La esperanza es lo último que se pierde, dicen. Ya pocos esperaban que Square Enix se animase a traer Final Fantasy Type-0, el juego de PSP, a Occidente, pero por fin, más de tres años después, lo hará. Eso sí, no recibiremos la versión de la portátil –ya bastante difunta–, sino una para las consolas de nueva generación, Xbox One y PlayStation 4. La decisión parece un tanto extraña, pero bueno, lo cierto es que el juego funciona genial incluso dos generaciones y "media" después.
El salto a la alta definición
Las remasterizaciones de juegos de PlayStation 3 a PlayStation 4, o de Xbox 360 a Xbox One tendrán su trabajo, no lo discutimos, pero llevar un juego de PSP a las nuevas consolas no es tarea sencilla.
Square Enix le está dando un buen lavado de cara a estas nuevas versiones, aunque os advertimos ya que no serán particularmente notables, y que su origen de un hardware ya obsoleto es perceptible.
Los personajes principales han visto una importante actualización visual, con modelos mucho más detallados, que destacan por encima del resto. El aumento de la carga poligonal, así como unas texturas acordes con la resoluciones actuales le hacen un gran favor al juego, a pesar de que, como decimos, el resto de elementos se quedan un tanto por detrás.
A grandes rasgos, tanto enemigos como escenarios, parecen mantener su modelado inicial, y ampliar las texturas hasta su resolución "original". Probablemente muchos sabéis que, cuando se desarrolla un juego, los contenidos se generan normalmente por encima de las posibilidades de las consolas, y luego se adaptan hasta que "encajen". Parece que Square Enix todavía conservaba los materiales originales, y han aprovechado para llevarlos a la alta definición. Así, veremos algunas texturas correctas alternarse con otras algo más pobres, y lo mismo sucede con los modelados poligonales.
Aun así, el juego luce bastante bien, siempre que tengamos en mente su origen propio de PSP. Esto se debe a los efectos tantos de luces –y sombras, que también ayudan a crear un conjunto más vistoso– como de partículas, y sobre todo de distorsión. El conjunto cumple incluso en las nuevas consolas, y a pesar de que el núcleo esté desfasado, la acción y el dinamismo de los combates nos deja algunos momentos que llegan a ser espectaculares.
El sistema de juego
Aparentemente, según contaban los desarrolladores, la experiencia en general se ha actualizado para hacerla más dinámica. Honestamente, y sin tener el título original por delante para compararlo, no hemos visto diferencias sensibles. Eso sí, no quita que la jugabilidad sea rápida y accesible, con un muy buen ritmo para los combates que se alternan con secuencias de exploración.
Como sabéis, el sistema de combate se basa en el sistema ATB Kai, que ya vimos en Final Fantasy X-2 y que fue rediseñado para Final Fantasy XII y que, en esta ocasión, nos llega más revisado y rediseñado, asignando un botón a cada orden y, consecuentemente, descartando el menú.
Hemos notado, eso sí, bastantes tiempos de carga. Es comprensible que PSP tuviese que repartir los niveles por las limitaciones del hardware, pero en Xbox One y PlayStation 4 nos parece un tanto prescindible. No pedimos el rediseño del juego, pero sí que la transición entre zonas sea más ligera. De un modo u otro, se trata de una versión en desarrollo, y podemos darle el beneficio de la duda y confiar en que mejore este aspecto.
Más vale tarde que nunca
No vamos a negar que nos resulta un tanto extraño que más de tres años después, un título de PSP reciba una conversión a Xbox One y PlayStation 4, pero viendo la aceptación que está teniendo la nueva generación –entre ambas consolas no tienen que estar muy lejos de los 20 millones de unidades vendidas en menos de un año–, desde luego que será un título que muchos usuarios podrán disfrutar.
Gráficamente está algo desfasado, pero eso no quita que se le haya hecho un lavado de cara lo suficientemente nuevageneracionesco como para que no destroce retinas. Entendemos que a las consolas a las que llega se le pide mucho más en el apartado gráfico, pero suponemos que, ya puestos, siempre se puede hacer otra excepción más. De todos modos, como decimos, se ve bastante decente, y salvo que seamos muy tiquismiquis, lo visual no es un inconveniente para disfrutarlo. Si a eso le sumamos que sigue siendo un juego muy divertido, con un muy buen ritmo y con el sello de la saga Final Fantasy, seguro que ya está apuntado en el calendario de muchos jugadores.