Si los videojuegos de conducción no pasan por su mejor momento comercial, ya no venden tanto como antaño, imaginaos un género tan nicho como el de los juegos de rallies, un deporte que tampoco es muy popular actualmente, a falta de grandes estrellas que acaparen la atención de los medios. Visto en perspectiva puede parecer exagerado, pero el primer Colin McRae Rally de 1998 no solo fue un juego de conducción sobresaliente, sino que incluso para muchos es uno de los mejores títulos del amplísimo catálogo de la primera PlayStation.
Históricamente ha habido grandes juegos de rally, ya sean arcades o simuladores, ahí tenemos títulos como el genial Sega Rally, los excelentes RalliSport Challenge de la primera Xbox desarrollados por los suecos DICE, o los destacables World Rally Championship de Sony creados por Evolution Studios, pero en los últimos años junto al descenso de la popularidad del propio deporte, los juegos de rallies se han convertido en un género de segunda fila, un tanto maltratado.
Hasta que Codemasters lanzó el pasado mes de diciembre el sobresaliente DiRT Rally, el mejor juego de rallies de los últimos años, tras varios meses en Acceso anticipado de Steam, lo que enriqueció el desarrollo con el valioso feedback de la comunidad. Se propusieron traer de vuelta el espíritu del primer Colin McRae Rally, y vaya si lo consiguieron, con un auténtico juegazo que ningún amante de las cuatro ruedas se puede perder, como os contamos en nuestro análisis.
Exigente, realista, divertido y muy adictivo, todo gracias a unas físicas de los neumáticos y la suspensión prácticamente perfectas, y unas superficies recreadas con todo lujo de detalles y bien diferenciadas, dos elementos fundamentales que venían fallando en los juegos de rallies de los últimos tiempo. Y con unos números que aunque sobre el papel no suenen demasiado generosos (seis rallies con más de 70 etapas y casi 40 coches), a la hora de la verdad no estaban nada mal, con etapas larguísimas que pueden llegar a durar hasta diez minutos, y coches totalmente diferenciados, tanto en lo jugable como en lo visual y sonoro. Un juego de coches muy cuidado en todos sus detalles, realmente exigente, y que es una delicia para cualquier amante del motor.
Por suerte los jugadores de consola ya no van a tener que esperar demasiado para disfrutar de todas estas virtudes, ya que Dirt Rally se lanzará el 5 de abril en PlayStation 4 y Xbox One, con unas cuantas novedades que llegarán también a la versión de PC. Se han añadido las nuevas categorías Classic Mini y Super 1600, y 21 tutoriales en vídeo perfectamente narrados en español que nos han parecido muy interesantes, explicándonos con mucho detalles todo los aspectos del mundo de los rallies: principios básicos (mentalidad, transferencia de peso, orientación, trazada, riesgo y recompensa ), subviraje y sobreviraje, frenada y aceleración, giros, características de la carretera y notas del copiloto. No nos suelen gustar los tutoriales no interactivos, pero tenemos que reconocer que estos nos han parecido muy didácticos y entretenidos.
Por lo demás nos encontramos ante el mismo juego de PC, con su excelente jugabilidad intacta, como pudimos comprobar jugando tanto con un mando como con un volante. Evidentemente de esta segunda manera tenemos una experiencia soberbia, pero pese a lo exigente de su simulación también se disfruta muy bien con un mando. Podemos modificar muchas ayudas a la conducción para ajustar la experiencia a nuestro gusto: transmisión automática o manual, control manual del embrague, ABS, control de tracción y estabilidad, e incluso control de salida automático o no, teniendo que accionar el freno de mano en las salidas, pero en cualquiera de los casos nunca deja de ser un juego muy exigente y difícil, pero a la vez muy satisfactorio.
En lo que respecta al apartado gráfico Codemasters ha hecho un buen trabajo, priorizando los 60fps en ambas consolas, algo que aporta mucho a la jugabilidad, y alcanzando los 1080p en PS4, que todavía están intentando conseguir en Xbox One. Visualmente no es un juego que llame demasiado la atención, pero os aseguramos que es tan complicado que no tendréis ni un segundo para despegar la vista de la carretera y poneros a contemplar los paisajes.
Las repeticiones de las carreras son geniales, tiene mérito haber realizado trazados de más de 10 minutos de duración y que resulten convincentes en cada curva, y lo más importante para la jugabilidad, las físicas del coche y el terreno sobre el que corremos son sobresalientes. Destacar también el sonido, nunca habíamos escuchado un juego de rallies que sonara tan rotundo y convincente, además con un copiloto que da unas instrucciones sorprendentemente precisas, cuyo tempo podemos configurar.
Una gozada para los amantes del motor
DiRT Rally es un juegazo en PC y lo va a ser también en consolas, un auténtico imprescindible para los amantes de la conducción más exigente y realista. Cuesta explicar con palabras todas sus virtudes, pero en cuanto cojáis el volante y apretéis el acelerador vais a notar desde el minuto uno que es uno de los mejores juegos de rallies que se han hecho nunca, que recupera los años dorados del género. Se lanzará el 5 de abril en PlayStation 4 y Xbox One.
Jugamos a una beta en su versión para PS4 en las oficinas de Koch Media, la distribuidora del juego en España.