El primer Mercenaries, publicado en 2005 supuso una ruptura en el "género sandbox" silenciosa pero notoria. La fórmula Gran Theft Auto comenzaba a proliferar y el título de Pandemic llevo la libertad de acción y amplios entornos al corazón de un conflicto vivo. Esta secuela recupera algunos de los estandartes del original y potencia sus puntos flacos.
El trío de mercenarios original se reúne de nuevo para aumentar sus arcas en medio de un importante conflicto en Venezuela, (con notable repercusión mediática, desgraciadamente incentivada por el propio gobierno local) aunque esta vez nuestro protagonista se enfrascará en una vendetta personal: recibir un balazo en el trasero es una deshonra para un señor de la guerra vigoréxico, un acto deshonroso imperdonable que clama justicia. Con esta hilarante y adecuada premisa, "World in Flames" nos propone un mundo a nuestra disposición donde el lema "¿puedo hacerlo? Claro que sí" será una máxima que nos permitirá eliminar, exterminar, destruir y avanzar por entornos mucho más amplios e interactivos que en el Mercenaries original.
El nivel en Venezuela que EA nos permitió degustar mostraba un apartado técnico sólido (aún por pulir ciertos jaggies y v-sync, aunque con los meses que aún tienen Pandemic imaginamos que se solventarán sin mayor repercusión) y que permitía realizar las promesas prometidas: cada arma influye ante el terreno y los enemigos de una forma, permitiéndonos derribar desde palmeras, vehículos, puentes, enemigos o incluso edificios con la balística necesaria (una novedad de esta build respecto a la que vimos en Londres hace unos meses es que nos permitía solicitar a un avión de combate para destruir fuertes y barreras infranqueables).
Pandemic nos ha prometido que se han solucionado ciertas taras del Mercenaries original. Las misiones son menos caóticas, más concisas y no tendremos que recorrer larguísimas distancias para retomarlas. A la hora de asaltar un vehículo enemigo, se han implementado animaciones más atractivas y de mayor diversidad que junto a los quick time events introducidos, aumentan los matices jugables. Los nuevos acorazados de combate son otra notoria novedad, tanto por control (menos ortopédico y más dinámico) como por repercusión en el combate, aunque también podremos robar vehículos civiles para desplazarnos por los escenarios (Pandemic aseguró que tendremos a nuestra disposición más de 130 vehículos diferentes).
La acción sigue siendo el corazón jugable de Mercenaries, aunque quizás en la demo probada se ha hecho realizado demasiado hincapié en la artillería pesada como lanzamisiles y similares, los cuales tienen un gran rango destructivo pero que no permiten apreciar como nos desenvolveremos en una situación más comprometida. El modo multi-jugador co-operativo (tanto offline como a pantalla partida) es el verdadero estandarte de esta secuela, ya que las posibilidades y estrategias se multiplican al contar con un segundo mercenario en acción: posibles ataques organizados (desde flanquear una fortaleza a cubrir distintas posiciones), el definitivo y apropiado uso de vehículos, permitiendo conducir a un jugador y disparar desde la torreta a otro.
Vuelve el elenco de personajes con sus aptitudes y características aunque en la demostración disponible sólo pudimos manejar a Mattias Nilsson, el característico suizo de aspecto punk de la primera entrega. Jen, la aportación femenina al trío domina las armas para largas distancias mientras que Chris resulta más efectivo con armamento pesado y tanques.
Una secuela que expande el concepto original y que sin grandes pretensiones, promete ser un título completo, notable y de elogiable actitud. Puede que la I.A. de los enemigos parezca decepcionante en un primer contacto, aún hay que probar el juego en sus niveles de dificultades altos y comprobar si realmente han pulido las carencias del original, pero de momento todo indica que "World in Flames" será un título coherente y proporcionado respecto al Mercenaries original de la pasada generación.