Warhammer es uno de los juegos de estrategia de mesa más importantes del mundo, ya sea en su vertiente de fantasía medieval, Warhammer Fantasy, o con su lado más futurista con Warhammer 40.000, convirtiéndose en una de las licencias más fructíferas dentro del mundo del ocio con juegos de rol también de mesa y con muchísimos videojuegos de todo tipo de géneros.
En 2016 el prestigioso estudio Creative Assembly publicó Total War: Warhammer, un título que fusionaba una de las mejoras sagas de estrategia con una de las licencias más populares del mundo de la fantasía y ahora, 6 años más tarde, nos va a llegar Total War: Warhammmer 3, la última entrega de una trilogía que apunta a ser el mejor juego de la saga, pero que también nos ha dejado inquietos en esta prueba final por sus fallos técnicos a menos de un mes de su lanzamiento.
Muchas mejoras y añadidos para la última entrega
La primera vez que probamos Total War: Warhammer 3 nos centramos en las nuevas Batallas de Supervivencia de las que podéis tener más información haciendo clic aquí y que son una especie de jefes finales a los que nos tendremos que enfrentar a lo largo de la partida para lograr finalizar la campaña con éxito.
En esta ocasión, sin embargo, pudimos jugar con total libertad al juego durante 50 turnos, pudiendo disfrutar tanto del mapa táctico como de las batallas que queríamos, algo que nos ha dejado ver la gran cantidad de mejoras y nuevas mecánicas que nos encontramos en el juego, con la mayor parte de los sistemas de entregas anteriores retocados y mejorados para dar más equilibrio y profundidad a nuestras partidas.
Por ejemplo, la mecánica de la campaña en esta ocasión gira en torno a un suceso traumático que ya habréis descubierto si habéis visto el último tráiler del juego (y que por si las moscas no vamos a mencionar en el texto) que provoca que de forma periódica aparezcan en el mapa de campaña portales al Reino del Caos que podemos atravesar para dominar parte de este Reino, recuperar ciertas esencias que nos pueden llevar a ganar la campaña o, simplemente, intentar destruirlos para evitar más invasiones del Caos.
Evidentemente, completar los objetivos relacionados con los portales es solo una forma de ganar la partida y, por ejemplo, también podemos alcanzar la victoria si destruimos a ciertas facciones clave y mantenemos el control de 50 provincias, por lo que esta entrega no renuncia a su vertiente de libertad total a la hora de plantear la partida.
Otro de los cambios más destacados que hemos encontrado es que ahora si estrechamos mucho las relaciones con otra facción podremos incluso construir puestos de avanzada en los territorios de nuestros aliados permitiéndonos incluso reclutar unidades de estos ejércitos, pudiendo crear una mezcla de fuerzas armadas de varias razas para aumentar nuestro poder de ataque de forma notable. Por otro lado, también hay varios ajustes bastante interesantes a nivel diplomático que seguro que serán del agrado de los jugadores más abierto al diálogo, comercio y alianzas entre facciones.
Los que seáis amantes de las campañas multijugador también vais a encontraros con unas cuantas mejoras, como que ahora podemos jugar hasta ocho jugadores en una misma partida que puede tener lugar en distintos escenarios y que tiene varias mejoras de calidad de vida para hacer estas campañas entre varios jugadores más dinámicas y divertidas de jugar.
Gran Catai y Demonios del Caos, dos facciones muy divertidas de jugar
En esta prueba con Total War: Warhammer 3 pudimos jugar con los Gran Catai y los Demonios del Caos, dos facciones muy diferentes en su estilo de juego y muy interesantes en sus mecánicas, sobre todo en el caso de la primera, Gran Catai, una facción dominada por dragones con forma humana que tienen el deber de proteger el Gran Bastión, una gran muralla que les protege de las fuerzas del Caos.
Se trata de una facción bastante interesante ya que es primordial mantener con ella el equilibrio el Yin y el Yang. Dependiendo de las acciones que tomamos, las tecnologías que investigamos o los edificios que construimos la balanza se inclina hacia uno u otro lado. Si logramos mantenerla en equilibrio tendremos unos cuantos bonificadores para nuestra facción mientras que si predominan el Yin o el Yang... tendremos tanto bonificadores como penalizadores de todo tipo que pueden afectar al transcurso de la partida.
Por su parte los Demonios del Caos es una facción dirigida, como su nombre indica, por un gran Demonio del Caos. Se trata de una facción muy polivalente ya que con ella podemos elegir si rendir tributo a un solo Dios del Caos y obtener unidades y bonificaciones específicas del mismo o, si lo preferimos, adorar al Caos en general con las ventajas y desventajas que esto supone. Además, nuestro general, un Príncipe Demonio, es altamente personalizable tanto a nivel estético como de sus poderes, pudiendo cambiar su cabeza, piernas, pecho o brazos y, con cada cambio, alterando su aspecto y atributos como nosotros queremos.
Diversión... plagada de fallos
Cuando probamos una versión anticipada de un juego no solemos fijarnos demasiado en el aspecto técnico ya que aún no estamos con el título final. Sin embargo, con Total War: Warhammer 3 nos vemos obligados a hacerlo, ya que durante nuestra prueba nos encontramos con una gran cantidad de crasheos o salidas abruptas al escritorio en momentos aleatorios de la partida, algo bastante molesto que se produjo cada pocos minutos por, simplemente, aceptar una misión o entrar en un menú, lo que nos rompió por completo el ritmo de juego impidiéndonos disfrutar del todo de esta entrega final.
El propio estudio nos comentaba que podían haber crasheos en ciertas situaciones como, por ejemplo, si cambiábamos las opciones gráficas de bajo a alto, pero la cantidad de cierres del juego y su aleatoriedad ha sido tal que no hemos podido obviarla y que nos preocupa cuando queda menos de un mes para que Total War: Warhammer 3 llegue a nuestros ordenadores, más aún si cabe si tenemos en cuenta que jugamos con un ordenador último modelo con gráfica RTX 3080 Ti, procesador Core i9-11900K, 64 GB de RAM y almacenamiento SSD. Además, no se trata de un fallo con nuestro hardware específico ya que preguntamos a otros compañeros y también estaban sufriendo este u otros problemas técnicos con Total War: Warhammer 3, errores que esperemos que se solucionen en la versión final el 17 de febrero.
Una entrega que promete mucho... pero que nos deja con un toque amargo
Total War: Warhammer 3 es sin dudas la entrega más ambiciosa de la saga, con muchas mejoras en casi todas las mecánicas de juego, una gran campaña, muchas facciones diferentes disponibles para jugar y con partes como las Batallas de Supervivencia que van a ser épicas, por no hablar de lo divertido que resulta jugar con facciones como Gran Catai.
Sin embargo, pese a que lo que hemos podido jugar nos ha gustado mucho, no lo hemos podido disfrutar tanto como queríamos debido a la gran cantidad de crasheos que nos hemos encontrado durante nuestra partida, algo que nos ha dejado con un sabor amargo y que nos genera ciertas dudas cuando falta menos de un mes para el lanzamiento de la versión final que esperemos que solucione la mayor parte de los errores técnicos.
Hemos realizado estas impresiones gracias a un código para Steam proporcionado por Cosmocover.