En los lejanos y áridos desiertos de Nehekhara han comenzado a moverse las arenas, a escucharse ruidos extraños, crujidos y guturales voces que susurran al viento que el descanso de miles de años de los antiguos reyes de Nehekhara ha terminado, que un nuevo peligro, un nuevo ejército, empieza a levantarse de su tumba para vengarse de los que han osado interrumpir su sueño eterno. El Viejo y el Nuevo Mundo tiemblan. Han vuelto los Reyes Funerarios.
Misma campaña, distintos objetivos
Tal y como habéis leído, los Reyes Funerarios vuelven a la "no vida" gracias a la "magia" de SEGA y Creative Assembly, que han decidido despertarlos de su letargo para Rise of the Tomb Kings, la primera gran expansión de pago para Total War: Warhammer II, su exitoso juego de estrategia que, como su primera entrega, ha conseguido conquistar a los amantes del universo de Games Workshop y de los juegos de estrategia.
Los propios desarrolladores de Creative Assembly reconocen que para esta expansión han decidido escuchar a la comunidad, añadiendo un nuevo ejército pero sin incluir una campaña de historia suplementaria.
En su lugar, la nueva raza de los Reyes Funerarios, a pesar de estar disponible tanto en la campaña de los Imperios Mortales como en la del Ojo del Vórtice, tendrá sus propios objetivos, alejándose de la carrera por asumir el control del vórtice para iniciar su propia búsqueda de los nueve Libros de Nagash, que les acabarán conduciendo a la Pirámide Negra de Nagash, la que se rumorea que es la mayor fuente de magia del mundo.
Cuatro Señores Legendarios para buscar los Libros de Nagash
Otra de las decisiones que el equipo de desarrollo ha tomado para hacer esta expansión más atractiva a pesar de no tener una campaña suplementaria es la de incluir cuatro Señores Legendarios de los Reyes Funerarios en lugar de los dos que suelen venir habitualmente para cada raza.
Ordenando estos señores por su dificultad de desafío inicial (de menor a mayor) nos encontraremos primero con Settra el Imperecedero, seguido de la Gran Reina Khalida y, por último, de Arkhan el Negro y el Gran Hierofante Khatep, los dos con mayor dificultad inicial.
Como ocurre con el resto de razas de Total War: Warhammer II, cada uno de estos señores controla una facción con diferentes características únicas, que van desde una mayor velocidad de construcción y regeneración a mejores tropas en los ataques cuerpo a cuerpo, por enumerar algunas características.
Cabe destacar que algunas de estas facciones, como podéis imaginar, también tienen desventajas que les harán llevarse especialmente mal con ciertas razas.
Investigando las viejas Dinastías para aumentar el poder de nuestra facción
Una pregunta que muchos jugadores se estarán haciendo es si vale la pena esta primera gran expansión para Total War: Warhammer II. Seguramente, si sois seguidores del juego de estrategia de tablero y os gustan los Reyes Funerarios esta pregunta la tengáis más que resuelta, pero, ¿qué hay de aquellos a los que en un principio no les atrae esta raza de no muertos?
Para intentar responderos vamos a contaros algunas de las características que esta raza tiene en el juego y que han resultado ser muy divertidas en el desarrollo de la campaña, haciéndonos disfrutar de nuevo de Total War: Warhammer II casi como si fuera de un juego nuevo.
Más allá de que ir a la conquista de los Libros de Nagash ya le da un giro de tuerca diferente a la campaña, los Reyes Funerarios cuentan con algunas mecánicas muy interesantes que nos harán tomar un camino muy distinto a la hora de escoger nuestra estrategia tanto en la campaña en sí como en la batalla, en la que los reyes se antojan como un enemigo temible.
En el primer turno de la partida ya nos daremos cuenta de una de las principales diferencias con respecto a otras razas. En lugar de nuevas tecnologías, los Reyes Funerarios repasan su propia historia para devolver al mundo los conocimientos enterrados en las tumbas de sus antepasados descubriendo los secretos de las viejas Dinastías.
La investigación de estas Dinastías también nos permitirá desbloquear la invocación de los Señores para controlar varios ejércitos a la vez. Al principio del juego y a diferencia de otras razas, sólo contaremos con un Señor y, por lo tanto, un único ejército al que controlar.
Para tener más señores disponibles deberemos de ir investigando las seis Dinastías, obteniendo un señor extra con cada una de ellas. Por ejemplo, al investigar la primera podremos tener al Señor Legendario inicial y a uno extra y, si investigamos las seis dinastías tendremos un total de siete señores disponibles (contando al Legendario).
Este límite en el número de señores también nos hará plantear una estrategia bastante diferente en el marco de la campaña, limitando la expansión de nuestros dominios invitándonos a conquistar menos ciudades, a simplemente arrasarlas al no poder defenderlas, haciendo que el movimiento de todas nuestras tropas sea más dinámico, dándole un punto extra de diversión a la partida.
Las Dinastías también nos desbloquean nuevos héroes, señores especiales y ventajas para las diferentes unidades de nuestros ejércitos, tal y como harían los árboles tecnológicos de otras razas que nos encontramos en Total War: Warhammer II.
Enterrándose bajo las arenas y desatando los poderes del Culto Mortuorio
Otra característica bastante especial que podemos encontrar en los Reyes Funerarios que se incluyen en Rise of the Tomb Kings es la habilidad "Enterrado bajo las Arenas" que nos recuerda, a su manera, a la habilidad de ocultación con la que cuentan los skaven.
Esta habilidad de nos permite enterrarnos en cualquier lugar del mapa para esperar a nuestro enemigo y atacarlo por sorpresa, permitiéndonos reabastecer a nuestras tropas, haciéndonos inmunes al desgaste de la zona y dándonos la opción de desplegarnos fuera de la zona de despliegue en el caso de que se produzca otra batalla.
También ha llamado mucho nuestra atención la posibilidad de invocarlos poderes del Culto Mortuorio que nos permite, a cambio de recursos comerciales y de un recurso propio de los Reyes Funerarios (los vasos canopos), resucitar al instante unidades de élite o crear objetos únicos y especiales con los que equipar a nuestros señores aumentando su poder.
Además de todo esto, en la batalla los ejércitos de los Reyes Funerarios pueden desatar el poder del Reino de las Almas que nos permite resucitar a parte de nuestras tropas e incluso, si el poder del Reino se desata con fuerza, podremos llegar a invocar a las poderosas estatuas guardianas Ushabti en cualquier lugar del campo de batalla, provocando el desconcierto entre las filas enemigas.
Cabe destacar también una pequeña desventaja que los reyes funerarios tienen en campaña y que afecta también en la batalla que no es otra que la enorme limitación de unidades especiales que pueden convocar para todos sus ejércitos. Con los guerreros y lanceros no tendremos límite, pero unidades como los jinetes, los carros o los buitres tendrán un límite muy reducido de reclutamiento para el total de todas nuestras tropas.
La diversión llega en medio de una tormenta de arena con olor a no muerto
Rise of the Tomb Kings ha demostrado ser una expansión a la altura de lo que se merece un juego de estrategia tan notable como ha sido y es Total War: Warhammer II, que no para de sumar contenido, tanto gratuito como de pago, para aumentar sus horas de diversión.
Los Reyes Funerarios son una de las razas más divertidas de jugar en el título de SEGA y Creative Assembly, contando con unas mecánicas muy interesantes que hacen que las partidas sean dinámicas y que tengamos que buscar un enfoque diferente al habitual si queremos cumplir nuestro nuevo objetivo: recuperar los 9 Libros de Nagash.
Por lo tanto, no podemos estar más satisfechos con las horas extra que hemos disfrutado de Total War: Warhammer II gracias a Rise of the Tomb Kings y es que, en esta ocasión, la diversión llega en medio de una tormenta de arena con olor a no muerto. Estará disponible a partir del 23 de enero.
Hemos escrito estas impresiones con un código que nos ha proporcionado Koch Media.
