Sabemos que el último trimestre del año es una época para las superproducciones más esperadas y las compras en rebajas de todos esos triple A que nos hemos dejado a lo largo del año, pero también hay espacio para esas propuestas independientes que siempre traen algo fresco entre los géneros predominantes de tiros y deportes. Arise: A Simple Story promete ser uno de los más interesantes de cuantos están por llegar en diciembre, y quizás muchos lo recuerden por su presentación durante la emisión del State of Play de septiembre: su inconfundible estilo visual llamaba la atención y nos hacía querer saber más.
Arise: A Simple Story está desarrollado por el estudio barcelonés Piccolo Studio y lo publica Techland Publishing. Está a medio camino entre el juego de plataformas y los puzles, con un envoltorio nostálgico sobre los recuerdos y las pérdidas que sufrimos a lo largo de la vida. Hemos podido jugar a una pequeña parte de la aventura y nos queda claro que busca conmover a los jugadores, sobre todo a aquellos más maduros; es posible que los jóvenes no conecten tanto con su trasfondo, pero hay material suficiente para divertirse con los aspectos de la jugabilidad incluso si el mensaje no nos cala.
Sin entrar mucho en la narrativa, el juego comienza directamente con una pira funeraria y el despertar del protagonista en una especie de limbo, en unas colinas nevadas. En este lugar podemos repasar esos momentos alegres de nuestro pasado, así como otros más trágicos, que nos hacen comprender la vida de este personaje. El primero de los niveles se enfoca en la juventud, con las escenas recuerdan a juegos infantiles, hay insectos, caracoles… probablemente una experiencia similar a la de muchos niños. Pero Piccolo Studio comenta que se trata de una montaña rusa de emociones, no todo serán momentos felices.
Avanza y retrocede el tiempo del mundo
Por una parte, Arise es un juego de plataformas 3D, aunque bastante 2D en cuanto al progreso, pues en la mayoría de situaciones sólo es necesario avanzar en una dirección con saltos, el uso de un garfio que cuelga al personaje de ramas o salientes, y sencillos momentos de escalada por paredes. En principio ninguna complicación, una ruta muy lineal y guiada… hasta que aparecen escenarios donde es imposible avanzar tal y como está planteado el diseño. Sea algún precipicio enorme o una plataforma muy alta, pronto habrá que echar mano de la habilidad que pone la salsa al juego: el control del tiempo.
La idea de manejar la línea temporal nos recordará a otros puzles, con las variantes y particularidades de cada caso, por ejemplo The Gardens Between, Braid, los juegos de plataformas Blinx: The Time Sweeper o, con las estaciones, Seasons After Fall, entre otros muchos. En este caso sirve para avanzar o retroceder el flujo del escenario –todo excepto el protagonista-, afectando a múltiples aspectos del entorno, por ejemplo las abejas que siguen una ruta prefijada: ¿quieres colgarte de una? Busca el momento en el que pasa encima de ti, usa el garfio y haz que el animal vuele hasta un lugar lejano. El efecto también modifica el curso de un río, los troncos que caen, en definitiva, todo lo que tiene movimiento.
Este tipo de retos son variados y dependen de la temática de cada nivel. En uno de ellos hay un precioso campo de girasoles y naturalmente el tiempo afecta a la posición del sol; basta colocar la hora del día según nos interese para que las plantas giren en un ángulo u otro, facilitando los saltos; más adelante, el tiempo crea y deshace telarañas que nos sirven de cama elástica para alcanzar zonas más altas. Son los típicos gadgets que hemos visto en el género de las plataformas, pero controlados por el usuario.
Otra de las fases, con un recuerdo más trágico, debemos ajustar el instante justo en el que una ladera de la montaña se desprende para saltar sobre las rocas que caen, o caminar sobre un pedrusco rodante a velocidad invertida, a modo de vehículo improvisado. Es cierto que nos queda mucho por ver, pero parece que hay suficientes mecánicas como para que no abuse de una única trampa o elemento a lo largo de todo el juego. La gracia está en avanzar, encontrar un bloqueo y ajustar el tiempo para ver cómo se encuentra la zona a otra hora.
Arise: A Simple Story también dispone de coleccionables, dibujos que complementan a las estatuas que encontramos en el viaje –la historia no se narra con largas cinemáticas sino con estas pequeñas piezas de información-. Son bastante necesarios porque la parte principal del recorrido se hace, al menos en lo jugado, sencillo de resolver tanto en la parte de puzle como de plataformas, y en cambio conseguir los coleccionables supone desviarse un poco del camino, un mayor esfuerzo por explorar el mapa. En cualquier caso, intuimos que el propósito de los desarrolladores no es el de un puzle de plataformas excesivamente exigente: abundan los puntos de control en casi cualquier salto mínimamente complicado, y el ritmo es bastante pausado –todo depende de nosotros-. Por cierto, aunque se puede jugar en solitario sin ningún problema, también acepta un segundo jugador para que maneje el flujo temporal.
Un apartado audiovisual que apunta muy alto
Es imposible no enamorarse de los gráficos del juego, que están acompañados de una banda sonora del ganador de un BAFTA David García -Hellblade: Senua's Sacrifice, RiME-. Es casi una película de animación interactiva que aprovecha los cambios de iluminación controlados por el usuario para que un mismo bosque pase de un brillante amanecer a la puesta de sol, un efecto del que no nos cansaremos de trastear. Prácticamente no utiliza texturas, pero tampoco cae en el recurso fácil del cel shading y modelados low poly que tanto hemos visto en muchas producciones independientes –una estética bonita pero que hace tiempo ha perdido su capacidad de sorprender-.
El segundo de los escenarios da un giro a la paleta por otra mucho menos alegre y bajo una ambientación de tormenta, acorde con el recuerdo amargo del protagonista de este recuerdo. Será interesante ver cómo se han recreado las diferentes emociones a lo largo de la vida de su héroe y la integración con los puzles del tiempo, porque es evidente que este protagonista ha sufrido altibajos en su vida.
A la venta el 3 de diciembre
Nos había interesado en su presentación, y ahora podemos decir que los fans de las aventuras no deberían perder la pista a Arise: A Simple Story, una excelente combinación de historia emotiva, ambientación espectacular y fáciles pruebas de ingenio que enriquecen las plataformas. Juegos como este, o el también español GRIS, demuestran que hay un público que pide algo más que desafíos de habilidad y precisión: una historia que puedan recordar tiempo después de llegar a su final. Veremos si estas buenas impresiones se mantienen en su lanzamiento, el 3 de diciembre, en PC –vía Epic Games Store-, PS4 y Xbox One.
Hemos probado el juego en su versión de PC con un código que nos ha proporcionado Premier.