Las semanas pasan como agua y ya está disponible el segundo capítulo de la Tiranía del Rey Washington, el contenido descargable de Assassin´s Creed III. En él, el protagonista, Ratonhnhaké:ton, continúa tirando del hilo que le aclare qué ha sucedido en esta realidad para que Washington se haya convertido en un tirano.
De la Frontera la acción se traslada a un entorno más urbano, Boston, mientras la jugabilidad sigue alejándose de lo que conocemos.
En este capítulo, La Traición, se suma un nuevo poder al del Lobo que Ratonhnhaké:ton recibió en el primero.
Para ello, el protagonista de la historia recurre nuevamente el té del Gran Sauce. Esto conlleva un nuevo tutorial regido en esta ocasión por un águila que te enseña a volar.
Al principio del capítulo, un resumen nos recuerda qué sucedió en el primero, y la primera misión te recuerda cómo se usaba el poder del Lobo. Será útil tanto para los que jugaron el primer capítulo como para quienes se lo salten y se unan a esta aventura opcional ahora, ya que no hay que tener el capítulo anterior para jugar éste.
Conviene recordar que el lobo permite a Ratonhnhaké:ton utilizar un manto que le convierte en invisible y llamar a una manada de lobos que acaben con tus enemigos rápidamente. Cuando activas el poder del águila aparece un símbolo especial cuando miras hacia los puntos más elevados que hay a tu vista. Con el triángulo o Y Ratonhnhaké:ton se traslada volando hasta ese punto.
Si mantienes pulsado el botón podrás marcar a un enemigo y, al soltar el botón, el protagonista se impulsará hasta él y pondrá fin a su vida.
Este poder no es tan sencillo de utilizar como el del Lobo. Puedes activarlo durante un salto, e incluso encadenar una sucesión de teletransportes pulsando el botón antes de tomar tierra.
Por tierra y por aire
Como ya sucedió en el primer capítulo, las misiones están diseñadas para que vayas utilizando este nuevo poder, ya sea directamente porque tienes que matar de esta forma a un objetivo o porque hay que recorrer tanta distancia que trepando por los edificios podrías eternizarte.
De hecho, buena parte del capítulo se puede jugar avanzando y esquivando enemigos. Pero todo ello hace que acabe siendo bastante monótono, aunque el estudio ha intentado imprimir variedad a las misiones. Las hay de seguimiento, de puro combate, de acompañar a un personaje y protegerle…
La parte más divertida del juego es ir combinando los dos poderes, aunque en ocasiones te quedas con la sensación de que bajos tus pies están sucediendo cosas que tú te pierdes por atravesar Boston tan rápido.
En la parte narrativa poco más se desvela de la razón por la que el mundo que conocía Connor se ha trastocado de modo que él es más indio que nunca y personajes que eran sus aliados se han convertido en seres sin escrúpulos.
En esta ocasión Washington aparece menos, aunque su participación es más directa, y un Benjamin Franklin diferente y enajenado cobra relevancia. Pero Ubisoft ha guardado sin duda para el tercer capítulo sus bazas narrativas más importantes respecto a los hechos que han desencadenado la situación, y mantiene la intriga sin dar pistas.
En el primer capítulo Ratonhnhaké:ton estaba desorientado y buscaba sobre todo saber el porqué y cómo, pero en este caso es casi más importante la lucha de poder entre Franklin y Putnam. El primero se dibuja como un personaje titubeante y algo irritante, y Putnam es simplemente un malo sin matices, como quedó ya patente en el primer capítulo. El final del capítulo sí logra dejar la historia en alto.
Falta un mes para que llegue el tercer y definitivo capítulo, y todo apunta a que se alejará más aún de lo que estamos acostumbrados en la serie, con un nuevo poder. Aunque resulta muy extraño jugar así, no deja de tener atractivo la opción de toquetear las bases de la jugabilidad de la serie. Sobre todo si eres de los que alguna vez han desesperado de tener que estar buscando salientes a los que agarrarte o querían perseguir a un personaje a toda pastilla.