No tiene que ser fácil para Electronic Arts afrontar a estas alturas el desarrollo de una nueva entrega de FIFA, con una fórmula muy refinada que arrasa entre la crítica y el público. FIFA 12 ha vendido más de 10 millones de copias, convirtiéndose en uno de los juegos deportivos más vendidos de la historia, y el que más en términos de recaudación. Distanciándose cada vez más de su único rival, Pro Evolution Soccer, con datos como que en Reino Unido FIFA 12 ha vendido 25 veces más que PES 2012, un dato esclarecedor de la actual situación de ambas sagas rivales.
Por ello las novedades y mejoras, los cambios en la jugabilidad, tienen que ser muy cuidadosos para no estropear lo que ya funciona, que siempre puede ser mejorable. En FIFA 12 las mayores novedades fueron el nuevo motor de físicas "Impact Engine", que daba un mayor realismo a los choques entre los jugadores, y por tanto a los partidos, y la defensa táctica, una nueva manera de defender, más compleja pero a largo plazo más satisfactoria y realista. Aunque a muchos no terminó de convencer este nuevo sistema, el producto de la saga, David Rutter, nos dijo en una entrevista que tienen estadísticas de que el 95% de los jugadores utilizan la defensa táctica, por lo que no hay dudas de que ha calado entre la mayoría de usuarios de FIFA.
"Una de las grandes cosas del fútbol es que es impredecible" dijo en una ocasión el entrenador del Real Madrid, José Mourinho. Y es precisamente en esto en lo que EA Sports están trabajando con más ahínco en FIFA 13. En captar la emoción y la imprevisibilidad del mundo del fútbol. En las conclusiones de nuestro análisis de FIFA 12 el pasado año dijimos "solo echamos de menos algo más de detalle en las caras de los jugadores y que el juego sea algo más imprevisible, un poco más juego y un poco menos simulador, como hemos venido diciendo en las últimas entregas". Dicho y hecho, y como pudimos comprobar al jugar una versión muy temprana del juego, están en la buena senda de conseguirlo.
Ahora los controles del balón son más realistas, esto quiere decir que dependiendo de la fuerza y altura con la que nos llega la pelota, y la posición del cuerpo y la calidad del futbolista, el control del balón puede variar mucho. A los pocos segundos de estar jugando ya lo notas, y hay que adaptarse porque es mucho más fácil perder un balón tras un pase. Sobre todo en defensa, lo que antes era un control seguro ahora se nos puede quedar la pelota unos centímetros de más adelantada, lo justo para que llegue un delantero rápido y nos la quite, pero también atacado fallaremos muchos controles que antes se quedaban mágicamente pegados al pie.
Una modificación en la jugabilidad que a priori puede parecer que no es demasiado importante, pero que realmente cambia los partidos por completo, y los hace mucho más realistas y divertidos, y como pretendían, impredecibles. Si el balón viene muy fuerte o alto, la posición del jugador, si es un cambio de banda, si te están agarrando, todo influye en la calidad del control, y si algo hacemos durante un partido constantemente es controlar el balón, así que imaginar la importancia de este cambio. Incluso las condiciones climatológicas afectarán al control de la pelota, y vimos cómo lloviendo será mucho más complicado que el balón se quede pegado a nuestro pie. Poco a poco nos iremos acostumbrando, al principio perderemos balones muy tontos, pero es muy satisfactorio el saber que puedes recuperar el balón no solo porque presiones al rival y se la robes o cortes un pase, sino también porque este falle un control y tú estés atento a su error y lo aproveches.
Otra gran añadido que ya estaba implementado en la demo que probamos es la mejora en la inteligencia artificial en los ataques. Una jugada ofensiva ya no es solo el jugador que controlamos con el balón y otro más que nos acompaña y que se desmarca, ahora el equipo se mueve de manera más convincente en este tipo de jugadas, son varios los jugadores en ataque que apoyan la jugada, que buscan desmarques, que abren espacios en defensa, etcétera. Ya no hacen solo desmarques en líneas rectas, algo que nos dijo David Rutter había sido habitual en la saga hasta ahora, sino que buscan la espalda del defensa cómo sea, evitándole por detrás aunque tengan que dar un pequeño rodeo en forma circular.
Es algo que comprobamos inmediatamente en jugadas al contraataque, en las que los futbolistas ofensivos nos acompañan mucho mejor, no tardan tanto en arrancar, ofrecen desmarques más lógicos y en diferentes posiciones. Por ejemplo si vamos por la banda con un interior, puede que un centrocampista se nos esté ofreciendo en corto, un delantero se desmarque al primer palo, y otro al segundo o al punto de penalti, ofreciendo más posibilidades para resolver la jugada. Es algo que mejora mucho la jugabilidad, y se evita esa frustración de que los compañeros controlados por la CPU no se comporten de manera lógica o la más adecuada en cada jugada.
En lo que respecta a los regates, se ha incluido algo similar al sistema de FIFA Street, pero adaptado al FIFA clásico. Esto es que podemos pisar la pelota, protegerla mejor jugando de espaldas, movernos lateralmente con ella controlada encarando a un rival, y un regate ya no implica avanzar varios metros o adelantarnos el balón demasiado, sino que se puede ser mucho más sutil en este tipo de jugadas, regateando en distancias cortas. Esos pequeños recortes y regates que hacen jugadores como Andrés Iniesta, que a simple vista pueden parecer no muy espectaculares, pero que desesperan al rival al serle muy difícil robarle la pelota.
Los nuevos controles del balón, más complicados y realistas, la mejorada IA ofensiva, y esta nueva posibilidad de regate, hacen que en las jugadas en ataque sintamos que tenemos más posibilidades, pero también que el factor de imprevisibilidad se aumenta, tanto para que el ataca como para el que defiende. El año pasado se incluyó con acierto el Impact Engine, un nuevo motor de colisiones entre los jugadores que hacían la experiencia visual mucho más realista, y que en FIFA 13 estará más refinado, viéndose menos jugadas "raras" de las que podíamos ver en la anterior edición.
Pero sobre todo lo que han querido hacer con este motor de impactos es que afecte a la jugabilidad, y no sea solo algo visual. Se ha añadido un nuevo sistema de agarres y empujones al jugador que controla el balón, que aunque visualmente es más vistoso y llamativo, con unas geniales animaciones, lo que es más importante, afecta a la jugabilidad. En anteriores FIFA ya se podía empujar o cargar con el hombro, pero como nos demostró el productor de la serie, por mucho que te molestara un defensa, el control del balón por parte del atacante no se veía afectado, siempre lo llevaba bien controlado. Ahora si un defensa nos está empujando o agarrando, controlaremos la pelota peor, y tendremos más posibilidades de perderla. O cómo mencionábamos antes, si ahora cuando nos llega un pase el control no es siempre perfecto, si el defensa nos está molestando, las posibilidades de que el balón se nos vaya unos centímetros más lejos de lo que desearíamos al intentar controlarlo son mucho mayores.
La última novedad jugable que nos queda por comentar son los lanzamientos de falta, en los que hay más opciones tanto para el que la tira como para el que defiende. Al tirar podemos ser más creativos, situando a tres jugadores junto al balón, y que uno o dos pasen por encima antes de tirar a puerta, además cómo no de tocarla para que el compañero le pegue a la pelota en movimiento. Pero nos ha parecido más curioso las posibilidades que tiene ahora el que defiende el tiro, pudiendo añadir más jugadores a la barrera a su antojo, quitarlos cuando quiera, y lo que es un detalle genial, podemos dar pequeños pasos para adelantar la barrera. Pero ojo con esta acción ya que si abusamos de ella, el árbitro nos podrá sacar tarjeta amarilla, como en la realidad.
Sobre nuevos modos de juego, tanto para un jugador como online, todavía no sabemos nada, ya que esta presentación estuvo centrada en los cambios jugables. Aunque nos adelantaron que por supuesto habrá novedades en lo que respecta a los modos, de los que más adelante tendremos noticias, así como por ejemplo ya sabemos que la versión para Xbox 360 será compatible con Kinect, pero no sabemos cómo. Tampoco supimos de cambios visuales o sonoros, solo la promesa de que las caras de los jugadores, como cada año, será más realistas y fieles a las originales, algo que todavía no estaba implementado en la demo que jugamos. Esta pertenecía a una versión muy temprana de FIFA 13, por ello quizás resultó más sorprendente si cabe el buen sabor de boca que nos dejó.
Manteniendo las bases de FIFA 12, que son realmente buenas y no necesitaban de ningún cambio radical, se añaden los nuevos controles, la manera en la que tus compañeros de equipo ahora de desmarcan y te acompañan en las jugadas, y el regate a lo FIFA Street, con el que puedes pisar el balón –pero no realizar filigranas inverosímiles e imposibles de atajar por parte del defensa-, consiguiendo que la experiencia sea más redonda todavía, y eso que algunas de las novedades jugables todavía no estaban en esta versión preliminar del juego. Si os gustó FIFA 12 iros preparando, FIFA 13 os va a convencer todavía más, son todo un acierto las mejoras y novedades jugables.
Sentimos mucha curiosidad por saber cómo nos quieren sorprender con los modos de juego y las novedades online, pero para eso habrá que esperar todavía unas semanas. Nuestro primer contacto con FIFA 13 nos ha dejado muy satisfechos, y en los numerosos partidos que jugamos con otros compañeros de la prensa, la impresión general fue que EA Sports ha vuelto a dar en el clavo. ¿Continuista? Sí, mucho, pero la base jugable a la que ha llegado la saga se ha logrado a base de sudor y lágrimas, ha convencido a millones de jugadores de todo el mundo, y no van a hacer cambios radicales que puedan estropearla, no al menos en los que queda de esta generación de consolas.
De manera inteligente estudian en cada entrega qué no acaba de funcionar, qué se puede mejorar, y hablan con los jugadores para saber lo que no terminar de convencerles. En esta ocasión se han centrado en que los partidos sean más imprevisibles, y lo han conseguido, así como que el equipo ataque como una piña, de manera más inteligente y lógica, y creednos que lo hace. Llegará a finales de septiembre a todas las plataformas actuales, incluidas las más nuevas como Nintendo 3DS y PlayStation Vita, y habrá una futura versión para Wii U de la que sentimos curiosidad por saber cómo se las apañan para usar su original mando. El rey del fútbol vuelve, y un año más no parece que nadie vaya a poder discutir su reinado.