Hay cierto consenso en que Capcom está haciendo las cosas muy bien en este final de generación, y que está tratando a sus sagas más importantes como se merecen. Después de los aclamados Resident Evil 7 y Monster Hunter World comenzarán el 2019 muy fuerte: primero con Resident Evil 2 Remake el 25 de enero, y después con Devil May Cry 5, el 8 de marzo.
El esperado remake ya pudimos probarlo en el E3, y se hizo con el premio a mejor juego de la feria, y hemos tenido que esperar dos meses para probar por primera vez el regreso de Devil May Cry en la Gamescom 2018, que nos ha dejado un excelente sabor de boca.
Estamos ante una secuela bastante continuista y conservadora, que recoge el testigo de la tercera y la cuarta entrega de la saga, ambas dirigidas por Hideaki Itsuno, al que le ha costado casi una década poder llevar a cabo esta nuevo Devil May Cry. Dejando los experimentos a un lado, que ya tuvieron bastante con el polémico y a la vez estimable DmC, han afrontado este nuevo juego como una celebración de la saga, y se le notan muchos las ganas de agradar.
Habrá tres personajes jugables, aunque parece que al menos en los primeros compases de la aventura los protagonistas serán Nero y su compañera Nico, que acuden a la ciudad de Red Grave donde un árbol demoniaco está invadiendo todo, pariendo criaturas del averno como si fueran hojas.
Nico no se podrá controlar, pero será nuestra proveedora de armas y recursos.
Ya sabéis cómo es la fórmula, al menos en sus últimas entregas: un desarrollo lineal con arenas de combate, cinemáticas que avanzan la historia, y algunos coleccionables y extras escondidos que invitan a explorar sus sencillos escenarios. Con Nero utilizamos la espada Red Queen, la pistola Red Rose y la gran novedad es que ha sido despojado de su brazo demoniaco, el Devil Bringer, que ha sido sustituido por el Devil Breaker, un brazo mecánico creado por Nico, que es toda una artista de las armas.
Este brazo cuenta con diferentes modelos que iremos consiguiendo a lo largo de la aventura, cada uno con sus propios ataques y movimientos, lo que dotarán a la jugabilidad de un toque estratégico y de profundidad que nos ha sorprendido para bien. El primer brazo que conseguimos es el Overture Devil Breaker, que da una enorme descarga eléctrica a corta distancia, y que si lo cargamos desplegamos un poderosísimo ataque especial, que llena de rayos la pantalla.
El segundo brazo es el Gerbera Devil Breaker, que impulsa a los enemigos y a Nero varios metros de distancia en el aire, por lo que se puede utilizar tanto para atacar como para esquivar un poderoso ataque, además de para desviar proyectiles aéreos. No sabemos cuántos brazos habrá en total, pero tan solo dos ya nos han dado mucho juego.
Lo más curioso es la manera de gestionarlos, ya que lo previsible hubiera sido que tuviéramos un botón para cambiar entre uno y otro, pero no es así. Estos brazos son una especie de consumible, en esta demo podíamos llevar cuatro como máximo, y si queremos cambiar a otro modelo primero tenemos que perder el que tenemos equipado. Esto se puede hacer realizando un golpe especial o el poderoso ataque cargado, aunque también podemos perder un brazo si nos dañan mientras estamos cargando un ataque.
Estos brazos se encuentran por los escenarios, como si fuera un objeto consumible más, y es interesante la estrategia que aportan a los combates, teniendo que elegir en qué momento es más apropiado uno u otro, cuándo realizar los ataques especiales cargados, o teniendo cuidado de quedarnos sin ellos. Por ejemplo, el espectacular jefe final de la demo realizaba un ataque con el que te intentaba absorber con su estómago, y la única manera de librarte era gastando un brazo.
Los ataques con la espada, la pistola, los distintos brazos mecánicos, los saltos, los ataques a pie de suelo o en el aire, hacen que la cantidad de combos sea enorme, y como buen hack and slash vuelve a ser uno de esos juegos que te invitan a jugar bien, a hacerlo bonito. Jugamos dos veces a la demo, y la segunda partida ya con la lección aprendida la disfrutamos muchísimo, con combates repletos de espectaculares combos.
La guinda a esta jugabilidad tan completa y divertida la pone el genial apartado audiovisual, con una banda sonora muy cañera que te mete el nervio en el cuerpo, y unos gráficos muy vistosos y por momentos fotorealistas, gracias al RE Engine, que mueve el juego a 60fps sin despeinarse, con un gran nivel de detalle y una inspirada dirección de arte.
Si a todo esto le unimos que tendremos tres personajes diferentes, cada uno con su propio estilo de combate (en el último tráiler de puede ver a Dante luchando con la moto…), parece que va a aspirar a convertirse en una de las entregas más completas y ambiciosas de la saga, un regreso por todo lo alto.
El 8 de marzo volveremos a cazar demonios
Hemos jugado y visto lo suficiente para esperarlo con ganas y tener bastante seguridad en que Devil May Cry 5 no va a decepcionar, se nota hecho con ganas y con cariño, una continuación que ha tardado más de una década en gestarse. Frenético, divertido y espectacular y muy continuista, pero esto no es necesariamente malo, especialmente en un género muy concreto, en el que no hay demasiados exponentes de calidad a lo largo del año.
La cosa promete, así que marcar el 8 de marzo en el calendario los amantes de Devil May Cry y los hack and slash, el día en el que se pondrá a la venta en Xbox One, PS4 y PC.
Hemos jugado a una demo de la versión de Xbox One X en el stand de Capcom en la Gamescom 2018 que se está celebrando en Colonia.