador demasiado sencillo y un mundo con poca vida, pero también estamos ante un título divertido que ha sabido equilibrar bien todas sus vertientes jugables. Esto ha permitido crear una experiencia adictiva que gustará a los amantes del género y que sorprenderá positivamente a los fans de la saga que desde el primer momento asuman la peculiar naturaleza jugable de Metal Gear Survive.
Hemos realizado este análisis en PlayStation 4 Pro con un código de descarga facilitado por Konami.