Las contiendas con tinte asiático bajo el sello de Koei y Omega Force aparcan por tiempo indefinido para dar paso a una de las guerras europeas de mayor trascendencia histórica, ambientada en la primera mitad del sigo XIV, en plena edad media. Atrás quedan las historias tradicionales de corte oriental a las que tanto hemos estado acostumbrados gracias a las múltiples entregas de la saga Dynasty Warriors en la máquina de Sony (con una pequeña incursión en Xbox360) para dar paso a un agradecido y radical cambio de (nunca mejor dicho) aires.
De este modo, BladeStorm: The Hundred Years War supondrá un gratificante punto de inflexión en la mascada historia asiática, ofreciendo la posibilidad de revivir en primera instancia como Francia e Inglaterra se vieron involucradas en la disputa por la sucesión al trono francés, conflicto que se iniciaría en 1337, y que se postergaría hasta pasados 1429, dando lugar a lo que los libros de historia conocerían como la llamada "Guerra de los cien años".
No en vano, experimentaremos el fragor de la batalla a manos de personajes con vital importancia en el conflicto citado, tales como Juana de Arco, o el mismísimo Príncipe Eduardo, identificado posteriormente bajo el apelativo de "Príncipe Negro".
El título de Koei seguirá la estela de los ya archiconocidos Dinasty Warriors o Samurai Warriors, presentando una base jugable de planteamiento similar. Dicha base partirá del lema "Yo contra el barrio", género fácilmente reconocible como "beat’ em up", manteniendo eso si, elementos tácticos que otorgarán a la partida un considerable componente estratégico a la ya de por sí sola abundante acción que caracterizará el juego. Contaremos con un área de gestión en la que podremos ir administrando todos y cada uno de los territorios que vayamos conquistando, así como las zonas de combate actuales que seguirán la mecánica de juego ya conocida.
El desarrollo del título será dinámico y el transcurso del hilo argumental estará salpicado por la vehemencia y el dramatismo propios del conflicto. Dicho argumento irá oscilando en base a nuestros resultados en las múltiples batallas que deberemos afrontar a medida que transcurra la contienda, de tal forma que la posibilidad de cambiar el desenlace del hecho histórico estará directamente ligada a nuestras decisiones en combate.
Conservando la mecánica del reciente Ninety-Nine Nights para Xbox 360 (aunque potenciado la estrategia comparativamente hablando), nos pondremos al frente de un personaje principal encargado de asignar órdenes a las numerosas tropas que dispondremos bajo nuestro mando.
Obtendremos el control de un general, y contaremos con la posibilidad de realizar innumerables y estilizados combos que nos ayudarán a lidiar con la ingente cantidad de tropas enemigas que será capaz de recrear en pantalla el motor del juego.
Como apuntábamos, más allá del poder de nuestro personaje principal, tendremos a nuestra disposición un gran número de tropas a manejar, tales como artillería, infantería y caballería (excelentes para cubrir distancias y asaltar flancos a velocidad elevada), arqueros idóneos para lanzar ataques aéreos, poderosos jinetes provistos de robustas armaduras y afiladas espadas, e incluso formaciones de elefantes. A todo ello deberemos sumar la viabilidad de facilitar el transcurso de nuestras batallas ya sea forjando alianzas con territorios vecinos, como reforzando el potencial de nuestras defensas y armas, o extrayendo beneficios para la inversión de mejoras.
Todas y cada una de estas opciones tácticas conformarán el elemento estratégico del título, si bien es cierto que su presencia será variable, dado que a mayor dificultad seleccionada a la hora de jugar, mayor relevancia cobrará el manejo de las tropas.
Así pues, BladeStorm supondrá una experiencia considerablemente opuesta de lo que sería un juego de acción en tercera persona sin más, puesto que gran parte de nuestra victoria en combate dependerá de nuestra soltura a la hora de manejar a nuestro ejército asignando órdenes correctas, algo que sin duda viene siendo sello habitual en la saga anterior. Por otro lado, y al contrario de lo que sucedía con la última entrega de Dynasty Warriors para Xbox360 (título en el que los chicos de Omega Force se limitaron a forzar y adaptar el existente motor gráfico a la alta definición), BladeStorm contará con un nuevo motor acorde con las capacidades técnicas que nos brindan las consolas de nueva generación, ofreciendo un mayor (que no abismal) lujo de detalles en todas las tropas, así como incrementando la distancia de dibujado de los mapeados en los escenarios de la contienda.
Como viene siendo habitual en los juegos con multitud de enemigos en pantalla, no podremos esperar modelados repletos de virguerías gráficas en todos y cada uno de ellos, todo lo contrario que en los personajes principales en los que apreciaremos fácilmente todo lujo de detalles en las armaduras o como los reflejos de los cambios de luz inciden de manera directa sobre ellas, otorgando una vistosidad agradecida en detrimento de las limitaciones técnicas que supone recrear un número de personajes tan abundante. En resumidas cuentas, el coste de presentar tal cantidad de regimiento (ya sea rival o aliado) en tiempo real relegará los modelados de alta calidad a los personajes principales del juego. Desde Koei se espera subsanar algunos fallos típicos de detección de colisiones entre modelados y escenarios a fin de no montar polígonos, así como la firme intención de llevar un paso más allá el apartado técnico.
Artísticamente estaremos frente a un título que recreará de manera exquisita toda la estética de la época, junto con unas secuencias cinemáticas propias de una película de animación que nos meterán de lleno en el fragor de la batalla experimentando el dramatismo propio de la guerra y de los personajes, así como sus preocupaciones y aspiraciones personales.
En el apartado sonoro nos encontraremos con unas melodías que a pesar de ser correctas no estarán a la altura de la emotividad que desprenderán los capítulos que iremos batallando. Cumplirán su cometido, pero no pasarán de ser mero acompañamiento de la acción a raudales.
BladeStorm: Hundred Years War viene dispuesto a reemplazar de manera drástica la ambientación propia de los Dynasty Warriors y darle un merecido respiro a las contiendas asiáticas para meternos de lleno en un conflicto enteramente Europeo, quizás a fin de hacer el título mas atractivo fuera de tierras niponas. Sin perder un ápice de similitud en cuanto a jugabilidad e identidad se refiere, el título de Koei volverá a meternos de lleno en una aventura en la que nuestra capacidad como general de nuestras tropas será condición decisiva a la hora de salir victoriosos del conflicto y decantar la balanza a nuestro favor. La posibilidad de sumergirnos en la Guerra de los Cien Años va tocando su fin.