Un año más Electronic Arts prepara el lanzamiento de una nueva entrega de su popular saga de conducción Need for Speed, que tras su exitoso relanzamiento con la serie Underground, se ha convertido en una de las sagas más populares del momento. Sin embargo, en esta ocasión, como viene siendo habitual en la franquicia desde la publicación de Most Wanted, en esta nueva edición de la serie EA Games ha apostado por centrarse de nuevo en las carreras callejeras dejando a un lado las persecuciones policiales vistas en entregas anteriores, aún conservando los ya clásicos elementos de modificación de vehículos, que en esta ocasión cobrarán un mayor protagonismo.
De este modo, los jugadores podrán disfrutar de emocionantes carreras contra otros pilotos en una gran variedad de circuitos cerrados, o demostrar su valía al volante venciendo a los contrarios en pruebas en las que primará por encima de todo el estilo a la hora de manejar el vehículo, sin dejarse de lado por supuesto la velocidad.
También destacarán las pruebas en las que deberemos poner al límite el motor de nuestro coche recorriendo un gran circuito compuesto por varios puntos de control que deberemos rebasar a una velocidad determinada, o las competiciones dragster que sin duda se convertirán en una de las pruebas más intensas del juego.
Estos desafíos, que se desarrollarán de forma similar a los vistos en la película A Todo Gas, consistirán básicamente en recorrer una breve distancia en el menor tiempo posible dejando atrás, por supuesto, al contrario que competirá contra nosotros. Lo divertido de esta modalidad de juego es que no consistirá únicamente en pisar el acelerador al máximo mientras recorremos una carretera en línea recta, sino que antes deberemos preparar el vehículo de tal modo que su rendimiento en la prueba resulte el idóneo. Y es que en este punto, antes de iniciar la prueba, deberemos primero calentar las ruedas del vehículo superando un sencillo minijuego que nos propondrá realizar leves movimientos con el coche mientras mantenemos las revoluciones a una potencia determinada, para después tener que superar otro minijuego en el que de nuevo, deberemos mantener una velocidad constante para que nuestro arranque sea el más veloz posible. Una vez superados estos dos sencillos desafíos, deberemos pisar a fondo el acelerador y usar en el momento oportuno el nitro para que al rival le resulte imposible superarnos.
En este caso, además de mostrársenos los daños con un realismo asombroso (si el vehículo roza una pared perderá parte de la pintura, podrá destrozarse el alerón y caer, abollarse la carrocería…), los mismos modificarán nuestra forma de pilotar dependiendo como vemos de las situaciones en las que nos veamos envueltos: si nos hemos cargado la dirección, por ejemplo, seguramente sufriremos más de la cuenta para llegar a la meta. Al menos, tras superar cada desafío, tendremos la posibilidad de reparar los desperfectos previo pago, teniendo que pensar en este punto si merece la pena arriesgar más de la cuenta en una carrera por ser los primeros, o si por el contrario es preferible quedar segundo sin dañar nuestro medio de subsistencia en el juego, con el cual podremos continuar en el campeonato.
También este realismo quedará patente en el sistema de físicas en el que trabajan en EA Games, pese a que como es habitual en la serie el sistema de control será bastante directo y sencillo. Sin embargo, esto no significa que podamos realizar todo tipo de locuras al volante, ya que en esta ocasión nuestro vehículo se comportará de una forma más realista. Por lo tanto, dependiendo de la clase de coche que pilotemos, y de los añadidos que le incorporemos, el manejo de los mismos diferirá de forma notable, llegando al punto de notar por ejemplo la dureza del volante en los giros cuando nuestro vehículo se mueva por los entornos a gran velocidad (algo por otro lado lógico). También realizar giros bruscos a altas velocidades puede resultar fatal, llegando al extremo de mejorar el agarre de los vehículos dependiendo de lo calientes que se encuentren los neumáticos.
A este sistema de control le acompañarán tres niveles de ayuda que los jugadores podrán activar en cualquier momento, y que serán los que modifiquen de forma considerable el sistema de control a nivel de opciones, pero nunca en lo referente al manejo. De este modo, el usuario puede optar por el nivel familiar y limitarse prácticamente a acelerar y girar sin preocuparse de nada más, o desactivar todas las ayudas y tratar de superar todas las pruebas con la única ayuda de su pericia y reflejos. Además, desde EA Games prometen que el sistema de detección de movimientos reaccionará de forma suave y rápida, por lo que en este caso los usuarios de Wii pueden esperar lo mejor del juego a nivel de control.
En definitiva, Need for Speed ProStreet, con su nuevo cambio de rumbo, promete sorprender a propios y extraños con un sistema de juego de lo más atrayente en el que como vemos, la modificación de vehículos y los daños que sufrirán los mismos se convertirán en piezas claves en el desarrollo de las carreras. Además, aparte de esta prometedora modalidad de juego individual, en la que la inteligencia artificial de los rivales promete ser todo un desafío, desde EA Games también destacan la vertiente multijugador en la que trabajan, y que permitirá a los aficionados a la serie demostrar quiénes son los auténticos reyes de la carretera. Por lo demás, solo nos queda esperar al mes de noviembre, momento en el que esta prometedora nueva entrega de la serie Need for Speed llegará al mercado.