Haunting Ground, que será conocido en el mercado oriental como Demento, es la nueva apuesta de Capcom dentro del survival horror que esta misma compañía popularizó en las consolas durante la época de los 32bits con el ya clásico Resident Evil y que es la referencia obligada para hablar de este juego, incluso por delante de la saga Clock Tower, aunque no tardaremos mucho en ver que las diferencias son patentes, empezando por el hecho principal de que en este nuevo título la protagonista, Fiona, no podrá defenderse de los enemigos que la acecharán en la mansión donde se inicia su aventura, por lo que será esencial esquivarlos y darles esquinazo de manera eficiente, sobre todo en lo referente al grotesco tipo con aspecto más de troll a lo Quasimodo que de ser humano (conocido como Debilitas entre sus amigos) que no cesará de darle caza.
Fiona Belli ha quedado huérfana a sus dieciocho años tras la muerte de sus padres en un accidente de tráfico, momento en el que se desencadena un serie de hecho que la conduce hasta la sombría mansión de aspecto en ocasiones de castillo medieval, en la que pronto se encontrará con la primera aberración, semihumana, que indica que algo malo se está cociendo.
Pronto descubriremos que nuestras sospechas son ciertas, y, sobre todo, que Fiona ha sido diseñada con un objetivo claro: dotar a su rostro de la mayor capacidad de expresión posible, dentro de los parámetros de la naturalidad.
Y sin duda, lo han conseguido, siendo motivo de orgullo para Tatsuya Minami, el productor de este juego. Entre los logros conseguidos está el que su expresión (en el rostro, y también la corporal) se modifique según su estado de ánimo, o las cosas que presencie dentro de esa mansión, aunque no será el único personaje principal, pues contaremos con la compañía de un perro que se mostrará como de vital importancia en el desarrollo de la aventura, pues la principal razón por la que Fiona no puede enfrentarse a sus enemigos es que físicamente (aun sin ser enclenque) nada puede hacer contra ciertas moles de carne.
Este can, de cuatro años, y llamado Hewie, nos ayudará a resolver puzzles (tomando parte activa en varios de ellos), protegiendo a Fiona de sus atacantes, y realizando acciones en grupo, por ejemplo. Por lo tanto, tendremos que comunicarnos con él dándole las órdenes necesarias (usando el stick derecho) para que las lleve a cabo, en una mecánica de juego que algunos considerarán a medio camino entre Ico y Resident Evil Zero. Además, parece que está dentro de los planes de Capcom ofrecer al jugador la posibilidad de controlar directamente a Hewie en algún momento del juego, aunque esto todavía no ha sido mostrado y por tanto podría no incluirse finalmente.
Con Fiona y Hewie metidos en faena dentro del castillo, veremos que aunque el animal es bastante fiel, no siempre cumple nuestras órdenes (al fin y al cabo, desconocemos si ha sido adiestrado de manera estricta), normalmente porque no le habremos dado el afecto necesario. Para ello, no hará falta usar mermelada (o similar), sino que bastará con pulsar la dirección derecha del stick de vez en cuando, pero por otro lado, también habrá que reprenderle (dirección izquierda) cuando actúe mal si no queremos que pase de nosotros por completo.
Eso sí, habrá que ser justos a la hora de tratar al chucho, pues si le maltratamos su comportamiento no será el correcto, y si, por el contrario, le rascamos detrás de la oreja en exceso, el resultado será el mismo: un perro desobediente con una tendencia a hacer lo que le salga de sus bajos instintos en los momentos más cruciales.
El aspecto de ambos personajes, y sus reacciones ante el medio en que se encuentran, crearán en el jugador una empatía inusual en este género, aunque no será el visual el único vínculo que se establezca con Fiona, ya que la vibración del mando reflejará el latir de su corazón. De esta manera, se acelerará y hará más intenso cuando se acerque un enemigo o se presienta peligro, de manera que el control será también más difícil de dominar, lo que hará todavía más recomendable si cabe el dar esquinazo a los enemigos y escondernos detrás de una esquina o bajo un lecho hasta que la situación se tranquilice.
Todo este sistema de vibración, que podría parecer baladí, añade un factor muy interesante a todo el esquema de juego, y potencia sobremanera el nexo que se crea entre personaje y jugador, además de dotar de una tensión muy especial al desarrollo de los momentos más inquietantes del juego pudiendo transmitir esa tensión a la que hacíamos referencia al propio jugador mediante una interactuación física (pese a lo rudimentaria) con él.
Los puzzles que se han visto hasta el momento parecen bastante sencillos, pero esto quizás se deba a que Capcom ha decidido mostrar (al menos de momento) escenas que se corresponden con las primeras horas de juego entre otras razones para evitar que el argumento se desgrane excesivamente cuando todavía faltan meses para el lanzamiento. Con todo, parece ser que habrá bastantes momentos en los que tendremos que combinar las habilidades de Fiona con las de Hewie para resolver satisfactoriamente los puzzles planteados e incluso para apartar obstáculos del camino y seguir buscando la salida de esta extraña localización, sita en algún lugar de Europa, de la que sus habitantes no quieren dejar escapar a la chica.
En estos momentos tan sólo es cuestión de meses ver cómo concluye su evolución este título para PlayStation 2 y de qué modo perfilan sus detalles en Capcom. Por lo pronto, eso sí, parece que esta nueva apuesta va a conseguir combinar de una manera muy acertada todas sus novedades con los elementos más prototípicos de un género que no hace mucho algunos tachaban de estancado. Esperemos que toda la nueva hornada de títulos de survival horror traigan una nueva juventud al género.